23 enero 2013

Establecer nuevas iglesias- Esparciendo la semilla

Nacimiento, llamado, visión y misión de Dios:
Hechos 26:16-18 “Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti, librándote de tu pueblo, y de los gentiles, a quienes ahora te envío, 
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados.

Debo confesar que uno de mis personajes predilectos y modelos de mi vida es el apóstol Pablo, es tremendamente enriquecedor para mi vida cada vez que leo su obra, partiendo de su nuevo nacimiento como hijo de Dios, el cambio completo de su vida, al pasar de perseguidor a perseguido, el de guardador de la ley a predicador de la soberana y abundante gracia de Dios. Es tremendamente emocionante sumergirse en la santa escritura y entender cada vez más del significado de su santo  llamado al servicio de Dios, comenzando por su nacimiento y transformación de Saulo a Pablo, de inmediato la predicación del mensaje de Jesucristo en medio de los Judíos primeramente y después los gentiles, de su seguridad en cuanto a su llamado y a su misión a pesar del rechazo y olvido aun por parte de los apóstoles establecidos en Jerusalén. Es de admirar y seguir, su ejemplo, el denuedo, firmeza, seguridad y fe  en seguir adelante a pesar de las tremendas dificultades que estuvieron delante de él, ya que no solo el ir a un pueblo desconocido y hostil fue una gran dificultad, sino la misma persecución que recibió de los judíos a quien el pertenecía y de la misma iglesia de Jerusalén liderada por Jacobo, quienes se contrapusieron a su obra misionera, a la doctrina y verdad revelada por el mismo Dios, que él estaba enseñando por donde proseguía su viaje guiado siempre por el Señor.
Cuantos de los que Dios ha llamado después de él, hubiesen querido alcanzar de alguna manera la obra misionera de Pablo, cuántos sueños y visiones de muchos hombres que han seguido su ejemplo han marcado la vida de muchas personas en diferentes partes del mundo, tanto en tiempos antiguos como en nuestros días, entre ellos podríamos nombrar algunos pero no terminaríamos de escribir una lista encabezados, por los mismos padres de la iglesia quienes con sus vidas en juego prosiguieron el mandato del Señor en ir a las naciones de predicar el evangelio de Jesucristo a toda criatura. Posteriormente en la reforma por Lutero, Calvino,Hus y otros y posteriormente en la después de la reforma, como Spurgeon o muchos otros hasta el día de hoy.

Al llegar a nosotros este mismo llamado y esta misma misión de parte de Dios, me he hecho esta pregunta vez tras vez: Que fue lo que hizo el Apóstol Pablo para alcanzar a tantos pueblos en tan corto tiempo y de tan excepcional forma. Es bien cierto que él fue todo el tiempo guiado por Dios, que él no se movió si Dios no le indico a donde moverse, es también bien cierto que su vida estuvo el 100% dedicada para servirle a Dios, mas escudriñando la escritura encontré este proceso que el uso vez tras vez para constituir nuevas iglesias y avanzar en la misión encomendada por Dios, la cual quiero compartir contigo.

Hechos 14:21-28 “Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.
Pasando luego por Pisidia, vinieron a Panfilia. Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia. De allí navegaron a Antioquía, desde donde habían sido encomendados a la gracia de Dios para la obra que habían cumplido. Y habiendo llegado, y reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de la fe a los gentiles. Y se quedaron allí mucho tiempo con los discípulos.”

