22 noviembre 2012

El santo llamado de Dios


Introducción.


Al compartir este precioso tema del santo llamamiento de Dios, quiero darle toda la gloria a Dios, quien es el que me ha llamado, primeramente para justificarme y posteriormente para servirle. Con dedicación y amor le serviré a él  toda mi vida.
Al hablar de un llamado santo como el que nosotros recibimos de Dios, es necesario nombrar que existen dos actores, quienes se comunican entre si y un actividad o mensaje que los conecta:

El Emisor: Es Dios mismo quien envía el llamado o mensaje. Él tiene autoridad total; al enviar el mensaje, sabe que será obedecido. Lo hace con un propósito específico previamente establecido, para llevar acabo su  plan divino en cuanto a su creación. 

El receptor: Somos los escogidos de Dios para salvación, nosotros como sus ovejas, quienes escuchamos su voz y lo seguimos, le obedecemos, recibimos el mensaje y lo ejecutamos.
Cuando él llama, lo hace bajo su plan y siempre será para bendición.

El mensaje de Dios: Es variado y esta dirigido para llevar acabo su plan previamente establecido. 
Un mensaje: Es una orden o  instrucción dada por Dios con un santo propósito, este es recibido por sus hijos quienes al escucharlo lo obedecen ya que este llamado es irrevocable.


1. Diferentes llamados, con diferentes propósitos.

En la vida del creyente encontramos que Dios llama con diferentes propósitos.

a. Llamamiento general, llamado para justificación


Es el primer llamamiento de Dios al pecador perdido, este tiene el objetivo de justificarlo, Dios lo emite, puede ser oído por todos, mas solo unos acudirán a él. El evangelio de Jesucristo será predicado a todos, más solo los escogidos por Dios para salvación podrán entenderlo y responder afirmativamente a él.

EL Señor antes de su ascensión al cielo nos dio una última instrucción muy importante en cuanto a su plan de salvación, esta instrucción tiene que ver con la predicación de su evangelio sobre la tierra:
“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” Esta es instrucción de Dios para todos sus discípulos, no solo para los 120 que estaban allí, sino también para los que habíamos de creer por medio de ellos, por esta razón hoy seguimos predicando, como sus representantes seguimos emitiendo su grito, su llamado al pecado para justificación.
Cuando Jesucristo predicó lo hizo para muchos, mas no todos los que le oyeron creyeron, lo mismo pasó con los 120, predicaron para todos, pero solo creyeron los que estaban separados para salvación, lo mismo pasa hoy. La predicación de la palabra de Dios, que es la voz de Dios es oída por todos, mas todos no atenderán a su llamado, sino solo los que están destinados para escucharla y entenderla. 

Cuando Jesucristo nos envió a predicar su evangelio, no nos dió a conocer quienes en particular lo escucharían o quienes asistirían a su llamado, sino que se nos dió la orden de predicar a toda criatura, nosotros no podemos con nuestros medios convencer a nadie, pero si podemos ir y predicar su santo evangelio. De lo demás se encarga Dios mismo, quien es el que conoce bien sus ovejas, las envía a Jesucristo quien dice que ninguna de las que el Padre le da se perderá.

Génesis 3:8-9 Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 

Recordemos que desde el comienzo, desde la misma caída de Adán y Eva,  fue Dios quien tomó la iniciativa en ir a buscarlos y llamarlos para posteriormente justificarlos. Lo que ellos hicieron después de su caída fue la de esconderse de Dios, Sin embargo Dios es quien les busca y llama. De esta manera vemos que Adan es el primero en ser llamado. 

Dios nos llama por medio de su evangelio, que es su santa palabra, la cual habla a nuestro interior. Cuando nosotros como sus ovejas le escuchamos, reconocemos su voz y atendemos afirmativamente a este llamado.  Mas no por nosotros mismos sino por el poder de su Santo Espíritu,  que actúa sobre nosotros para atraernos hacia él.  Este llamado es de carácter irresistible, es decir, el hijo de Dios que escucha su voz, no  puede resistirla, y terminará definitivamente aceptando a Cristo como su Señor, su salvador y entregando su vida al servicio de El.

Yo mismo soy testigo de ésto, yo lo he sentido aquí en mi corazón, un corazón que estaba duro como diamante en bruto , que cegado por la religiosidad en que nací, creyendo hacer bien guardando normas y tradiciones antiguas, perseguía su iglesia naciente en esta nación. Yo mismo doy testimonio vivo de que lo escuche en mi corazón, que no soporte más, al oir su amorosa voz en mi interior, y terminé postrado a sus pies.  Yo tengo testimonio de ésto; es como si hubiere sucedido ayer. Nunca podré olvidarme del sonido de su tenue pero poderosa voz, que terminó venciendo mi resistencia. No tuve ninguna posibilidad de resistirle. El me convenció y terminé rodeado de sus brazos llorando como un chiquillo y el indicándome lo que debía de hacer, dándome amor, limpiando mis heridas, mis manchas de pecado. Luego, El mismo me dió visión de su santo propósito en cuanto a mí. Yo lo viví, lo experimenté y por esto lo comparto con ustedes para la gloria de Dios.

En Romanos 8:28-30 Dios nos  enumera cuidadosamente una secuencia de actos suyos, que tienen que ver con su santo propósito en cuanto a nuestras vidas, partiendo desde  la elección, hasta su glorificación sobre nosotros.

"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó".

Estos versículos nos pueden ayudar a entender un poco más el plan de Dios en cuanto a sus escogidos. 
Aquí Dios se muestra como un Dios soberano y sabio. El con todo cálculo de detalles trazó un plan perfecto en cuanto a nuestra vida.  Leemos que él llama a los que él previamente a predestinado con un propósito, que fuésemos hechos de una forma muy especial, a la imagen de su amado hijo, pero antes nos deja conocer, que él  también de antemano nos conoció, es decir que  a los que él llama nos son desconocidos. El ya sabía y nos conocía claramente con nombre y apellido, desde antes de los tiempos. El hombre no sorprendió a Dios con su caída, de antemano el sabía y ya había proveído justificación por medio de Jesucristo, de esta forma todos los que el llamó recibirán justificación.  
Cuando Dios llama por primera vez al pecador caído, es con este propósito y lo ha hecho por medio de la sangre de su amado hijo,  de su muerte en la cruz.

Como último paso en esta secuencia, nos enseña que a éstos también glorificó. Esto es lo que el creyente experimenta en su vida diaria como cristiano, Dios se glorifica por medio de sus vidas sobre la tierra, las obras que el preparó de antemano, comienzan a hacerse visibles y muestran su gloria, y son para su gloria. 

El propósito o plan de Dios para la vida en particular en cada uno se va cumpliendo pazo a pazo, día a día. Dios no nos dejará a medias, la obra que él comenzó en nosotros la llevará a término.


b. El Llamado Especial: "Llamado a ser apóstol, pastor, maestro, evangelista, profeta". Es un llamado a servir.


