29 enero 2013

La soberanía de Dios en la elección

Dios elige como él quiere, él es un Dios Soberano.
En el primer tratado expuesto en este blog, concluí: Que fue Dios quien nos escogió y no nosotros a él, que él nos escogió antes de la creación del mundo, que no nos escogió por nuestra obras o por nuestra conducta buena, que él nos escogió con un propósito, que ese propósito se llama predestinación de Dios, que fuimos predestinados para ser hechos hijos suyos por adopción mediante Jesucristo, que fuimos predestinados también para ser salvos por medio del sacrificio de Cristo  en la cruz y de su sangre por la cual recibimos perdón y redención de pecados, que también Él nos revelo el misterio de su voluntad, para que así pudiésemos entenderle y de esta forma poder vivir como hijos obedientes y victorioso sobre la tierra.
El deseo de mi corazón al escribir este pequeño tratado, es que podamos entender un poco más esta preciosa verdad bíblica, la cual al saberla y entenderla nos enriquece grandemente, trayendo paz a nuestro corazón y muchísima confianza en nuestro Dios, creyendo con plena certeza que la obra de salvación es toda de él, y por lo tanto que Él es quien la entrega en su santísima voluntad y soberanía a quien él desee. Sin embargo también es sabido que hay algunos quienes la ignoran o la rechazan, desando mediante sus obras tomar parte de su gloria, predicando que es el hombre quien tiene total libertad para escoger o rechazar la salvación ofrecida gratuitamente por Dios, mediante la gracia y por medio de la fe entregada por Dios, predicando que el hombre quien decide en su libre albedrio (total y completa capacidad para decidir) elegirse así mismo para recibir salvación, o, que es el hombre pecador quien decide por su propia voluntad recibir o rechazar la salvación ofrecida por Dios, que Dios no tiene ninguna autoridad sobre la voluntad del hombre, que Dios nunca escogió a nadie, sino que lo que Dios quiere es que todo el mundo escoja salvarse, escogiendo ellos mismos creer en Jesucristo y de esta forma desconocer la absoluta y total soberanía de Dios sobre todas sus criaturas.
Ellos quisieran eliminar unos cuantos capítulos de la escritura donde Dios nos habla tan claramente sobre esta verdad. Con sus falacias engañan a otros haciéndoles creer que es definitivamente el hombre quien por voluntad propia escoge creer en Jesucristo, olvidándose de la verdad bíblica que enseña claramente que es todo lo contrario, poniendo su voluntad por encima de la misma voluntad y libre decisión de Dios, creyéndose muchas veces más justos y más aptos que Dios para administrar esta justicia en cuanto a quien merece o no merece, ya que según ellos es por merecimientos y no por la suprema potestad y la absoluta soberanía  de Dios, que el reparte, elige y salva a quien él quiere y como él quiere, como el mismo lo anuncia en la santa escritura: "Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.... De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece."
Para entender que Dios elige libre e independientemente a quien él desee, es necesario que reconocer que Dios es un Dios todo soberano, absolutamente soberano. La soberanía de Dios es la absoluta y total capacidad para hacer y dictar como a él le place hacer, según el mismo lo dice de acuerdo a su Santísima voluntad.  
El Altísimo, Señor del Cielo y de la tierra, tiene poder ilimitado para hacer lo que El decida. Esto implica que Él es absolutamente independiente para tomar las decisiones que el mismo desea tomar. Al ser absolutamente independiente en la toma de decisiones sobre su creación, Dios hace lo que a él le place. Nadie puede disuadirlo u obstaculizarlo en que él tenga que hacer de acuerdo a Su Santa y Completa Voluntad. En mismo dice en su Santa Palabra: “Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; que llamo desde el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Isaías 46:9-11
En el nuevo testamento el apóstol Pablo dice en cuanto a su soberanía: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres.” Hechos 17:24-29
Consideremos esta apreciación en cuanto a la propiedad, el derecho y la soberanía. De acuerdo a la ley humana, nos es lícito hacer lo que deseemos con algún bien que sea de nuestra propiedad.  Vamos a dar un ejemplo: Con mis manos construí  mi casa, con mi dinero compre la propiedad del terreno para construirla, hay una escritura pública que así lo dice, por lo tanto yo puedo hacer lo que con ella desee: Puedo disfrutarla viviendo en ella, la puedo arrendarla, regalarla, venderla, demolerla o abandonarla. Yo estoy en todo mi derecho de hacer lo que a mí me plazca con ella. Yo soy totalmente independiente, libre y soberano sobre esta propiedad. Creo que en esto estamos todos de acuerdo.
Ahora yo te pregunto: Eres tu creación de Dios?, o, crees que naciste da la nada? si eres creación de Dios, tiene Él derecho, propiedad y potestad sobre ti  o, tú mismo tienes tu propia potestad?.
Hablo con verdaderos creyentes en Jesucristo, de los cuales ensaña la biblia,  que nosotros fuimos comprados a precio de sangre, de la sangre de Jesucristo.
Como humanos tenemos otro paradígma. Muchos de nosotros podemos admitir, ver y pensar en un Dios creador de todo, un Dios amoroso y misericordioso repartiendo dones y regalos sus hijos, Un Dios Poderoso, sosteniendo con su mano el eje de la tierra, un Dios que dirige el rumbo de las estrellas y los planetas del universo, un Dios que hace nacer el sol, que hace caer la lluvia a su tiempo, un Dios que bendice sin medida. En esto no tenemos ningún problema en aceparlo, pero cuando Nuestro Amado Dios se sienta en su trono y funciona como un Dios Todo Poderoso y Soberano, un Dios que toma determinaciones y dicta  justicia sobre toda su creación incluyendo al mismo hombre, su vida, su propósito, su salvación, ahí la lógica y sabiduría de muchos, se confunde y no entiende sus parámetros, es cuando muchos de los hombres y mujeres parte de su creación sobre la tierra, encapsulan la total soberanía de Dios para limitarla a su propio parecer, ya que toca sus terrenos de autonomía y entonces es cuando comienzan a pensar de acuerdo a su propia sabiduría. Es cunado el confundido y limitado pensamiento de muchos piensan que son totalmente soberanos para decidir  si reciben o no la voluntad de Dios de salvarlos. Ellos aseguran que no hay tal elección, considerando a dios como injusto si hubiera el hecho esto de escoger a unos y desechar a otros, que nunca Dios hizo eso de sentarse en su trono para elegir, seleccionar, hacer diferentes vasos con diferentes propósitos.  Estos ignoran o deciden ignorar, la completa autoridad y absoluta soberanía de Dios en hacer como a él le place y comienzan a divagar en su propia sabiduría limitada, ignorando o haciéndose los ignorantes en cuanto a que Dios hace como él quiere. EL elige a quien él le plazca de acuerdo a su Santísima voluntad  para lo que él le plazca, sin permiso de nadie, duélale a quien le duela.
Es un asunto de derecho o es Dios quien imparte justicia y misericordia soberanamente?
Según las Sagradas Escrituras, los Ángeles caídos son todos aquellos ángeles expulsados del cielo como castigo por rebelarse contra Dios. Las Sagradas Escrituras nos dicen también que un ángel caído tendrá que vagar por la tierra hasta el día del juicio final cuando serán desterrados y enviados al infierno.
Pensando en estos ángeles  también creación de Dios, no se ha escuchado que algún predicador que se levante para defenderlos, sin embargo pudiéramos pensar, que si algunas criaturas de Dios tienen un derecho de quejarse de sus tratos, son los ángeles caídos. Por su pecado fueron arrojados del cielo de inmediato, y no encontramos en la escritura que de alguna forma Dios les haya enviado algún mensaje de misericordia. Una vez echados fuera, su condenación fue para siempre; mientras que a los hombres caídos en Adán, se nos dio una tregua, la redención nos fue enviada y de todos los hombres caídos, los cuales no merecíamos otra suerte que el mismo infierno, Dios quiso en su soberana voluntad y por su gran amor y misericordia, que un gran número fuimos elegidos para vida eterna. 
Dios nos muestra por su palabra que el en su toda potestad y soberanía eligió un pueblo de la raza humana para salvación, más muchos allí afuera niegan y dudan y debaten que Nuestro Dios Poderoso y Soberano, tenga este derecho. Por qué no contender con la Soberanía tanto en un caso como en el otro?
Hablando de derecho y si la salvación como muchos declaran fuera por merecimiento, ciertamente los ángeles tendrían tanto derecho como los hombres de exigir un mejor final. No estaban ellos colocados en una dignidad superior a la nuestra? O  fue acaso que ellos pecaron más que nosotros? Yo creo que no. El pecado de Adán fue deliberado, él estaba consciente que lo que estaba haciendo conllevaba a muerte y sin embargo lo hizo. Si pensaremos en el servicio que un ángel restaurado pudiera hacer para Dios, comparado con lo que un hombre restaurado pudiera prestar para Dios, estaríamos en tremenda desventaja.
Si fuéramos nosotros con nuestra sabiduría, los que juzgáramos en este asunto, pondríamos en la balanza de juicio los merecimientos o el servicio, entonces, habríamos liberado a los ángeles y no a los hombres. Mas Dios en su gran amor escogió un gran numero hombres y mujeres como tú y yo para ponerlos como sus hijos, sus redimidos por medio del mismo sacrificio de su amado hijo Jesucristo hecho nuestro Señor y Redentor, mientras que a los ángeles olvido por completo, dejándolos condenados para siempre. Que podríamos decir a esto, sino ser hijos agradecidos y deleitarnos en su gran amor, reconociendo la soberanía de Dios.
No quisiera concluir esta segunda parte de este tema sin antes confesar  con mi boca lo que la misma escritura dice: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” Romanos. 11:33, y  “Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” Isaías 55:9.
Gracias doy a ti amado padre por tenerte a ti en nuestra vida, por hacernos comprender las ricuras de tu ciencia y tu sabiduría, gracias por habernos hecho partícipes de tu santa familia mediante Jesucristo, y de tu herencia sobre la tierra, gracias padre porque fuiste tú en tu Santa potestad, en tu toda absoluta y amorosa soberanía que decidiste elegirnos para salvación, gracias Padre por ella, por tu vida recibida en ella. Gracias por tu santa verdad que es tu palabra, la cual creemos, gracias, muchas gracias Señor por tu eterno amor.
Nota: Vendrá un tercer estudio sobre este mismo tema, en donde escudriñaremos romanos capítulo 9