1.    Anuncio el evangelio.

Lo primero que Pablo hizo, al llegar a un lugar, antes de hacer alguna amistad en medio de los habitantes de un sector desconocido a donde el llagaba era predicar el evangelio de Jesucristo, el sabia claramente que este era la llave de entrada a ese lugar, él sabía que el poder del evangelio de Jesucristo tocaría corazones, abriría puertas, el nunca busco primero hacer otra cosa que no fue anunciar las buenas nuevas de salvación. Más tarde en nos escribiría a cerca de su experiencia en cuanto anunciar el evangelio, en Romanos 1:16-17 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”
Pablo sabía este secreto, que el evangelio de Jesucristo. Por esta razón él nunca tuvo vergüenza de predicarlo, como el Señor Jesucristo le indico en su primer encuentro, allí en la vía a Damasco. Pablo tenía la seguridad que el anunciar el evangelio, muchos de los que lo escucharían, actuaría en ellos lo mismo que actuó en el: la fe y el arrepentimiento puestos por Dios en los corazones de todos sus hijos, el sabia mediante este mismo poder del evangelio, habrían nuevas vidas, nuevos nacimientos, que Dios mismo se manifestaría dando vida, llamando, tocando y atrayendo a cada corazón a ser parte de este nuevo grupo que se llamó iglesia.
La pregunta es qué hacemos hoy cuando viajamos de misión, con el objetivo de establecer nuevas iglesias, cual es nuestra metodología, nuestra estrategia para hacer el llamado del Señor en el cumplimiento de la gran comisión. Podríamos los apóstoles y misioneros de este tiempo decir como Pablo: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación.” En verdad no nos avergonzamos de predicar el evangelio donde Dios nos indique y con quien Dios nos muestre, sea hasta con la persona el más humilde o con el rey más en eminencia?. En el lugar más cercano y cómodo o en lugares inhóspitos y apartado del mundo? Muchos deseamos predicar pero exigimos condiciones mínimas para hacerlo, exigimos que nuestro equipo de evangelización y misión tenga todas las comodidades i garantías en cuanto a el local donde predicaremos, las condiciones del sonido, y muchas veces hasta paga pedimos si accedemos a predicar lo que llamamos misión para entregar el evangelio de Jesucristo. Qué triste es esto pero lejos estamos de hacer lo que este verdadero apóstol i misionero del Jesucristo nos enseñó.

2.    Ejercía disipulado en medio de los nuevos creyentes.

En mi corta vida de agricultor, hasta mis los 12 años, o bien plante algunas semillas u observe a mi padre cultivarlas. Cuando uno planta una semilla espera que esta nazca, crezca y de mucho fruto, pera para que esto suceda es necesario darle el cuidado y alimento que esta requiere, ante todo en su primer periodo después de que sea visible sobre la tierra.
También pude ver cuando una oveja tenía su crio, como el corderillo permanecía todo el tiempo, con su madre para ser alimentado mientras poco a poco aprendía a rumiar pasto, y no era separado de esta hasta no valerse por sí mismo.
De la misma forma Dios nos mandó a regar la semilla y no solamente a regarla sino a perseverar cuidándola hasta que este madura y de fruto.
Si bien Dios mismo, todo lo hace, todo está bajo el cuidado y voluntad y es el quien da el alimento y hace que crezcamos y demos fruto; Tambien es cierto que él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
El mandato del Señor no fue solo ir a predicar la buenas nuevas del evangelio de Jesucristo, no fue solamente a hacer creyentes, o, a hacer salvos, como algunos lo entienden erróneamente, esta es apenas la mitad del  mandamiento.
El mandato del Señor fue: Id por todo el mundo a predicad el evangelio y haced discípulos.
El hecho de formar discípulos requiere tiempo, dedicación, comunicación, amistad y compañerismo. No podemos llegar a un lugar donde somos invitados pronunciar un mensaje de unos minutos y seguir a otro lugar para hacer lo mismo y por lo tanto llamarnos apóstoles o misioneros del Señor. Pablo dedico tiempo en este asunto, él nunca después de anunciarles el evangelio siguió su camino y los dejo a la deriva, el los asistió en el proceso de fortalecimiento en su fe y en la madurez posterior a su nuevo nacimiento, si no lo hizo personalmente, entonces lo hizo por medio de emisarios que el mismo entreno con este propósito, enviando cartas de enseñanza, animándolos y exhortándolos a seguir adelante y volviendo a ellos cuando así lo indico el Señor.
A pesar de las tan difíciles circunstancias para ejercer este seguimiento y discipulado debido principalmente a los medios de comunicación existentes entonces, Pablo lo hizo y por esto vio resultados.
No sé cuánto tiempo tomaría un emisario a lomo de asno o de camello o en un barco de vela, para llevar una carta de donde se encontraba Pablo a las iglesias a las que el escribía constantemente, más él nunca se cansó de hacerlo, es por esto que hoy nos podemos deleitar de las enseñanzas de discipulado que él escribió vez tras vez a las iglesias que el estableció.
Pablo tenía claro que el solo no podría hacer la obra misión encomendada, bien desde su misma partida de Antioquia fue parte de una grupo de trabajo. Al comienzo, solo cuatro: El espíritu Santo, Pablo, Bernabé y Marcos, este último tomado como discípulo de ellos, para que experimentará verdaderamente de la misión ordenada por Dios.
Pablo entendió desde un comienzo que la obra se expandiera solo mediante la predicación del evangelio de Jesucristo y de hacer discípulos, como era la receta del Señor. El solo hizo y obedeció el mandato del Señor. Mas como afirme arriba el hacer discípulos requiere de tiempo, él también pudo darse cuenta que existían diferentes vasos con diferentes dones con diferentes llamados si bien todo por el mismo espíritu de Dios. El estableció ancianos, pero también tomo par si, personas como Silas, Timoteo, Tito Lucio, Jasón y Sosípater, en los cuales invirtió seguramente mucho más tiempo y dedicación, no solo en la enseñanza de la palabra sino en moldear sus caracteres y su forma de vivir y servir a Dios. De esta forma cuando llego el tiempo y los impedimentos ya como cárcel, enfermedad u otras razones, Pablo los uso como sus emisarios. Démonos cuenta que este entrenamiento de vasos especiales mostrados por Dios es parte del discipulado diseñado por Dios, para el crecimiento y maduración de su santa iglesia.