Efesios 4:11-16 “ Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.

Romanos 1:1"Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios".

Juan 1,6."Vino un hombre enviado por Dios, su nombre era Juan".

Es el llamado de Dios al corazón de hombres y mujeres que Dios previamente ha seleccionado para prestar un servicio especial en su santa iglesia sobre la tierra. Este servicio es dirigido por nuestro mismo Dios, quien es nuestro amo, jefe y Señor. Demanda que lo hagamos con humildad, diligencia, sabiduría y entrega, ya que trataremos con personas que son sus mismos hijos, que son sus ovejas, siendo nosotros mismo parte de ellas.

Dios puede valerse  de muchas formas y circunstancias para llamarnos. Puede valerse de una experiencia emocional que conlleva a una espiritual en donde Dios instruye y capacita para servir. También pude valerce del producto de una circunstancia de la vida, como una terrible tragedia, que conlleva una experiencia espiritual especial ( ej. Pablo). Dios puede y hace llamamientos por medio de éstas y miles de otras formas diferentes. Pero una cosa es siempre igual. La convicción interior de que Dios ha hecho un llamado espiritual a nuestro corazón para servirlo. 

La biblia nos enseña que no hay edad mínima ni máxima para este llamado a servir, así vemos Samuel sirviendo desde niño, Timoteo siendo apenas un jovencito es enviado por Pablo a visitar las iglesias. Vemos que Pedro, Juan y muchos otros  recibieron este llamado en una edad ya adulta. 
Un hombre llamado a este servicio es llamado un siervo de Dios, ya sea para servir como: pastor, profeta, maestro, evangelista o apóstol. Todos son hombres y mujeres llamados por Dios con un común denominador, servir como Cristo sirvió. Sin embargo no podemos olvidarnos en ningún tiempo de nuestra vida de servicio, así estemos en los tiempos mas gloriosos, que seguimos siendo seres humanos, con defectos e imperfecciones que nunca llegaremos a la total perfección, para que de esta forma estemos firmes en nuestro llamado cuando llegue la prueba o el tiempo difícil.. 

La magnitud de este llamado, se hace efectiva cuando reconocemos que es de Dios, que es santo, magnífico, solemne, real, profundo, inmerecido. Un hijo de Dios con este llamado, habla con la autoridad de Dios, pero así actúa con mucha humildad, sabiendo que no es autosuficiente, sino que necesita todo el tiempo del mensaje de Dios predicado a su vida por otros siervos colegas en el servicio.
No nos podemos atrever a enorgullecernos por este don o privilegio otorgado por Dios, mas bien siendo diligentes, con humildad verdadera y responsabilidad delante de Dios, ejerceremos la autoridad divina, sin menospreciar al débil, al pobre, al hambriento, al descarriado, al que no entiende, ya que, nosotros mismos fuimos una vez como ellos, debemos recordar que somos seres imperfectos, pecadores en nuestra humana debilidad, que somos hijos de Dios en proceso de perfección  en las manos de El. 

Hay profesiones que por su responsabilidad se hacen muy difíciles de ejercer, mas yo creo que no hay una mas compleja sobre la tierra como el ser hombre o mujer al servicio de Dios. Este oficio esta lleno de muchos contrastes. Mientras por un lado es tan glorioso y gozoso servirle directamente al mismo Dios todo poderoso y depender de él, por otro lado, es una profesión que a menudo es mal entendida, tan frustrante, tan poco valorada que puede llevar a muchos a renunciar a ella, quedando con sus vidas en una profunda tristeza, ya que si bien se cesa en las funciones delante de los hombres, delante de Dios este bendito llamado es irrevocable. Y es que mientras por un lado nuestra vida, y nuestro llamado  dependen del mismo Dios, por el otro somos hombres y mujeres pecadores e imperfectos que servimos también a hombres y mujeres imperfetos, en este trasegar diario, muchas veces no nos consideramos a nosotros mismos, volviéndonos intolerantes con nuestras críticas, al ver que algunas veces  nuestras aspiraciones no son cubiertas, y las metas que tenemos parecen inalcanzables. 


2. Quien es el que llama, constituye o establece?


Como lo escribi en la introducción, es solamente Dios quien lo hace y no hay nadie mas fuera de él,  no hay ningún otro, él es el emisor, él es quien constituye, nombra, llama, establece, él lo hace como el desea, de acuerdo a su plan para con su santa y amada iglesia. Cuando Dios llama, el mismo capacita, el mismo respalda este llamado, el mismo da visión a cada uno de los que llama, el mismo coloca esa misma pasión que hay en Cristo para servir con amor al perdido, al hambriento, al débil. Es él mismo quien capacita, el que enseña, el que perfecciona para la obra de su santo ministerio.

El llamado a servir de esta forma es particular, es privado, es de corazón a corazón, del corazón de Dios al corazón de quien él llama. 
Desafortunadamente hoy en día muchos ejercen como siervos de Dios sin este santo llamado, mas bien actúan en una posición dada, atendiendo el llamado de hombres y mujeres quienes se creen como el mismo Dios, con capacidad de ver al corazón, de decir y establecer que clase de dones y llamado existe en determinadas creyentes. Estos ministros, sin cuidado y sin reparo delante de Dios imponen manos para constituir lo que Dios nunca ha llamado, por esta razón vemos que a muchos de estos a los que alguna vez se le impusieron manos como siervos de Dios, quedaron frustrados a la vera del camino y no pudieron funcionar en lo que les nombraron, por mas que pusieron todo su empeño. 
Por otro lado vemos a otros ejerciendo como siervos de Dios, enaltecidos, exhibiendo orgullosamente sus títulos universitarios para ejercer poder, señoreando sobre la grey del Señor. Que lejos están de ser como el príncipe de los siervos, Jesucristo nuestro maestro y eterno ejemplo de servidor.
Tanto los llamados por Dios a este servicio como los llamados por los hombres y mujeres, los conoceremos cuando haya pasado un poco de tiempo en sus funciones y sabremos en verdad si fueron llamados por Dios o por el hombre, sus frutos serán visibles, bien dice la palabra, por sus frutos los conocereís.


3. A quienes llama Dios, y que criterios tiene él para llamar?


Corintios 1:20-31 “Pues está escrito:Destruiré la sabiduría de los sabios, 
Y desecharé el entendimiento de los entendidos.
¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? 
Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación. 
Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios. 
Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia. 
Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención; para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.”