23 enero 2013

Establecer nuevas iglesias- Esparciendo la semilla

Nacimiento, llamado, visión y misión de Dios:
Hechos 26:16-18 “Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

Debo confesar que uno de mis personajes predilectos y modelos de mi vida es el apóstol Pablo, es tremendamente enriquecedor para mi vida cada vez que leo su obra, partiendo de su nuevo nacimiento como hijo de Dios, el cambio completo de su vida, al pasar de perseguidor a perseguido, el de guardador de la ley a predicador de la soberana y abundante gracia de Dios. Es tremendamente emocionante sumergirse en la santa escritura y entender cada vez más del significado de su santo  llamado al servicio de Dios, comenzando por su nacimiento y transformación de Saulo a Pablo, de inmediato la predicación del mensaje de Jesucristo en medio de los Judíos primeramente y después los gentiles, de su seguridad en cuanto a su llamado y a su misión a pesar del rechazo y olvido aun por parte de los apóstoles establecidos en Jerusalén. Es de admirar y seguir, su ejemplo, el denuedo, firmeza, seguridad y fe  en seguir adelante a pesar de las tremendas dificultades que estuvieron delante de él, ya que no solo el ir a un pueblo desconocido y hostil fue una gran dificultad, sino la misma persecución que recibió de los judíos a quien el pertenecía y de la misma iglesia de Jerusalén liderada por Jacobo, quienes se contrapusieron a su obra misionera, a la doctrina y verdad revelada por el mismo Dios, que él estaba enseñando por donde proseguía su viaje guiado siempre por el Señor.
Cuantos de los que Dios ha llamado después de él, hubiesen querido alcanzar de alguna manera la obra misionera de Pablo, cuántos sueños y visiones de muchos hombres que han seguido su ejemplo han marcado la vida de muchas personas en diferentes partes del mundo, tanto en tiempos antiguos como en nuestros días, entre ellos podríamos nombrar algunos pero no terminaríamos de escribir una lista encabezados, por los mismos padres de la iglesia quienes con sus vidas en juego prosiguieron el mandato del Señor en ir a las naciones de predicar el evangelio de Jesucristo a toda criatura. Posteriormente en la reforma por Lutero, Calvino,Hus y otros y posteriormente en la después de la reforma, como Spurgeon o muchos otros hasta el día de hoy.