Que diferencia y ventaja en este sentido tenemos nosotros en nuestros tiempos, con los avances en las comunicaciones y la electrónica en nuestro mundo moderno, deberíamos rendir más en esta tarea disipular. Mediante el uso del teléfono a menudo para comunicarnos con los ancianos establecidos, en las diferentes iglesias podemos sin lugar a duda ejercer más efectivamente esta tarea encomendada por el señor. 
Que reconfortante es cuando uno de nuestros discípulos al otro lado del océano o en otras naciones y continentes recibe una llamada nuestra o cuando nosotros como discípulos la recibimos de quien nos discípula. Más no solamente el teléfono es el único medio por el cual podemos comunicarnos. Ya no hay que ir en camello para llevar una carta, ni nos cuesta tanto dinero enviarla, sino que a través del correo electrónico, completamente gratis tarda unos pocos segundos el comunicarnos con nuestros discípulos. Si el interés es vernos en nuestros ojos en un encuentro personal también lo podemos hacer en vivo y en directo y sin costo alguno mediante una conferencia por video directo. La pregunta es qué nos pasa para no hacer este trabajo de discipular a los que Dios nos dio?. No podemos decir que es falta de tiempo, o que es costoso, sino sencillamente que no tenemos voluntad para hacerlo y cuando esto sucede  no podemos preguntarnos porque es que las congregaciones no prosperan tanto en madurez espiritual como en número de creyentes. La respuesta es al no ejercer esta tarea discipular, los hemos dejado solos, aislados en el mundo. Creo que es el momento para que si en verdad Dios nos ha llamado a prestar este servicio, lo hagamos con dedicación y amor, de lo contrario deberíamos dejarlo para los que en verdad lo tengan se encarguen de hacerlo y nosotros ocuparnos para lo que Dios nos ha escogido.

3.    Y constituyeron ancianos en cada iglesia.

Después de dedicar tiempo compartiendo con ellos en la enseñanza de la palabra, Pablo vio la necesidad de establecer ancianos (plural) para que estos se encargaran del gobierno de la iglesia. (véase estudio, el gobierno de la iglesia local.)
En el cuerpo o grupo de ancianos de la iglesia, esta la responsabilidad de continuar la edificación de la iglesia local, Dios los dotó de dones , tanto los dones da el Padre, como el Hijo, como el Espíritu Santo, para poder gobernar su más preciada creación, su cuerpo visible sobre la tierra, su santa iglesia.
Si en una iglesia no funciona este grupo de ancianos, la iglesia esta a la deriva. Si la iglesia depende una sola persona esto no es bíblico, ya que como iglesia funcionamos como un cuerpo bien conformado.
                                                              