En mi primer viaje misionero en una capital latinoamericana, se acercó a mí una mujer muy respetada en medio de la vecindad donde yo predicaba, la cual me preguntó: ¿Con que autoridad viene usted a predicarnos la biblia sin ser un sacerdote ordenado?
Yo le conteste: con la autoridad que nos dió Jesucristo y con mi biblia en la mano, comencé a enseñarle la palabra de Dios desde la gran comisión escrita en el evangelio de Marcos 16, luego le enseñé lo escrito en el evangelio de Juan 1, en como Jesucristo llamó a sus primeros discípulos, también le enseñe quienes eran ellos, personas sencillas, imperfectas como nosotros, muchos de ellos sin ninguna formación académica, le instruí en como estos primeros discípulos de Jesucristo y pioneros de la iglesia fueron pescadores, recolectores de impuestos, personas débiles en sus personalidades, le enseñe, en como solo por la obra del Espíritu Santo después que el descendió sobre ellos, se manifestó en sus vidas convirtiéndolos en los verdaderos siervos, ministros y sacerdotes del Dios altísimo en este nuevo pacto de su gracia. 
Finalmente me referí a este pasaje escrito en 1ra de Corintios 1. Dios escoge a quien él le place y llama y establece a quien él quiere, dotándolo de dones espirituales que vienen de él, y es por esta capacidad espiritual que Dios provee, que los que hemos sido llamados podemos funcionar, no por nuestras capacidades, o por la instrucción o formación académica que hayamos recibido asistiendo a un seminario o universidad, ya que allí aprendemos ciencias de hombres mas lo que recibimos de Dios es su santa unción para poder ejercer como sus verdaderos sacerdotes. Al final de esto ella dió gracias y entregó gozosa su vida al Señor.


4. Algunas consideraciones.


Como servidores de Dios, predicamos y tratamos directamente con hombres y mujeres imperfectos y pecadores, tanto salvados como perdidos, pero lo que es más complicado, es que también nosotros somos imperfectos y pecadores. Si somos objetivamente honestos con nosotros mismos, nos daremos cuenta de que fallamos tanto que muchas veces llegamos a cuestionarnos si somos o no dignos del título “siervos de Dios”. 
Yo sé que muchos no estarán de acuerdo conmigo, pero si el mismo Dios poderoso en este momento mostrara  todo lo oculto que hay en nuestros  pensamientos, en algunos de nuestros deseos que en nuestra humana debilidad podemos tener, encontraríamos que en nosotros mora el mal. Como siervos del Dios altísimo, no vivimos encapsulados  en un mundo de santidad, tampoco nuestro cuerpo carnal ha sido transformado todavía, al contrario esta totalmente contaminado de pecado, también vivimos en un mundo que nos ofrece sus deleites, entonces podríamos decir, gracias Dios porque no es por mi, por mi capacidad, por mi santidad, sino por tu obra maravillosa en mi. Si bien y gracias a Dios tenemos un espíritu regenerado que nos permite saber y hacer su santísima voluntad, tambien seguimos con nuestros pies en este mundo, por lo tanto considerémonos a nosotros mismos, así como el mismo Pablo se atrevió con humildad y valentía  a confesar diciendo en Romanos7:19-25  lo siguiente:

“Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. 
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. 
¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? 
Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.”

El mismo Pablo mas adelante hallaría una respuesta contra esta terrible  flaqueza,  el mismo Dios le contestó a estas profundas preguntas en cuanto a nuestra humana debilidad. 

2da. Corintios 12:9 “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” Este cuerpo en que vivimos esta destinado a la muerte, somos débiles pero en nuestras debilidades Dios se manifestará, Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Estamos llamados a ir a predicar el evangelio, a imponer manos para sanidad, a sanar enfermos, a libertar cautivos del pecado y de Satanás. Hemos sido constituidos sacerdotes de este nuevo pacto de la gracia de Dios, recibimos directamente de Dios la capacidad y su santa unción para ejercer en este santo llamado, estamos llamados a ser santos y a vivir como tal, mas no podemos olvidarnos que en nuestra humana naturaleza somos imperfectos, somos pecadores, que todo el tiempo necesitamos de la predicación de su santa palabra y de su Santo Espíritu que nos perfecciona, que nunca llegaremos a la total perfección, sino que estaremos siempre en un continuo proceso en donde por medio de las pruebas seremos perfeccionados, nunca olvidemos que no somos productos terminados sino en proceso
Yo mismo hoy mientras me acerco a los 60, aun siento en lo profundo de mi corazón,  la magnitud de su santo llamado y la falta de mérito en cuanto a mí, pero prosigo adelante con denuedo en obediencia y amor a quien me llamó a este santo ministerio. Seguiré compartiendo su santa palabra, nunca dejaré de hacerlo, no por mi, sino que verdaderamente me debo a El y aunque quisiera nunca pero nunca podría negarme a hacer lo que el me llamó.
Ruego a Dios que cada día me de el mismo amor, la misma pasión, la misma dedicación que hay en Cristo, que Dios no me permita ser un predicador amargo, egoísta, obstinado, que me enseñoree de sus ovejas, sino que pueda considerarme como una mas de ellas.
Como siervo de Dios sueño con un día cuando Dios me llame a su presencia poder decir como Pablo dijo: He corrido la carrera, he llegado a la meta, quisiera mientras tanto avanzar a esta meta con mas fe, con mas entusiasmo, con mas fuerza, con mas coraje. Sé que Dios me ha dado una visión y con fe pido a Dios me permita ver el fruto de ella. 

Gracias Dios mio por este santo llamamiento, gracias por cada siervo de Dios que en medio de dificultades hoy se dedica a servirte, a proseguir construyendo tu santa obra sobre la tierra, yo te pido padre que seas tu mismo de acuerdo a tu santa promesa quien los capacita cada día, quien los fortalece cada día, quien los envía, en fin Padre bueno tu eres nuestro Señor y amo a quien servimos.

Glorifícate Señor. Amen




12 noviembre 2012

La salvación recibida por la gracia de Dios. Segunda parte

Introducción


Esta parte es la continuación de la primera, vista bajo la lupa del nuevo testamento. Como antes había referido el antiguo testamento nos muestra al que habría de venir y manifestarse posteriormente, Jesucristo, para solucionar la trágica situación de la muerte espiritual del hombre, su relación con Dios y su vida sobre la tierra.
En el nuevo testamento,  podemos leer claramente su palabra revelada libre de símbolos ya que el velo que nos separaba en cuanto a Dios fue roto por Jesucristo, en el nuevo podemos decir claramente esta palabra escrita es para la iglesia de Jesucristo o sea para nosotros.
Para comenzar a tratar este tema  partiremos de donde concluimos, es decir que recibimos una herencia adámica atreves de nuestros padres terrenales, es decir una herencia en carne y sangre, un cuerpo mortal contaminado del pecado de Adán, un alma la cual esta manchada también por este pecado y un espíritu muerto lamentablemente también por esta misma causa.
Que tremendo contraste con respecto al comenzar del hombre sobre la tierra: mientras en el viejos nacimos completos, llenos de la misma vida de Dios; en el nuevo comenzamos con que estamos muertos en delitos y pecados, recibimos una muerte como consecuencia de una iniciativa del hombre, de Adán, quien sabiendo lo que estaba haciendo con respecto al fruto prohibido, comió y por consiguiente murió y  todos heredamos la muerte y contaminación de él.