Al llegar a nosotros este mismo llamado y esta misma misión de parte de Dios, me he hecho esta pregunta vez tras vez: Que fue lo que hizo el Apóstol Pablo para alcanzar a tantos pueblos en tan corto tiempo y de tan excepcional forma. Es bien cierto que él fue todo el tiempo guiado por Dios, que él no se movió si Dios no le indico a donde moverse, es también bien cierto que su vida estuvo el 100% dedicada para servirle a Dios, mas escudriñando la escritura encontré este proceso que el uso vez tras vez para constituir nuevas iglesias y avanzar en la misión encomendada por Dios, la cual quiero compartir contigo.

Hechos 14:21-28 “Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Pasando luego por Pisidia, vinieron a Panfilia. Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia. De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.”

1.    Anuncio el evangelio.

Lo primero que Pablo hizo, al llegar a un lugar, antes de hacer alguna amistad en medio de los habitantes de un sector desconocido a donde el llagaba era predicar el evangelio de Jesucristo, el sabia claramente que este era la llave de entrada a ese lugar, él sabía que el poder del evangelio de Jesucristo tocaría corazones, abriría puertas, el nunca busco primero hacer otra cosa que no fue anunciar las buenas nuevas de salvación. Más tarde en nos escribiría a cerca de su experiencia en cuanto anunciar el evangelio, en Romanos 1:16-17 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”
Pablo sabía este secreto, que el evangelio de Jesucristo. Por esta razón él nunca tuvo vergüenza de predicarlo, como el Señor Jesucristo le indico en su primer encuentro, allí en la vía a Damasco. Pablo tenía la seguridad que el anunciar el evangelio, muchos de los que lo escucharían, actuaría en ellos lo mismo que actuó en el: la fe y el arrepentimiento puestos por Dios en los corazones de todos sus hijos, el sabia mediante este mismo poder del evangelio, habrían nuevas vidas, nuevos nacimientos, que Dios mismo se manifestaría dando vida, llamando, tocando y atrayendo a cada corazón a ser parte de este nuevo grupo que se llamó iglesia.
La pregunta es qué hacemos hoy cuando viajamos de misión, con el objetivo de establecer nuevas iglesias, cual es nuestra metodología, nuestra estrategia para hacer el llamado del Señor en el cumplimiento de la gran comisión. Podríamos los apóstoles y misioneros de este tiempo decir como Pablo: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación.” En verdad no nos avergonzamos de predicar el evangelio donde Dios nos indique y con quien Dios nos muestre, sea hasta con la persona el más humilde o con el rey más en eminencia?. En el lugar más cercano y cómodo o en lugares inhóspitos y apartado del mundo? Muchos deseamos predicar pero exigimos condiciones mínimas para hacerlo, exigimos que nuestro equipo de evangelización y misión tenga todas las comodidades i garantías en cuanto a el local donde predicaremos, las condiciones del sonido, y muchas veces hasta paga pedimos si accedemos a predicar lo que llamamos misión para entregar el evangelio de Jesucristo. Qué triste es esto pero lejos estamos de hacer lo que este verdadero apóstol i misionero del Jesucristo nos enseñó.

2.    Ejercía disipulado en medio de los nuevos creyentes.

En mi corta vida de agricultor, hasta mis los 12 años, o bien plante algunas semillas u observe a mi padre cultivarlas. Cuando uno planta una semilla espera que esta nazca, crezca y de mucho fruto, pera para que esto suceda es necesario darle el cuidado y alimento que esta requiere, ante todo en su primer periodo después de que sea visible sobre la tierra.
También pude ver cuando una oveja tenía su crio, como el corderillo permanecía todo el tiempo, con su madre para ser alimentado mientras poco a poco aprendía a rumiar pasto, y no era separado de esta hasta no valerse por sí mismo.
De la misma forma Dios nos mandó a regar la semilla y no solamente a regarla sino a perseverar cuidándola hasta que este madura y de fruto.
Si bien Dios mismo, todo lo hace, todo está bajo el cuidado y voluntad y es el quien da el alimento y hace que crezcamos y demos fruto; Tambien es cierto que él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
El mandato del Señor no fue solo ir a predicar la buenas nuevas del evangelio de Jesucristo, no fue solamente a hacer creyentes, o, a hacer salvos, como algunos lo entienden erróneamente, esta es apenas la mitad del  mandamiento.
El mandato del Señor fue: Id por todo el mundo a predicad el evangelio y haced discípulos.
El hecho de formar discípulos requiere tiempo, dedicación, comunicación, amistad y compañerismo. No podemos llegar a un lugar donde somos invitados pronunciar un mensaje de unos minutos y seguir a otro lugar para hacer lo mismo y por lo tanto llamarnos apóstoles o misioneros del Señor. Pablo dedico tiempo en este asunto, él nunca después de anunciarles el evangelio siguió su camino y los dejo a la deriva, el los asistió en el proceso de fortalecimiento en su fe y en la madurez posterior a su nuevo nacimiento, si no lo hizo personalmente, entonces lo hizo por medio de emisarios que el mismo entreno con este propósito, enviando cartas de enseñanza, animándolos y exhortándolos a seguir adelante y volviendo a ellos cuando así lo indico el Señor.
A pesar de las tan difíciles circunstancias para ejercer este seguimiento y discipulado debido principalmente a los medios de comunicación existentes entonces, Pablo lo hizo y por esto vio resultados.
No sé cuánto tiempo tomaría un emisario a lomo de asno o de camello o en un barco de vela, para llevar una carta de donde se encontraba Pablo a las iglesias a las que el escribía constantemente, más él nunca se cansó de hacerlo, es por esto que hoy nos podemos deleitar de las enseñanzas de discipulado que él escribió vez tras vez a las iglesias que el estableció.
Pablo tenía claro que el solo no podría hacer la obra misión encomendada, bien desde su misma partida de Antioquia fue parte de una grupo de trabajo. Al comienzo, solo cuatro: El espíritu Santo, Pablo, Bernabé y Marcos, este último tomado como discípulo de ellos, para que experimentará verdaderamente de la misión ordenada por Dios.
Pablo entendió desde un comienzo que la obra se expandiera solo mediante la predicación del evangelio de Jesucristo y de hacer discípulos, como era la receta del Señor. El solo hizo y obedeció el mandato del Señor. Mas como afirme arriba el hacer discípulos requiere de tiempo, él también pudo darse cuenta que existían diferentes vasos con diferentes dones con diferentes llamados si bien todo por el mismo espíritu de Dios. El estableció ancianos, pero también tomo par si, personas como Silas, Timoteo, Tito Lucio, Jasón y Sosípater, en los cuales invirtió seguramente mucho más tiempo y dedicación, no solo en la enseñanza de la palabra sino en moldear sus caracteres y su forma de vivir y servir a Dios. De esta forma cuando llego el tiempo y los impedimentos ya como cárcel, enfermedad u otras razones, Pablo los uso como sus emisarios. Démonos cuenta que este entrenamiento de vasos especiales mostrados por Dios es parte del discipulado diseñado por Dios, para el crecimiento y maduración de su santa iglesia.