4.    Perduro constante en la misión encomendada. Hech. 15:36; 18:22-23, 1Tesal. 3:1-13

En mis años juveniles practique tanto el atletismo como el ciclismo de ruta, estos son deportes de fondo muy exigentes, lo primero que uno debe saber es que tiene condiciones innatas para practicarlos, de lo contrario dedíquese a otro deporte para el cual tenga condiciones. Después de tener esto claro, se debe de tener en cuenta que existe un periodo de preparación y entrenamiento fuerte y exigente, que requiere de muchos sacrificios dedicación y cuidado personal.
Cuando el deportista sabe que va a correr una maratón o una carrera de ciclismo de varias etapas, tanto largas como de montaña, en frio, en calor, contra el viento, a solas o acompañado, sabe que lo que va a correr es largo y exigente, que tomara tiempo, que deberá correrá inteligentemente, si es de ciclismo, sabe que será parte de un equipo con quien trabajara juntos y coordinadamente para conseguir al final y dar un resultado. Sea una maratón o una carrera de ciclismo por etapas, una sabe que no arranca a toda velocidad, de tal forma que las fuerzas no alcancen sino para el primer kilómetro, sino que correrá sabiamente teniendo por seguro que llegará a la meta final.
Cuando Pablo escucho el llamado de Dios y la misión y visión que Dios le dio, él sabía que esta misión no sería nada fácil, tampoco pensó, de acuerdo a sus cartas, que terminaría a la vuelta de la esquina y ni siquiera pensó o tubo la duda que fracasaría o que la misión encomendar por Dios no daría el fruto esperado, todo lo contrario nos deja saber a través de sus cartas: La obra que Dios comenzó lo llevara a feliz término…, él nos escribe como participante de una carrera y en medio de esta carrera nos escribe con la firme convicción que llegara a la meta del supremo llamamiento, ya al final de su vida nos hace saber que ha llegado a la meta.
Pablo, no termino sus viajes cuando recibió el primer rechazo, o cuando inicialmente no vio ningún resultado, o cuando su cuerpo experimento, cansancio o enfermedad, todo lo contrario por cada kilómetro recorrido, por cada lugar visitado, por cada evangelio anunciado se sentía en mejor forma y con más deseos de proseguir su misión. Él tenía muy claro desde el mismo comienzo de su encuentro con Jesucristo, allí camino a Damasco que llegaría a donde Dios le había enviado hasta los mismos reyes, el sabia y entendía claramente que la promesa de Dios es fiel. Cuando el partido de Antioquía, tenía la seguridad plena que la visión que Dios había puesto en su corazón se llevaría a término y volvería de su viaje misionero con buenas noticias.  Si leemos detenidamente el libro de los hechos y sus cartas, nos daremos cuenta que su entusiasmo y fortaleza no solo estuvo para comenzar, sino que al contrario su fe y entusiasmo crecía como crecía la obra del Señor día tras día.
Otra de las verdades que podemos extraer de la escritura, es que él tuvo claramente estas tres cosas: Nacimiento de nuevo, llamamiento de parte de Dios, una misión encomendada por Dios y una visión también dada por dios para hacerlo, recibió las estrategias y los recursos de parte de Dios, en forma de dones espirituales, como en la provisión  y cuidado de Dios.

5.    Expansión de la obra.

Romanos 16:”Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor, como es digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Saludad a Priscila y a Aquila, mis colaboradores en Cristo Jesús, que expusieron su vida por mí; a los cuales no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los gentiles.
Saludad también a la iglesia de su casa. Saludad a Epeneto, amado mío, que es el primer fruto de Acaya para Cristo.
Saludad a María, la cual ha trabajado mucho entre vosotros.
Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes y mis compañeros de prisiones, los cuales son muy estimados entre los apóstoles, y que también fueron antes de mí en Cristo.
Saludad a Amplias, amado mío en el Señor.
Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo Jesús, y a Estaquis, amado mío.
Saludad a Apeles, aprobado en Cristo. Saludad a los de la casa de Aristóbulo.
Saludad a Herodión, mi pariente. Saludad a los de la casa de Narciso, los cuales están en el Señor.
Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a la amada Pérsida, la cual ha trabajado mucho en el Señor.
Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía.
Saludad a Asíncrito, a Flegonte, a Hermas, a Patrobas, a Hermes y a los hermanos que están con ellos.
Saludad a Filólogo, a Julia, a Nereo y a su hermana, a Olimpas y a todos los santos que están con ellos.”

La corriente eléctrica que nos llega a nuestros hogares es producida muy lejos de nosotros, quizá allá en la lejana montaña de la caída de agua o de una planta nuclear, sin embargo ella es conducida por redes de transformadores y pequeñas centrales a través de cables hasta llegar a nosotros.