1. Nacimos muertos.


En romanos 5:12 dice así la palabra de Dios: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron”.
En esta verdad bíblica podemos ver varios aspectos:

a.     El pecado


No podemos olvidarnos de este flagelo en la vida del hombre, ya que este fue la única causa de la muerte de Adán y nuestra. No podemos olvidarnos del estado lamentable en que nos dejo Adán: Muertos por el pecado. Tenemos que estar consientes de él, tenemos que saber también que Dios odia al pecado, aunque ama al pecador, mas no por el pecado, sino por su gracia y misericordia.

b.    Adán


Ay un agente, alguien con el cual esta enfermedad mortal y contagiosa llego a toda la humanidad, este fue Adán, por él fue que el pecado llego al mundo. Sin embargo no tenemos por ningún momento que olvidarnos de donde provenimos nosotros, ya que todos sin excepción alguna venimos de Adán, y llegamos en la misma naturaleza que él nos dejo: un cuerpo y un alma, sin espíritu.

c. La consecuencia    


La consecuencia del pecado es la muerte, pero cual muerte preguntaran algunos, ya que nacimos vivos: la espiritual la que nos dejo Adán, la que el pecado mato. Esta muerte dice el mismo verso paso de hombre a hombre, desde Adán hasta nosotros. Este es el lamentable estado en que nacimos y muchos viven aun en este estado.

d. La incapacidad total.

Quedamos totalmente incapacitados para poder hacer algo por nosotros mismos para solucionar nuestro problema de muerte, de condenación, ya que un muerto, muerto esta, ni siquiera deseos de recibir vida puede tener, no nos olvidemos cuando tratamos en la primera parte la primera actitud que Adán y Eva tuvieron después de pecar por primera vez: Huir de la presencia de Dios y esconderse de él.
Algunos de nosotros podemos quizá pensar como yo mismo pensaba cuando alguien enviado por Dios comenzó a predicarme del evangelio de salvación. Recuerdo muy bien mi respuesta y mi actitud: “Vaya con su predica a otro lado, yo he oído de Jesucristo desde que tengo uso de razón” contestaba, solo que como la misma palabra dice: “de oídas había oído” no había nacido de nuevo y mucho menos tenia una relación con El; lo que tenia no era mas que una tradición religiosa que me cegó por años. Yo creía y así se lo dije alguna vez a mi amorosa esposa cuando ella misma trató de enseñarme de Jesucristo: “Yo soy bueno” le dije a ella, y proseguí diciendo: “No ves que soy un buen esposo, un buen padre, hasta un buen vecino, a nadie le hago daño, ni robo, ni mato, ni cosa parecida.” Yo me bastaba así mismo y no necesitaba a ese Cristo ni a la solución que me ofrecían por medio de su evangelio.
Años después cuando el mismo Señor me atrapo, cuando el mismo Señor me derribó del pedestal terrenal que tenia, y por medio de su santo Espíritu me convenció de pecado y de juicio, me daría cuenta que nada de lo que yo pensaba era verdad y que mis obras aparentemente buenas, no servían para nada, es mas dice la palabra que son como trapos inmundos delante de Dios.
 
La Biblia enseña claramente en Romanos 3:10-12: “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.”
Que terrible, No hay justo, ni aun uno, y después dice: Todos, esto me incluye a mi y a ti, en este terrible estado de muerte quedamos después de Adán y muchos de nosotros, los que la salvación que Jesucristo ofrece por medio su evangelio aun no se ha manifestado, así podemos estar viviendo.

2. El contraste entre nuestro estado y la iniciativa de Dios


Efesios 2:


Quisiera estudiar este texto bíblico con especial cuidado ya que nos da una revelación completa desde el comienzo de nuestra vida terrenal, el estado en que vivíamos, la obra de Jesucristo, la manifestación de la salvación y la vida abundante sobre la tierra. Iremos parte por parte.

a. Nuestro estado clínico espiritual antes del nuevo nacimiento.


Efesios 2: 1-3 “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás."
Esta era la radiografía de nuestra alma, estábamos muertos, repito, nos dio vida, cuando estábamos muertos en nuestros delitos y pecados que nuestra naturaleza adámica siguió viviendo después de la caída de Adán. Démonos cuenta de:

b. Estábamos muertos.


Muertos espiritualmente, más vivos  en cuerpo y en alma, haciendo lo que el mundo nos ofrecía, y que es lo que el mundo ofrecía y sigue ofreciendo: Moda, prestigio, placeres para el alma como para el cuerpo, como música del mundo, alcohol, sexo, etc., Estas ofertas venían del príncipe de la potestad del aire, Satanás, de quien éramos sus esclavos.

c. Vivos en cuerpo y en alma.


Nuestro texto se refiere de nosotros como bipartitos: Carne o sea cuerpo y pensamientos o sea alma, ya que nuestra alma, hasta antes de nacer de nuevo solamente estaba regulada de acuerdo a la información de nuestros cinco sentidos (cuerpo), que a su vez eran tratadas por nuestro pensamiento y conllevaban a una determinada conducta. Después que nacimos de nuevo y si somos creyentes espirituales vivimos regulados por el espíritu y las leyes espirituales, mas si somos creyentes carnales seguiremos viviendo muchas veces de acuerdo al alma, en nuestros sentimientos, arriba y abajo, como una montaña rusa.

d. Éramos por naturaleza hijos de ira lo mismo que los demás:


El contenido de este verso nos da a entender que por razón de la naturaleza en la que quedamos viviendo, es decir la adámica. Cuando dice “lo mismo que los demás” nos da entender que nos esta comparando con un grupo especial de personas, hijos de ira, es decir los que están destinados para la ira de Dios, los que Dios no tiene misericordia alguna, así quedamos después de la caída de Adán, igual a estos, y así como ellos nos comportábamos, ya que la parte espiritual, que es la de Dios, no existía en nosotros, quedo muerta con el pecado.

3. Buenas nuevas de salvación para el pecador. La acción salvífica de Dios.


Efesios 24-7 “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,  aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.”
“Pero”: Cuando aparece esta palabra en medio de este texto, nos indica un tremendo contraste, entre la terrible situación del pecador muerto y la actitud bondadosa y amorosa de parte de Dios. Este pero parte en dos este texto: es decir a pesar de la incapacidad del pecador por hacer algo por buscar salvación o perdón,  viene Dios con su gran misericordia y por medio de su gracia divina nos provee de este perdón y esta salvación.
Hay dos palabras muy importantes y significativas en este texto: La misericordia de Dios y la gracia de Dios, las dos partes intrínsecas del mismo Dios, ya que Dios es misericordioso y Dios actúa en amor por medio de su gracia. Sin embargo para aclarar un poco más allá de ellas me referiré por separado:

a. La misericordia de Dios.