Que diferencia y ventaja en este sentido tenemos nosotros en nuestros tiempos, con los avances en las comunicaciones y la electrónica en nuestro mundo moderno, deberíamos rendir más en esta tarea disipular. Mediante el uso del teléfono a menudo para comunicarnos con los ancianos establecidos, en las diferentes iglesias podemos sin lugar a duda ejercer más efectivamente esta tarea encomendada por el señor. 
Que reconfortante es cuando uno de nuestros discípulos al otro lado del océano o en otras naciones y continentes recibe una llamada nuestra o cuando nosotros como discípulos la recibimos de quien nos discípula. Más no solamente el teléfono es el único medio por el cual podemos comunicarnos. Ya no hay que ir en camello para llevar una carta, ni nos cuesta tanto dinero enviarla, sino que a través del correo electrónico, completamente gratis tarda unos pocos segundos el comunicarnos con nuestros discípulos. Si el interés es vernos en nuestros ojos en un encuentro personal también lo podemos hacer en vivo y en directo y sin costo alguno mediante una conferencia por video directo. La pregunta es qué nos pasa para no hacer este trabajo de discipular a los que Dios nos dio?. No podemos decir que es falta de tiempo, o que es costoso, sino sencillamente que no tenemos voluntad para hacerlo y cuando esto sucede  no podemos preguntarnos porque es que las congregaciones no prosperan tanto en madurez espiritual como en número de creyentes. La respuesta es al no ejercer esta tarea discipular, los hemos dejado solos, aislados en el mundo. Creo que es el momento para que si en verdad Dios nos ha llamado a prestar este servicio, lo hagamos con dedicación y amor, de lo contrario deberíamos dejarlo para los que en verdad lo tengan se encarguen de hacerlo y nosotros ocuparnos para lo que Dios nos ha escogido.

3.    Y constituyeron ancianos en cada iglesia.

Después de dedicar tiempo compartiendo con ellos en la enseñanza de la palabra, Pablo vio la necesidad de establecer ancianos (plural) para que estos se encargaran del gobierno de la iglesia. (véase estudio, el gobierno de la iglesia local.)
En el cuerpo o grupo de ancianos de la iglesia, esta la responsabilidad de continuar la edificación de la iglesia local, Dios los dotó de dones , tanto los dones da el Padre, como el Hijo, como el Espíritu Santo, para poder gobernar su más preciada creación, su cuerpo visible sobre la tierra, su santa iglesia.
Si en una iglesia no funciona este grupo de ancianos, la iglesia esta a la deriva. Si la iglesia depende una sola persona esto no es bíblico, ya que como iglesia funcionamos como un cuerpo bien conformado.
                                                              
4.    Perduro constante en la misión encomendada. Hech. 15:36; 18:22-23, 1Tesal. 3:1-13

En mis años juveniles practique tanto el atletismo como el ciclismo de ruta, estos son deportes de fondo muy exigentes, lo primero que uno debe saber es que tiene condiciones innatas para practicarlos, de lo contrario dedíquese a otro deporte para el cual tenga condiciones. Después de tener esto claro, se debe de tener en cuenta que existe un periodo de preparación y entrenamiento fuerte y exigente, que requiere de muchos sacrificios dedicación y cuidado personal.
Cuando el deportista sabe que va a correr una maratón o una carrera de ciclismo de varias etapas, tanto largas como de montaña, en frio, en calor, contra el viento, a solas o acompañado, sabe que lo que va a correr es largo y exigente, que tomara tiempo, que deberá correrá inteligentemente, si es de ciclismo, sabe que será parte de un equipo con quien trabajara juntos y coordinadamente para conseguir al final y dar un resultado. Sea una maratón o una carrera de ciclismo por etapas, una sabe que no arranca a toda velocidad, de tal forma que las fuerzas no alcancen sino para el primer kilómetro, sino que correrá sabiamente teniendo por seguro que llegará a la meta final.
Cuando Pablo escucho el llamado de Dios y la misión y visión que Dios le dio, él sabía que esta misión no sería nada fácil, tampoco pensó, de acuerdo a sus cartas, que terminaría a la vuelta de la esquina y ni siquiera pensó o tubo la duda que fracasaría o que la misión encomendar por Dios no daría el fruto esperado, todo lo contrario nos deja saber a través de sus cartas: La obra que Dios comenzó lo llevara a feliz término…, él nos escribe como participante de una carrera y en medio de esta carrera nos escribe con la firme convicción que llegara a la meta del supremo llamamiento, ya al final de su vida nos hace saber que ha llegado a la meta.
Pablo, no termino sus viajes cuando recibió el primer rechazo, o cuando inicialmente no vio ningún resultado, o cuando su cuerpo experimento, cansancio o enfermedad, todo lo contrario por cada kilómetro recorrido, por cada lugar visitado, por cada evangelio anunciado se sentía en mejor forma y con más deseos de proseguir su misión. Él tenía muy claro desde el mismo comienzo de su encuentro con Jesucristo, allí camino a Damasco que llegaría a donde Dios le había enviado hasta los mismos reyes, el sabia y entendía claramente que la promesa de Dios es fiel. Cuando el partido de Antioquía, tenía la seguridad plena que la visión que Dios había puesto en su corazón se llevaría a término y volvería de su viaje misionero con buenas noticias.  Si leemos detenidamente el libro de los hechos y sus cartas, nos daremos cuenta que su entusiasmo y fortaleza no solo estuvo para comenzar, sino que al contrario su fe y entusiasmo crecía como crecía la obra del Señor día tras día.
Otra de las verdades que podemos extraer de la escritura, es que él tuvo claramente estas tres cosas: Nacimiento de nuevo, llamamiento de parte de Dios, una misión encomendada por Dios y una visión también dada por dios para hacerlo, recibió las estrategias y los recursos de parte de Dios, en forma de dones espirituales, como en la provisión  y cuidado de Dios.

