Para ellos, los profetas, era algo tan grande, tan poderoso y salido de toda lógica, de todo entendimiento, de toda razón, ya que estaban acostumbrados a vivir y caminar bajo unos parámetros diferentes, una dispensación diferente y un pacto que no se parecía en nada al que les estaba siendo revelado; pues en este Nuevo Pacto la herencia o regalo de Dios no era por las obras, mas por la fe.
Tendría que ser un regalo extremadamente grande, pues se trataba de la venida del mismo hijo de Dios en persona a la tierra.
El Dios Todo Poderoso despojándose de si mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres, para levantarlos de la condición de muerte y perdición en la cual se encontraban, de tal manera que a ellos no se les contara como pecadores, sino fueran contados como hijos.
(Filipenses 2:7)
Cómo podrían en aquellos tiempos entender el sufrimiento de Cristo y las glorias que vendrían tras aquellos que son herederos de esta Gracia? No era precisamente por la lógica de los profetas. Como podría alguien ser heredero de algo que nunca había participado o sembrado? Ser heredero de una Gracia que no merecía? ciertamente difícil de comprender.
Esos a los cuales los profetas buscaban y anunciaban somos nosotros, quienes por fe y por llamamiento santo, hemos sido escogidos por Dios, desde antes de la fundación del tiempo. Nosotros los que no merecíamos, pues no habíamos hecho ni bien ni mal, pero a El le plació darnos el regalo maravillo de su vida y hacernos parte de un reino celestial, llamándonos hijos e hijas del Altísimo.
Que privilegio, es tan grande que nuestra mente no lo puede entender, así como los profetas que lo anunciaron tampoco lo podían entender. Mas se ha manifestado y somos herederos, si herederos como dice la escritura en Romanos 8:17 "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados"
Podemos nosotros entender como el Dios creador de todo cuanto existe, por quienes fueron hechos los cielos y la tierra y todo creado por El y para El, haya querido en su amor extender su misericordia y su regalo en Jesucristo para nosotros, un pueblo que no le conocía? un pueblo que tampoco deseaba saber de Él y no le buscaba? un pueblo que estaba muerto en delitos y pecados? Es algo incomprensible pero verdadero.
Nos llamó en un tiempo de Gracia sobre Gracia, derramó de su amor en nosotros y nos dio el privilegio de conocerle, experimentarle, amarle, adorarle y vivir para su gloria y honra.
Toda rodilla dice la escritura se dobla delante de El; Todo el universo reconoce Su Grandeza, las impetuosas aguas hablan de su majestad, los vientos llevan su voz y la dan conocer en toda la tierra, los gorriones alaban su nombre, pues su creador. Las flores con su colorido reflejan su alegría y dan gloria al que las creó. Los árboles doblan sus ramas delante de Él, la nieve anuncia la grandeza y majestad de su hermosura.
Nuestro Dios, es el Señor, es el Creador y nosotros sus hijos hoy le adoramos, reconocemos que somos por su Gracia, y le damos gracias por su infinito amor.
Jeanneth/ Ministra del Nuevo Pacto, hija de Dios.
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