Nosotros fuimos hechos a la semejanza de Dios y en algunas situaciones de nuestra vida se reflejan atreves de nosotros. Si vamos caminando por una calle céntrica de nuestras ciudades y de pronto vemos una madre sin un brazo, cuidando a dos o tres pequeños, pidiendo limosna sobre la calle, como es nuestra reacción?,  no sé que pase con tu sentir, pero  yo me conmuevo en mi alma y por lo menos digo: ¡huuuuuy! Pobrecita, que triste es ver este cuadro, mi corazón siente compasión y mi mano se dirige a mi bolsillo para proveer algo de dinero que pueda aliviar en algo a esta mujer.  De la misma forma los ojos de Dios se dirigieron a nosotros sus amados hijos y nos vieron muertos en nuestros delitos y pecados. Al vernos el en esta terrible situación, él se conmovió, sintió compasión por nosotros sus hijos caídos en desgracia y entonces actuó en gracia por medio de su gran amor con que nos amó.

b. La gracia de Dios.


La gracia de Dios es el mismo Jesucristo hecho hombre, regalo de Dios para el pecador perdido.
Muchos damos por poco este tremendo regalo de Dios para nosotros, por esto deseo hablar un poco de lo mucho que Cristo significa para cada uno de nosotros:

i) Salvación, justificación, redención.


La ley de Dios es una ley Santa y quien la dicto, Dios Padre exige que esta ley se cumpla, hasta su última coma.  En el libro de génesis, aun sin una ley que nos regirá, ya teníamos un mandamiento y una advertencia clara: “porque el día que de el comieres ciertamente morirá”. En el nuevo testamento en romanos dice esto refiriéndose a esta ley: “porque la paga del pecado es muerte”. Muerte quiere decir infierno, hades, condenación; y esto era ni más ni menos lo que el pecador o sea nosotros merecíamos, por el pecado de Adán el cual heredamos y por nuestros pecados cometidos posteriormente en nuestra vida.

ii) El juicio por nuestro pecado.

Dios padre como juez supremo exige un juicio por nuestro pecado, y este juicio es de acuerdo a su santa ley, esta ley, nos condena, no tenemos escapatoria, tendremos que pagar la condena que ella exige: Infierno.
En el estrado esta el supremo juez, Dios Padre, en sus manos hay una ley. Delante de el hay un pecador acusado de infringir esta ley, con su cabeza agachada esperando el veredicto, él sabe que merece condena. También hay un acusador, Satanás quien exige la máxima condena, condenación, muerte, infierno. Este es el cuadro del juicio por nuestro pecado delante de Dios.
Jesucristo sabia a que había venido a este mundo, tomaría nuestro pecado, se haría pecado por nosotros, pagaría por todos y cada uno de nuestros pecados. Así nos indica la palabra de Dios.
Lucas 22: 41-42 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
Cuando llego el momento, fue prendido por quienes utilizaría Dios para este juicio, los mismos judíos. Mas quisiera que prestáramos un momento de atención a la condena que recibió el.
Delante de la ley del hombre existen distintos delitos de acuerdo a su gravedad, estos son penalizados con distintas condenas de acuerdo a un justo juicio. El ladrón recibe su condena por lo que robo, el mentiroso su condena por su falso testimonio, el asesino también recibe su condena por su crimen y así cada uno de acuerdo a la gravedad del delito. Cristo fue ultrajado, fue humillado, fue atado, fue azotado, fue coronado con corona de espinas, fue clavado en una cruz con clavos en su cuerpo y finalmente murió en esta cruz. El pago por nuestro pecado, desde el más pequeñito que los escogidos de Dios habíamos y habremos de cometer como también pago hasta por el más atroz de los crímenes que igualmente habíamos y habremos de cometer.
El murió crucificado en un madero, esta era la pena máxima que un criminal en su tiempo podía tener, El pago por todos nuestros pecados, así lo dice su santa palabra: Colosenses 2:13-14  "Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz."
Amados de Dios que regalo tan inmenso, el juicio por nuestro pecado ya pasó, sucedió ese glorioso día allí en la cruz del calvario, la ofrenda por nuestro pecado fue aceptada por el Padre, este juicio ya pazo, alegrémonos y regocijémonos, ya nunca más seremos acusados, delante del padre por nuestro pecado. Gracias Cristo por tu amor.

iii) Un reo vicario.


Antes de la misma fundación del mundo, el problema del pecado de los hijos de Dios ya había sido resulto, leamos lo que nos enseña la santa palabra:
Hechos 2:22-23  “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis; a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole”.
Cuando la palabra dice: “a este”, esta señalando a Cristo, quien se entregó voluntariamente por nosotros como hijos de Dios caídos en pecado.
Cuando dice: por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios”, nos esta hablando que, El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo, como consejo de Dios, se reunieron  y determinaron  con su anticipado conocimiento, como solucionar el problema del pecado de sus escogidos, desde Adán hasta nosotros y nuestra conducta delante de Dios, y determinaron que Jesucristo, El hijo de Dios, se entregaría voluntariamente, tomando nuestro lugar de pecadores acusados, que como pecador vicario, recibiría el justo juicio que demanda la ley de Dios. El recibiría la condena que nos correspondía a ti y a mí. Esta era la única forma que Dios padre aceptara una ofrenda viva, para que con su muerte y con su sangre  limpiara, redimiera y nos justificara de nuestro pecado. Jesucristo, El cordero Santo se ofreció por nosotros gratuita y voluntariamente.
Pensemos por un momento en el gran amor de Dios. Si nosotros mismos hubiésemos pasado por este juicio delante de Dios hubiésemos todos perecido sin remedio, hubiésemos sido condenados. Mas es aquí donde Dios con su gran amor nos sorprende con este inmerecido y tremendo regalo de su gracia, ya que nosotros mereciendo castigo, no nos castigo, sino que Jesucristo su amado hijo se coloco en nuestro lugar, el recibió el castigo que merecíamos. Más aun sabiendo Dios de nuestra imperfección humana, no solo nos salvo, sino que por medio del mismo Cristo  y su resurrección nos dio vida juntamente con el, nos dio también su Santo Espíritu, para que iniciará en nosotros el proceso de santificación de nuestras vidas. Más adelante me referiré a esta vida.

4. Salvación, vida eterna.


Continuemos masticando los que nos dice la palabra aquí en Efesios: “nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.”
Salvación es vida espiritual, es nuevo nacimiento, Vida eterna, vida espiritual en Cristo Jesús, reconciliación para con nuestro Padre.

a. Cuando recibimos esta vida, esta salvación?