5.    Expansión de la obra.

Romanos 16:”Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.
Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.
Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros.
Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.
Saludad a Amplias, amado mío en el Señor.
Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío.
Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.
Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor.
Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor.
Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.
Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos.
Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos.”

La corriente eléctrica que nos llega a nuestros hogares es producida muy lejos de nosotros, quizá allá en la lejana montaña de la caída de agua o de una planta nuclear, sin embargo ella es conducida por redes de transformadores y pequeñas centrales a través de cables hasta llegar a nosotros.

Pablo llego y anunció el evangelio de Jesucristo en una ciudad o pueblo, cuando este evangelio que estaba (sigue estando) lleno de poder de Dios, era experimentado por una persona o personas haciendo el efecto para lo que Dios lo dio, esta persona convocó en su hogar a otros para compartir de la poderosa verdad que cambio su vida, y así sucesivamente hasta llegar más y más lejos a más y más personas. así como esta corriente eléctrica con poder para dar luz y calor en nuestros hogares, el evangelio de Jesucristo se extendió por muchos lugares, formando pequeños congregaciones familiares, grupos de oración y para compartir el evangelio, la hermandad, el amor y la ayuda mutua, de esta forma la iglesia se multiplico y creció.
Cuando una iglesia estaba establecida, crecía y maduraba, era usada por Pablo como base para llevar el evangelio a las áreas adyacentes, estas iglesias a pesar de la persecución existente, nos solo velaron par su crecimiento tanto en fieles como espiritualmente, sino que por medio del disipulado local hecho por el mismo Pablo, sus emisarios, o los ancianos establecidos, fueron animados para entregar lo que habían experimentado del señor Jesucristo y de su santo evangelio, de esta forma vemos que se establecieron pequeñas congregaciones en las casa de muchos de los creyentes, comenzando primero por un pequeño grupo de oración y estudio bíblico par posteriormente crecer como iglesias en todo su esplendor.
Este mismo principio deberíamos nosotros usar en estos tiempos. No muchos tenemos la misma persecución a la que las iglesias establecidas por Pablo padecieron, sin embargo debido principalmente al poco interés por ser esos cables transmisores del evangelio, vemos que este se pudiera quedar estacionado en algún lado. Duele saber y ser testigo que este hermoso evangelio de la gracia de Dios, pudiera llegar a los lugares más recónditos del mundo, si verdaderamente fuéramos hijos, discípulos obedientes como lo fueron estos primeros creyentes de las iglesias Paulinas.
Que es lo que nos ha pasado a mujeres y hombres de Dios en estos tiempos modernos llenos de facilidades?, Porque nos hemos aislado solo en un lugar. No es que al santo evangelio  se le haya terminado ese poder de Dios que Pablo habla, de ninguna manera, este santo evangelio continua siendo poderoso para salvación de todo aquellos que por medio de él creen. Es tiempo que nos examinemos como es que estamos construyendo la iglesia del Señor, no como construyendo sistemas de organizaciones de hombres, aunque necesitamos ser organizados, sino en la simpleza de que todos como buenos discípulos seamos siempre portadores de buenas nuevas, allí donde el Señor dirija nuestros pazos.

6.    Conclusión.

Dios le da vida de su vida en un Pablo que era su enemigo, quien lo perseguía. Dios mismo lo llama con llamamiento santo e irrevocable, Dios mismo lo dota de poder y de dones espirituales en su vida para usarlos en medio de su trabajo y finalmente Dios lo envía, le da una visión y una misión, lo dota de sabiduría y coloca en su corazón un evangelio de gracia y amor, el de Jesucristo. Pablo esta consiente quien es quien lo ha llamado y está seguro del fruto de su trabajo y de que llegará a la meta.
Al igual que Pablo, hay muchos que Dios ha seguido creando, llamando, dotando y enviando. Quizá tú seas uno de ellos, quizá ese poderoso evangelio que predicó Pablo y que llego también a ti para darte vida, está ahí dentro de ti esperando ser anunciado.
Ahí a tu lado con toda seguridad hay personas interesadas en él, en escucharlo, en que las manifestaciones de las grandezas de Dios cambien sus vidas. No sé si al lado tuyo has notados que hay personas angustiadas, tristes, deprimidas, inseguras, arrogantes, con diferentes problemas. Has pensado que tú eres una fuente de agua de vida ahí donde Dios te movió, que eres luz del mundo, sal de la tierra, verdadero hijo de Dios, portador de buenas nuevas. Qué esperas, que baje un ángel del Señor y te hable personalmente? O que la voz audible y potente de nuestro Dios retumbe como trueno para creerle? Yo te reto hoy para que por lo menos lo intentes, si tú crees que no puedes, que no tienes el suficiente conocimiento bíblico para esto, estas equivocado. Dios escogió lo necio para avergonzar a los sabios, si tú dispones tu corazón y tú boca y tus manos, Dios se manifestara a través tuyo, El hará de ti ese ministro competente de este nuevo pacto de su gracia. Hoy te animo para que por primera vez lo hagas, él no te dejará en vergüenza.

09 enero 2013

Perseverando,unánimes en oración

Hechos 1:12-14 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo. Y entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos. 


Hechos 2:1-4 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Hechos 4:24-33 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; que por boca de David tu siervo dijiste:
¿Por qué se amotinan las gentes, 
Y los pueblos piensan cosas vanas? 
Se reunieron los reyes de la tierra, 
Y los príncipes se juntaron en uno 
Contra el Señor, y contra su Cristo.
Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera.
Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común. Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.


Introducción:
Al comenzar este pequeño tratado, mi intención es animar a mis hermanos  que leen este artículo a orar de acuerdo como Dios y Jesucristo nos mandó y enseñó. No deseo colocar ante ustedes crítica destructiva, sino simplemente a algunos pensamientos para que meditemos acerca nuestras reuniones de oración. Debo de afirmar que comenzando por mí mismo debo exhortarme, porque siento mi debilidad sobre este asunto y pido a Dios la bendición para mí y para todos nosotros, especialmente los que junto conmigo perciban que debemos mejorar en cuanto a este asunto.
Orar es una conversación íntima entre nuestro espíritu y El Espíritu de Dios que mora en nosotros, esta es una charla amena, intima de gran confianza. Como es un dialogo, no es solamente un monologo de parte nuestra. Es necesario tanto hablar como escuchar, esto es muy importante en este ejercicio espiritual. Nosotros estamos más dados a hablar todo el tiempo, sin parar para nada, no sé si hemos entendido mal o si se nos ha pegado algo de legalismo religioso,  a veces creemos que entre más hablemos y más fuerte lo hagamos, y si somos muchos, Dios nos escuchará más. Esto no debe ser así hermanos míos.