Pablo llego y anunció el evangelio de Jesucristo en una ciudad o pueblo, cuando este evangelio que estaba (sigue estando) lleno de poder de Dios, era experimentado por una persona o personas haciendo el efecto para lo que Dios lo dio, esta persona convocó en su hogar a otros para compartir de la poderosa verdad que cambio su vida, y así sucesivamente hasta llegar más y más lejos a más y más personas. así como esta corriente eléctrica con poder para dar luz y calor en nuestros hogares, el evangelio de Jesucristo se extendió por muchos lugares, formando pequeños congregaciones familiares, grupos de oración y para compartir el evangelio, la hermandad, el amor y la ayuda mutua, de esta forma la iglesia se multiplico y creció.
Cuando una iglesia estaba establecida, crecía y maduraba, era usada por Pablo como base para llevar el evangelio a las áreas adyacentes, estas iglesias a pesar de la persecución existente, nos solo velaron par su crecimiento tanto en fieles como espiritualmente, sino que por medio del disipulado local hecho por el mismo Pablo, sus emisarios, o los ancianos establecidos, fueron animados para entregar lo que habían experimentado del señor Jesucristo y de su santo evangelio, de esta forma vemos que se establecieron pequeñas congregaciones en las casa de muchos de los creyentes, comenzando primero por un pequeño grupo de oración y estudio bíblico par posteriormente crecer como iglesias en todo su esplendor.
Este mismo principio deberíamos nosotros usar en estos tiempos. No muchos tenemos la misma persecución a la que las iglesias establecidas por Pablo padecieron, sin embargo debido principalmente al poco interés por ser esos cables transmisores del evangelio, vemos que este se pudiera quedar estacionado en algún lado. Duele saber y ser testigo que este hermoso evangelio de la gracia de Dios, pudiera llegar a los lugares más recónditos del mundo, si verdaderamente fuéramos hijos, discípulos obedientes como lo fueron estos primeros creyentes de las iglesias Paulinas.
Que es lo que nos ha pasado a mujeres y hombres de Dios en estos tiempos modernos llenos de facilidades?, Porque nos hemos aislado solo en un lugar. No es que al santo evangelio  se le haya terminado ese poder de Dios que Pablo habla, de ninguna manera, este santo evangelio continua siendo poderoso para salvación de todo aquellos que por medio de él creen. Es tiempo que nos examinemos como es que estamos construyendo la iglesia del Señor, no como construyendo sistemas de organizaciones de hombres, aunque necesitamos ser organizados, sino en la simpleza de que todos como buenos discípulos seamos siempre portadores de buenas nuevas, allí donde el Señor dirija nuestros pazos.

6.    Conclusión.

Dios le da vida de su vida en un Pablo que era su enemigo, quien lo perseguía. Dios mismo lo llama con llamamiento santo e irrevocable, Dios mismo lo dota de poder y de dones espirituales en su vida para usarlos en medio de su trabajo y finalmente Dios lo envía, le da una visión y una misión, lo dota de sabiduría y coloca en su corazón un evangelio de gracia y amor, el de Jesucristo. Pablo esta consiente quien es quien lo ha llamado y está seguro del fruto de su trabajo y de que llegará a la meta.
Al igual que Pablo, hay muchos que Dios ha seguido creando, llamando, dotando y enviando. Quizá tú seas uno de ellos, quizá ese poderoso evangelio que predicó Pablo y que llego también a ti para darte vida, está ahí dentro de ti esperando ser anunciado.
Ahí a tu lado con toda seguridad hay personas interesadas en él, en escucharlo, en que las manifestaciones de las grandezas de Dios cambien sus vidas. No sé si al lado tuyo has notados que hay personas angustiadas, tristes, deprimidas, inseguras, arrogantes, con diferentes problemas. Has pensado que tú eres una fuente de agua de vida ahí donde Dios te movió, que eres luz del mundo, sal de la tierra, verdadero hijo de Dios, portador de buenas nuevas. Qué esperas, que baje un ángel del Señor y te hable personalmente? O que la voz audible y potente de nuestro Dios retumbe como trueno para creerle? Yo te reto hoy para que por lo menos lo intentes, si tú crees que no puedes, que no tienes el suficiente conocimiento bíblico para esto, estas equivocado. Dios escogió lo necio para avergonzar a los sabios, si tú dispones tu corazón y tú boca y tus manos, Dios se manifestara a través tuyo, El hará de ti ese ministro competente de este nuevo pacto de su gracia. Hoy te animo para que por primera vez lo hagas, él no te dejará en vergüenza.

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