La recibimos aquel día allí en el calvario. Observemos bien la expresión: “Por gracia sois salvos”, vemos que el verbo como esta conjugado nos indica: que ya sucedió, que hoy esta vigente y que seguirá siendo vigente; que significa esto?, que la salvación concedida es una salvación completa, es decir, salvación  en todos los tiempos; por nuestro pasado, quedando borrados todos nuestros pecados cometidos, en nuestro presente perdonando a diario nuestras ofensas contra Dios y dándonos a vivir una vida llena de bendiciones abundantes y finalmente una salvación futura, en donde nos perdona también nuestras transgresiones futuras y nos promete una redención de entre los muerto y una vida junto a Dios en el cielo.
Yo te quiero hacer pensar un poco: Cuando Cristo murió en la crúz, donde estaban tus abuelos, tus padres; donde estabas tú y finalmente donde estaban tus hijos  y tus nietos. La respuesta no es difícil de contestar no habían nacido aun.
Ahora te pregunto: Pago Cristo, aquel día en la cruz por los pecados que tanto los tuyos como tu cometerían, ya que ninguna había nacido aun?. Si tu repuesta es afirmativa, como es la verdad, entonces podemos estar seguros que hemos recibido una salvación completa, que todos nuestros pecados fueron pagados, ya que para él era en el futuro, pero el ya sabia que estaba allí en nuestro lugar pagando por nuestros pecados.

b. Que clase de salvación o vida hemos recibido?


En Juan 3:16 Cristo mismo nos dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
La vida, la salvación que recibimos es eterna, es para siempre, es decir no se pierde, ya que si se perdiese, Cristo tendría que volver a morir en la cruz nuevamente ya que es la única forma de pago por nuestro pecado que el Padre acepta, y esto no va a pasar, ya que cuando Cristo vuelva la siguiente ves vendrá para recoger a su santa iglesia, para arrebatar a su hijos y llevarlos con el a los cielos. Si se perdiera  querría decir también que no habría pagado por todos nuestros pecados como arriba lo estudiamos. Él nos ha dado vida eterna, salvación eterna, y no hay forma de que la perdamos gloria a Dios. Amen y amen.

c. Con que fin hizo Dios esto?


“para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.” Cuando la palabra dice Para significa con un fin determinado, ahora estamos viviendo en los siglos venideros, y el propósito de Dios es que podamos mostrar a los que nos rodean, al mundo entero, las abundantes riquezas de su gracia.
Como estamos viviendo en estos tiempos? es una vida en victoria y agradecimiento a Dios todos los días, es disfrutando de las abundantes riquezas de su gracia, o, al contrario es en una continua queja y lamento con nosotros mismos y con Dios mismo?, si es esto ultimo tendremos que revisarnos y cambiar nuestra actitud de vida. Somos victoriosos, todo lo podemos en Cristo Jesús, somos luz del mundo y sal de la tierra, somos bienaventurados sus hijos.

d. Que medio utilizo Dios para que nosotros pudiéramos recibirla?


En Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;  no por obras, para que nadie se gloríe.”
Nuevamente la palabra insiste en repetirnos una vez más como  hemos sido salvos: “Porque por gracia sois salvos” y nos añade por que medio lo fuimos:” por medio de la fe”; Esta afirmación es de gran importancia,  nosotros debemos de estar claros y muy claros de esto, la salvación o vida eterna la recibimos única y exclusivamente por LA GRACIA DE DIOS.
También la palabra nos informa claramente que medio utilizó Dios para que nosotros la pudiéramos recibir: LA FE, es solamente por este medio que nosotros  podemos recibir la salvación, no hay otro.
Nos informa también la santa palabra que esta fe con la cual podemos nosotros creer en la obra salvífica  de Jesucristo no es nuestra, ya que dice claramente que es un don  o regalo de Dios, y como para ponerle el moñito al regalo que Dios nos dio inmerecidamente, dice:” no por obras, para que nadie se gloríe.”  Yo solamente puedo decir a esto gracias Dios mio que fue así, que fue por tu obra, por tus méritos, para tu gloria.
Desgraciadamente hoy todavía hay un grupo de predicantes que andan enseñando que es por nuestras obras, que es por que nosotros hemos decidido ir a buscar a Dios para que nos perdone, que somos los pecadores los que decidimos en aceptar o rechazar la salvación que Dios nos ofrece, quitándole la gloria a Dios para que sea el hombre  por medio de su iniciativa propia quien se salva, es decir por sus obras, que tremenda mentira cuando Dios mismo nos dice que no es por nuestras obras. Tampoco es porque nos congregamos, porque nos bautizamos, porque ayunamos, porque leemos más a menudo la biblia, porque demos más diezmos, porque podamos repetir la oración de fe que otra persona nos dice que repitamos y afirman que después de hacerlo ya quedamos listos para el cielo; que triste es esto, que podemos hacer ante esto? Ir a la santa verdad y defenderla, aquí esta claro es únicamente por la obra de amor de Dios, por su gracia, por medio de la fe que el mismo nos dio, no por obra de nadie, duélale a quien le duela, es solo por la iniciativa y la gracia de Dios.
¡Hay Dios mio!. Que tal si el pecador pudiese pagar por sus pecados, si aun afirmando Dios que él es el autor y quien regaló esta salvación, aparecen tantos humanos dándose gloria, como seria si esta salvación se pudiera compra con obras. No olvidemos que esto es lo que la iglesia estaba enseñando, cuando comenzó la reforma de la iglesia: compra de salvación por medio del pago de indulgencias, invento de un papa quien se hacia pasar por el mismo Dios. Tengamos cuidado de esto y así como Lutero, como Calvino y sus predecesores defendamos la verdad hasta con nuestras vidas si es necesario.

e. Y entonces que a cerca de nuestras obras?


En Efesios 2:10 nos enseña así la palabra en cuanto a nuestros obras con respecto a la salvación. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Démonos cuenta que nuestras buenas obras aparecen después que la obra salvífica de Jesucristo se manifiesta en nosotros, es decir, estas obras son una consecuencia de la salvación recibida, no una condición para recibirla. Estas obras, las cuales dice la santa palabra, que Dios preparó de antemano para que nosotros viviésemos en ellas, no es nada mas ni nada menos que nuestro diario vivir, siendo la luz del mundo, siendo sus sacerdotes, sus embajadores sobre la tierra, sus discípulos, allí donde estemos presentes, en el lugar que sea, durante las 24 horas del día, cuando estemos en obediencia a su santa voluntad, allí estamos haciendo estas obras. Bendito sea el Nuestro Cristo que no nos dejo solos, sino que se encarno en nosotros y por medio de la obra de su Santo Espíritu podemos llevar a cabo estas obras, para su gloria y honra.

f. Que acerca de nuestro arrepentimiento?