Análisis:
Cuando nos reunimos como santos del Señor para orar noto que no lo hacemos en la libertad que Dios nos ha dado. Parece ser que hemos olvidado donde comenzó la iglesia, en el pentecostés en medio de la oración y posteriormente durante el periodo en que la iglesia se multiplico más a pesar de la persecución, experimentando del favor de Dios y de su santa presencia por medio de milagros y prodigios en medio de una sociedad contraria a ellos.
Al analizar la escritura noto que los que entre los que estaban allí presentes en el pentecostés estaban los primeros ancianos (apóstoles) de la primera iglesia, junto con lo que serían también diáconos y que juntos liderarían esta primera iglesia.
A mi parecer todos los ancianos y diáconos que lideran la iglesia deberían estar presentes en las reuniones de oración de toda iglesia que se llame cristiana, este es el modelo y enseñanza que nos dejaron los padres de la iglesia y el mismo Jesucristo. Yo hago un llamado y exhortación a cada uno de estos vasos que Dios escogió para dirigir y liderar su santa iglesia sobre la tierra,  para que tomemos nuestro puesto en la batalla, hay que tomar decisiones espirituales todo el tiempo: Hay que llevar acabo la visión y la misión que Dios nos entregó,  hay que entregar el alimento a los creyentes, hay que aconsejar al quien pide consejo, hay que administrar los bienes de la iglesia, en fin hay que hacer muchas funciones, pero como las podremos hacer sino estamos unidos espiritualmente mediante la oración, como podremos entendernos y saber cuál es la voluntad de Dios, si solo nos encontramos algunas veces para tomar algunas decisiones solamente.
Somos las columnas visibles de la iglesia, es decir que somos ejemplos para ver, si Dios nos llamó a liderar su santa iglesia tenemos que saber que los creyentes de dios nos seguirán y harán nuestro ejemplo. Una sola golondrina no hace verano, juntos y unánimes, llenos del Espíritu Santo podremos avanzar, lograr los objetivos trazados, y llegar a la meta victoriosos para la gloria de Cristo.

UNANIMES, significa, como uno solo, en perfecta unidad, como si fuera un solo cuerpo con una sola alma, con el mismo sentir. Aquel grupo de hombres y mujeres, sencillos e imperfectos como nosotros, se habían reunido en un lugar específico, el aposento alto, con un determinado propósito, elevar oración a Dios y esperar juntos la promesa de Dios, o, presentar sus peticiones den fe delante de Dios, siguiendo adelante en el mandamiento que Dios dio de acuerdo a la gran comisión.

Perseverar quiere decir continuar haciendo en fe, hasta recibir la promesa de Dios, no es desanimarnos si no recibimos inmediatamente la respuesta de Dios a nuestras peticiones, es continuar haciendo lo que Dios ha puesto en nuestros corazones aunque no veamos respuesta inmediata,  ya que esta llegará a su tiempo.

Noto que cuando nos reunimos como iglesia para orar juntos, se han levantado algunos patrones que deberíamos revisar. Así mismo propongo que se tome en consideración estas pequeñas y sencillas propuestas que El Señor ha puesto en mi corazón y que quiero nombrar a continuación:
1-     Es cierto que debemos orar en orden, una persona debe liderar la oración, más esto no significa que solo esta persona levanta su voz, mientras los demás, quizá por timidez u otro rezón no lo hacen.

2-     Debe haber orden, pero el orden no debe ir en contra de la libertad espiritual para poder orar, en mi parecer cundo uno de los presentes ora, los demás deben estar atentos escuchando y apoyando en la oración, cuando la oración ha terminado debe estar seguida de una pausa para meditar o por una alabanza. Como lo anote arriba nosotros somos dados a hablar mucho, pero es necesario también escuchar en silencio lo que habla Dios a nuestro corazón, recordemos que cuando oramos, no es un monologo con nosotros mismos, sino un dialogo con Dios. Tampoco es una carrera de apuestas para saber quién ora más tiempo, mejor o más espiritual como lo hacían los fariseos.

3-     Cuando oremos al unísono, debe haber un orden, coordinado por quien lidera, quien informará el motivo o la razón por lo que oraremos, en esta clase de oración se debe hacer bajando un poco el volumen de la voz, no es el o los que más griten, Dios escucha lo que sale de nuestro corazón sin necesidad de gritos, él no es sordo. Esta oración debe terminar en un tiempo prudente cuando ya no es al unísono, sino solo uno llevando un discurso largo el cual se torna monótono, quien lidera la reunión tomara la palabra cuidadosamente.

4-     Si hay imposición de manos en medio de la oración, la iglesia debe saber con anterioridad quienes son los vasos en los cuales Dios ha puesto dones específicos para la bendición de toda la iglesia,  por ejemplo sanidad, profecía u otros. Debe haber un orden  mientras uno impone manos los demás apoyan en la oración.

5-     Es cierto que Dios ha colocado una autoridad en medio de nosotros, llámese, apóstoles, pastores, profetas, maestros o evangelistas, pero esto no significa que una persona en medio de la oración no tenga libertad para orar un poco más largo o más alto, que estos sin considerarse inhabilitado o que se está pasando por encima de la autoridad  de ellos. Cuando alguien está orando no se debe cortar intempestivamente, esto es falta de respeto y si se hace con alguien comenzante este no volverá a intervenir y es posible que otros tampoco lo hagan por temor a que suceda lo mismo con ellos y queden en vergüenza delante de los demás. Si un comenzante no ora adecuadamente o fuera del contexto o sentir del grupo, este debe ser instruido por separado por quien este designado para hacerlo, no por cualquiera.

6-     Cuando oremos en grupo se debe evitar el discurso largo, la oración indefinida de una sola persona, esto causa monotonía a la reunión.

7-     La oración común en la iglesia es un derecho que tenemos todos los creyentes para comunicarnos con Dios, es un deleite que ninguno nos debemos de perder. Sin embargo no sé si todos los ancianos y diáconos de la iglesia lo hemos entendido así ya que todos deberíamos estar presentes como las partes más visibles de la iglesia. Los demás seguirán a nuestro ejemplo.

8-     Es necesario organizarnos como cuerpo espiritual, los ancianos y diáconos liderados por el pastor son las personas que en grupos o individualmente estamos llamados a liderar este ejercicio espiritual, el pastor no debe de estar estresado mirando a quien coloca cada semana, somos un cuerpo espiritual que funcionamos juntos y nos apoyamos todos mutuamente.

Consideraciones finales.
Lo que anhela mi corazón es que como un cuerpo espiritual podamos reunirnos en armonía para tener una amena reunión de comunicación, dialogo con nuestro Dios y así mismo poderle agradecer y dar la adoración que Él se merece. Si deseamos que a la mesa del Señor lleguen más invitados, debemos comenzar con nosotros mismos, ser llenos del Espíritu Santo. Miremos lo que hizo Dios con aquellos 120 después de haber sido llenos de su Santo Espíritu, hagamos lo mismo, aprendamos de ellos. La promesa de Jesucristo para nosotros, así  como su oración delante del Padre no fue solo para estos 120, sino para los que habíamos de creer  en Jesucristo  después de ellos. Recuerden Dios añadirá a la iglesia los que tienen que ser salvos, los que Dios tiene dispuestos para cada pequeña o grande congregación,  más Él requiere que seamos una iglesia unida comenzando desde sus pastores hasta el último que el Señor envió y que perseveremos en la oración, Él requiere que compartamos en unidad y nos amemos los unos a los otros como hermanos en Cristo, como sus amados hijos.

Mi llamado también es para todos los demás, mujeres, hombres, jóvenes y ancianos, para que tengamos en nuestro corazón nuestras reuniones de oración y no faltemos a ellas. Seamos del grupo de personas que perseveramos unánimes en la oración, que no desmayamos, sino que estamos atentos y en guardia velando por los más débiles y para que la obra del Señor sea grande cada día. Amados creyentes, hijos de Dios, mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía…porque allí envía El Señor bendición y vida eterna.

Mi llamado es a todos los que de una u otra forma tiene que ver con una iglesia de Cristo, para que como este grupo de 120 valientes, escogidos por Dios para hacer una misión, la cual hoy subsiste y crece poderosamente, para que perseveremos en la oración, en unidad, en la doctrina de los apóstoles, en la partición del pan, en el servicio a la comunidad, siendo luz en medio de la oscuridad, sirviendo como mismo Jesucristo lo haría, para llevar ese fruto en nuestro contorno donde Dios nos ha colocado para la única gloria de nuestro Señor Jesucristo.

Animémonos los unos a los otros asistiendo a nuestras reuniones comunes ya sea de enseñanza, adoración, oración, células familiares u otras. No demos lugar al diablo quien viene con palabras negativas y destructoras  por medio de personas para desanimarnos, para dividirnos, para debilitarnos. Recordemos que somos hijos de Dios y como hijos de Dios tenemos derecho a sentarnos a su mesa, a compartir con él, a comer con él, a dialogar con él, a escuchar su consejo. Tenemos derecho a gozarnos como un cuerpo unido alabando su santo nombre y compartiendo de sus abundantes bendiciones. No permitamos que ninguna razón, o motivo, ni nadie nos prive de este derecho. Los invito a utilizar todo medio de comunicación: teléfono, Facebook, E-mail, cuando nos encontramos personalmente, para animarnos  a encontrarnos y gozarnos en unidad de la presencia santa de nuestro amado Dios en medio de nuestras reuniones.
Les bendigo en el nombre de Jesús, somos más que vencedores en su santo nombre.

Oración:
Padre bueno vengo agradecido delante de ti en el nombre de Jesús. Te alabo padre porque tú mereces mi alabanza y adoración: Santo, Santo, Santo eres tú, hacedor de maravillas. Padre bueno levanto delante de ti estas frases que has puesto en mi corazón, que han salido como un pequeño rayo de tu revelación  y que he escrito a través de este medio, ellas son parte de tu santa palabra. Padre declaro que ellas caerán en buena tierra, no volverán a mis bacías sino que llevaran mucho fruto para tu gloria. Levanto delante de tu altar de gracia tu santa iglesia sobre la tierra: cada persona que ha creído en tu amado hijo Jesucristo, los que han recibido tu santo llamado para servirte: Cada cuerpo de ancianos en las iglesias que componen tu reino sobre la tierra, Señor bendícelos, levántalos, fortalécelos, ven con tu santa y poderosa unción sobre ellos. Señor oro delante de ti en esta hora para que como tu santo cuerpo visible sobre la tierra podamos congregarnos  en amor, unidad, en armonía. Pido Padre Santo por todos los que han leído este mensaje para que el propósito tuyo a través de ella sea cumplido. Señor te pido que tú mismo Padre bueno por medio de tu Santo Espíritu, los atraigas hacia tu mesa, para que todos juntos podamos como tus amados hijos recibir de tu alimento y cuidado diario. Gracia Padre por este tan hermoso derecho que nos diste por medio de tu amado hijo y de tu santo Espíritu en poder hablar contigo, Gracias por que podemos llegar a ti confiados y seguros, Padre gracias por tu gran a mor y propósito para con nosotros. Amen.

03 enero 2013

Animaos y cobrad fuerzas

Un nuevo año, un nuevo comenzar, un nuevo amanecer, un nuevo tiempo por vivir está delante de nosotros los hijos de Dios. Pero como comenzar bien, como no arrancar con el pie izquierdo como dicen algunos. Creo que la mejor forma de comenzar este año es buscar las promesas de Dios en medio de la oración. Esto he hecho y esta promesa he recibido, la cual quiero compartir  con todos ustedes.

Isaías 35:1-10
Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa.
Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de El Señor, la hermosura del Dios nuestro.
Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.
El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.
Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de El Señor volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.