Cuando pensamos en el arrepentimiento, por un momento podríamos decir: “algo podemos hacer por nosotros mismos para recibir este regalo de salvación, mas sin embargo ni siquiera el arrepentirse  viene de nosotros, ya que también lo recibimos de Dios, así nos informa claramente la santa biblia:
Hechos 5:30-31 “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.”
Hechos 11:18 “Entonces, oídas estas cosas, callaron, y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!”
2 Timoteo 2:24-26 “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él.”
En estos tres versos vemos como la palabra de Dios nos enseña que tanto a judíos como a gentiles, Dios dio arrepentimiento, esto quiere decir claramente que el arrepentimiento que salió y sigue saliendo de nosotros, lo ha colocado Dios, así como coloco la fe como un regalo más. La fe y el arrepentimiento son como dos hermanitos siameses, siempre actúan juntos, están juntos y los dos son regalos de Dios partes del regalo de su gracia en Jesucristo. Si Dios no hubiese puesto estos dos dones en nosotros, ni podríamos creer, ni nos podríamos arrepentir de ninguno de nuestros malos actos.

g. Entonces que debemos hacer nosotros para recibir la salvación?


La respuesta es nada, ya que como lo vimos anteriormente es un regalo inmerecido de Dios. Fue Cristo el que murió por tu pecado, fue cristo el que resucitó y con el nosotros, fue él quien pagó la deuda de nuestro pecado, fue él nuestro único redentor. Tengamos en cuenta que no hay ni existe ningún corredentor o corredentora, solo existe un solo redentor y es Jesucristo el hijo de Dios.
Cuando recibimos un regalo valioso que no esperábamos, lo único que podemos estirar es nuestro brazo de fe, recibirlo y decir gracias, es lo único que podemos decir ante tan tremendo regalo de sorpresa, gracias Dios nuestro, gracias por tu amor y misericordia, gracias por habernos escogido para salvación, gracias por no habernos dejado mas en esa vida de muerte en la cual estábamos. Gracias, gracias Señor.

h. Que costo tubo esta salvación?


Para muchos, esta salvación es valorada muy barata ya que al pecador no le costó nada, ya que éste no pago absolutamente nada por ella, pero esta salvación es lo mas costoso que hemos recibido de Jesucristo el hijo unigénito de Dios, a él le costó su propia vida, fue paga no a cualquier precio, de oro o de plata o de dólares, o de euros o cualquier otra moneda o valor, fue paga a precio de la santa sangre de Jesucristo, no hay nada en este mundo mas valioso que ella, es la única forma de pago que El padre aceptaba, no había otra forma de comprarla o pagarla, solo fue por medio de ella. Tremenda deuda tenemos con Dios, nuestras vidas que estaban en esclavitud y perdidas, fueron compradas por el, le pertenecemos a él, él puede disponer de ellas como a el mismo le parezca, no tenemos derecho de propiedad sobre ellas, son de él y punto, duélale a quien le duela. Cuando estemos conscientes de esta verdad y podamos entregarnos completamente a Cristo para que sea el quien maneje  nuestra vidas de acuerdo a su santo plan, entonces podremos en verdad experimentar de su gobierno, de su reinado, de las ventajas de pertenecer a su familia santa sobre la tierra  como sus hijos.

i. Podemos perder esta salvación recibida?


En el evangelio de San Juan 3:16-18 nos Dice Jesucristo mismo, refiriéndose a él mismo como el hijo de Dios y el propósito de su vendida al mundo:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.”
Cuando Cristo mismo nos rebela, que el propósito de su venida, nos dice:
a. Que fue por el amor de Dios.
b. Que es por la fe que le podemos recibirle a él y como consiguiente su obra.
c. Que si le recibimos como consecuencia no nos perderemos, es decir, ya Dios no nos     condenará.
d. Nos informa que clase de vida o que clase de salvación hemos recibido: VIDA ETERNA. Eterna quiere decir que no tiene fin, es por la eternidad, y esto a su vez nos dice que no la podremos perder. Solo hay una condición: “el que en el cree, no es condenado, pero como ya lo estudiamos antes, el que puede creer es porque tiene fe y esta fe a su vez es recibida como un regalo de Dios.

5. El nuevo nacimiento.


Jesucristo mismo, se toma tiempo para enseñarnos , que tanto para ver como para entrar al reino de Dios es necesario nacer de nuevo, así no lo enseña en San Juan 3:1-6 “Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”
Nacer de nuevo es volver a recibir vida espiritual en nosotros, vida de Dios en nosotros, ya que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados.
Nuestros padres nos engendraron en carne y sangre, mas es Dios mismo quien nos engendra en su esencia misma, en espíritu; “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.”
En el mismo instante que Dios llama mediante el mensaje de buenas nuevas de Jesucristo a nuestro oído externo, la fe salvadora actúa en nosotros. Es como si hubiésemos vivido todo el tiempo en oscuridad y de pronto ese interruptor espiritual llamado fe prendiera una luz delante de nosotros, permitiéndonos ver la nuestra real situación de vida, dándonos luz para poder vernos en nuestra trágica situación de pecado y de muerte que nos encontramos. Es como si en verdad con nuestros mismos ojos pudiéramos vernos en un espejo para contemplar las terribles manchas del pecado en nuestra alma.
Esta misma luz nos muestra a Jesucristo moribundo en la cruz, mirándonos con misericordia y amor intenso, como diciéndonos; "Yo estoy aquí por ti, yo no me bajare de esta cruz por amor a ti, porque te amo, yo moriré para que tu vivas". Al oír estas palabras y ver esta visión de Jesucristo, entenderemos su gran amor y su obra maravillosa y activará el arrepentimiento en nuestro corazón, ese arrepentimiento que Dios nos dio y que es para vida, entonces El Espíritu Santo de Dios tocará nuestro espíritu muerto, dándole vida. Es allí donde se produce ese nuevo nacimiento.  Sin embargo no todos tendremos esta experiencia ya que muchos hemos sido tan tremendamente bendecidos en nacer en un hogar cristiano, y desde nuestra niñez tener la posibilidad de ser enseñados en la obra de Jesucristo, guiados con amor por nuestros padres da tal forma que no anduvimos desordenadamente por el mundo, para personas así, el nuevo nacimiento estará marcado como un instante, en el cual sus vidas se llenan súbitamente de gozo de deleite en Jesucristo, de un intenso amor  por él, nuestro entendimiento se abre para poder comprender su obra y su mensaje.