El profeta Isaías nos llega en este nuevo amanecer como con un canto al despertar. Pero no cualquier canto, no es un canto de tristeza, es un himno de fe, de confianza y esperanza, de alegría por lo que Dios ha hecho, está haciendo y hará en el tiempo que tenemos delante de nosotros
El profeta nos describe como el desierto, como el yermo, (terreno extremadamente pobre como el mismo desierto) y la soledad ya que allí no habita nadie, no hay vida en él, nos muestra como nuestras vidas muertas espiritualmente y bacías de la presencia de Dios, se alegrará y florecerá como la rosa, nos está profetizando, lo que habría de acontecer con la venida del Señor Jesucristo para darnos salvación, nos revela claramente la felicidad de una humanidad perdida sin fruto y sin posibilidad, sin vida espiritual, en soledad separados de Dios, pero que al recibir al Mesías, a Jesucristo, toma vida, y al tomar vida, se llena de gozo y de gloria, pero no de cualquier  gozo o cualquier gloria, es del gozo de la salvación por medio de la gracia de Dios, la cual nos viste del mejor vestido, la gloria visible de Dios a través de nosotros por medio de nuestras vidas.

No solamente floreceremos sino que floreceremos profusamente, es decir en sobre abundancia, no sé si tú has visto un campo sembrado de almendros y otros plantas en la primavera, así nos vestiremos  de la gloria de Dios, en sobre medida con su santa presencia en nosotros de tal forma que esta gloria será vista. También nos llenaremos de mucha alegría, de tanta alegría que es desbordante ya que cantaremos pero no de cualquier forma, sino llenos de júbilo  y todo esto solo por una razón: Veremos la gloria de Dios su hermosura y santidad en medio de nosotros. Este tiempo es ahora, Dios este en medio de nosotros, el ya vino, él está obrando en nuestro interior, él  ya salvo, él ya nos vistió de su gloria, él ya nos llenó de su vida. Ya no estamos más muertos como desierto, ya no estamos en soledad ya que su Santo Espíritu habita dentro de nosotros. Quien no se alegra, quien no se goza, quien no canta alabanzas de júbilo al Dios Salvador, Aleluya! Aleluya!, Aleluya!... al saber que esta grande promesa se ha hecho verdad en nuestros días?.

Después de escuchar este cantico de confianza y fe en el Señor, la promesa nos exhorta a tomar una actitud como salvos en Cristo, fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza. Puede ser que  algunos de nosotros estemos con nuestras manos cansadas, con nuestras rodillas endebles, por lo cual Dios nos anima para que nos fortalezcamos delante de su presencia, para que afirmemos nuestras rodillas y en cambio de basilar pensando en nuestras fuerzas, en nuestras capacidades, confiemos en el propósito de Dios con nosotros y continuemos la carrera que tenemos por delante, sabiendo que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

También nos envía a decir, a predicar las buenas nuevas, nos envía a los de corazón opacado con un mensaje de Dios: “Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará. Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad.”
Es este el llamado del Señor para este año: No desanimarnos por razón de nuestro cansancio, sino a fortalecernos en El Señor ya que la obra que hagamos para Él no es en vano.

Esta santa promesa de Dios me recuerda una vez más del llamado que el Señor hizo a mi corazón ya hace un tiempo atrás, pero que ahora vuelve a recordármelo con mucha fuerza. Yo sé que así como se lo dio al apóstol Pablo, también pueda que hasta algunos de ustedes haya llegado: “ Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.”

Que retribución tan grande es para el que lleva las buenas nuevas de salvación, ver que los ojos de los ciegos se abren para ver la gloria de Dios, que los oídos sordos escuchan su santa palabra, que el cojo camina por sendas nuevas y salta de alegría y que la lengua del mudo cante de gozo al Dios nuestro Salvador. Todo esto y mucho más sucede cuando el pecador muerto en sus delitos y pecados recibe nueva vida, la vida de Cristo en su ser, cuando el milagro de salvación se hace realidad delante de nosotros, por esto el mismo nos anima: “Esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará”. Él es quien ha venido para dar vida, para dar salvación, pero nosotros como sus escogidos, como sus llamados debemos levantarnos, debemos ponernos sobre nuestros pies ya que para esto es que el Señor nos ha dado vida, este es el propósito de Dios con nosotros, él quiere mostrar su gloria a través nuestro, para que medio de la predicación del evangelio de Jesucristo, los ciegos abran sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban por la fe que Dios mismo ha regalado como sus escogidos y predestinados, perdón de pecados y su herencia entre los santificados.

12 meses tenemos por delante de nosotros para utilizarlos bien, para que la gloria de Dios se muestre en medio de nuestro, para que seamos verdaderos ministros y testigos de las cosas que hemos visto y experimentado en nuestras vidas de Cristo nuestro gran Salvador. 12 meses para gozarnos trabajando en la mejor empresa, en la que mejor paga, en la que más da gozo trabajar. Que alegría es saber que Dios como nuestro Señor nos eta enviando a tan importante misión. Yo iré, mis manos cansadas y mis rodillas endebles el 31 de diciembre hoy han cobrado nuevas fuerzas, si tenía algún temor ya no lo tengo, ya que tengo la promesa fiel de mi Dios: Él ha venido y está conmigo, el mismo pondrá palabra en mi boca, el mismo ha venido con retribución y pago, él ha venido, está en medio de nosotros y el mismo salvará.

Ojala pudiera predicar esta palara con la fuerza y convicción que el Señor me ha dado en algún pulpito, pero si nos es así confió que tú que la lees la puedas compartir para la gloria de Dios.

Amados mi oración a Dios es por ti que como ministro y sacerdote de Dios sea portador de buenas nuevas todo el tiempo, para que no te canses ni desmayes. Por ti, sí tienes tus manos cansadas o tus rodillas endebles para que Dios te fortalezca y afirme. Mi oración es por ti padre de familia como sacerdote de Dios en tu hogar, mi oración a Dios es por ti madre para que seas una esposa y madre sabia, es por ti hijo par que no desperdicies tu tiempo, mi oración a Dios es por mí también para que no desmayemos para que con mucho denuedo y valentía corramos la carrera que tenemos por delante y al final del año podamos estar satisfechos y darle gracias a Dios por  su obra manifestada en medio nuestro. Gracias Dios mío por este año, estamos en tus manos, confiamos en tu gran fidelidad y si tú nos has llamado henos aquí Señor, has de nosotros conforme a tu santísima voluntad. Señor muéstranos lo que tenemos que hacer y lo haremos. AMEN.

Los despido con la última parte de la promesa de Dios para que tú mismo la disfrutes y la vivas para la gloria de Dios, me gusta mucho ahí donde dice: “; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará”, así lo creo lo crees tú?
“Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará. No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de El Señor volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.”