6. Conclusión.


Dios crea al hombre bueno y santo pero como lo estudiamos en la primera parte, el hombre por decisión propia desobedece comiendo del fruto prohibido y como consecuencia muere espiritualmente quedando solo viviendo en cuerpo y en alma.
Así vive el hombre hasta la venida de Jesucristo, quien como hijo de Dios se hace visible, naciendo de una mujer y tomando cuerpo de hombre. El viene con la misión de cumplir la ley que Dios había dictado sobre el hombre, y por lo tanto como esta ley demandaba un juicio y un pago por la transgresión del hombre contra Dios, entonces, toma Jesucristo  de forma vicaria la posición que al hombre pecador le correspondía, muriendo en la cruz y mediante el derramamiento de su sangre santa paga la deuda de todos nuestros pecados.
Aprendimos también que la salvación es dada sola y exclusivamente por la gracia de Dios, que esta gracia de Dios, es el mismo Jesucristo, que esta salvación es un regalo gratuito, que no se puede ganar por medio de obras, sino que únicamente se puede recibir por medio de la fe y que esta fe es también un regalo de Dios, para que utilizándola podamos creer en la obra de Jesucristo y por lo tanto recibir esta salvación.
Hablamos también de varios aspectos de esta salvación como: Quien la otorga y de que manera, que clase de salvación es la que hemos recibido, con que fin la recibimos, cuanto costó esta salvación, y finalmente tocamos algunos puntos como nuestro arrepentimiento, nuestras obras y nuestro nuevo nacimiento.

Oración:


Padre bueno, padre  de amor, de  misericordia y de toda gracia, vengo delante de ti en el nombre de tu amado hijo Jesucristo, te alabo Padre por tu amor, te alabo padre porque sin ser merecedores de nada bueno, ya que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados, nos diste de tu gran amor, nos diste a Jesucristo tu amado hijo y por medio del el trajiste vida a nosotros.
Señor hoy mi boca se abre para pronunciar lo que hay en mi corazón, amor por ti, agradecimiento contigo, que seria de nosotros , si tu gracia nos se hubiese manifestado, hoy solo puedo humillarme delante del trono de tu gracia y decirte gracias, gracias mi Señor.
Padre en el nombre de Jesucristo he compartido tu mensaje de buenas nuevas de salvación, tu has prometido que esta no volverá atrás vacía, sino que llevará mucho fruto, en tu mismo nombre Jesucristo la lanzo como espada de dos filos, declarando que llega a muchos lugares y personas.
Yo la lanzo al mundo cumpliendo tu mandamiento y confió en que tú eres quien la lleves al necesitado, al extraviado, al perdido, al pecador cautivo que requiere de ti. Señor, así como hiciste con migo, trae vida atreves de ella, que hayan muchos nuevos nacimientos, muchas vidas y familias bendecidas y que todo absolutamente todo sea para tu única gloria. Amen.

 

05 noviembre 2012

La salvación dada por la gracia de Dios

Introducción 

De muchas cosas podemos nosotros tener control en esta vida: nuestra economía, nuestro vestir, de alguna forma nuestra conducta, etc. Mas hay algo que nosotros definitivamente no tenemos ningún control, es nuestros días de vida, hoy vivimos, tenemos buena salud, cuidamos nuestras familias, hacemos nuestros deberes, mas nos sabemos cuando será el último día de nuestra vida sobre esta tierra; Esto solamente lo sabe nuestro Dios que nos creo. Cuando terminamos nuestra jornada diaria vamos a nuestro lecho a descansar confiando en la fidelidad de Dios, que abriremos nuestros ojos y seremos testigos de un nuevo amanecer.
Todos sabemos que tenemos un cuerpo que vemos diariamente al espejo, que este cuerpo tiene una vida natural, cuando nuestro cuerpo y nuestra alma están juntos podemos decir que estamos en vida, es decir que el alma le da vida al cuerpo. Sabemos también que nuestros cuerpos son mortales su ultima morada será o una tumba o un horno crematorio, ellos están lisiados de muerte y este será su fin; mas en cuanto a nuestra alma sabemos no es así, no existen, ni cementerios de almas, ni crematorios, ellas son inmortales y por lo tanto cuando llegue ese día, irán a un lugar determinado por Dios.
De acuerdo a la enseñanza bíblica, solo hay dos lugares a donde pueden ellas ir: Cielo o infierno; salvación o condenación. No existe un tercero llamado purgatorio, este se lo invento el hombre, la santa biblia no nos da información alguna sobre su existencia.
Quiero invitarte para que me acompañes y podamos con la ayuda de la santa palabra de Dios y la revelación de Espíritu Santo llegar al conocimiento del futuro de nuestra alma y de nuestra vida sobre la tierra.

Para que nuestro estudio no se haga tan largo lo he dividido en dos partes, primero lo veremos dessde el comienzo y lo que encontramos en el antiguo testamento para luego en la segunda parte tratar el tema de acuerdo al nuevo testamento.

Salvación Primera parte Antiguo testamento


1.-El hombre originalmente nació libre, sabio, completo, Dios lo hizo a su semejanza, lleno de su misma vida.

Para tratar un tema tan importante para nosotros, nos trasladaremos al inicio de la vida del hombre sobre la tierra, a la creación de Adán y Eva nuestros progenitores.
En Génesis 1:26  nos dice así la palabra de Dios: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.” Y en  2:7 dice: “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
El leer esta escritura podemos encontrar algunos aspectos:

a. Dios creador:

La idea de crear al hombre fue de Dios, Dios creó al hombre, no el hombre a Dios como muchos afirman.

b. El amor de Dios.

Dios nos hizo con mucho amor; Démonos cuenta, Dios hubiese podido actuar de la misma forma como creo el resto de la creación que antecede al hombre, mediante su palabra; mas por su amor , el tomo tiempo para esto, de esta forma vemos a Dios con sus manos amorosas haciendo una figura de barro semejante a El, después que lo hubo terminado vemos también a Dios dándole vida, pero no cualquier clase de vida como la que recibieron animales y plantas, sino que le dio al hombre vida de su propia vida, del aliento de su boca, sin lugar a equivocarnos podemos decir claramente que Adán recibió su vida de la misma vida de Dios. Dios es espíritu y vida y de esta vida recibió Adán.

c. Un ser tripartito:

Adán fue creado completo, con sus tres partes claramente definidas: Espíritu, alma y cuerpo, cada parte con su función en particular: El espíritu de Adán es de la misma esencia de la naturaleza de Dios. Dios lo creo y puso allí en Adán para comunicarse con él, Dios es espíritu y se comunica con el espíritu del hombre y a su vez el espíritu del hombre con Dios, nuestra alma no puede hacerlo y mucho menos nuestro cuerpo. El alma es la parte del hombre que le da vida natural al cuerpo, el cuerpo sin alma estaría muerto y el cuerpo es la parte física visible en donde vive el espíritu y el alma.
d. Adán un ser perfecto
Al ser Adán creado a la semejanza de Dios, era Adán perfecto, creado con un propósito claramente establecido por el mismo Dios: administrar la creación de él. En Adán no había pecado y por lo tanto era perfecto y completamente libre.

2.- El primer tiempo en la vida del hombre. El primer mandamiento de Dios.

Una vez creado Adán y antes que fuese puesto en sus funciones, Dios toma tiempo para darle un primer mandamiento mediante el cual Dios le instruirle y advertirle en su forma de vivir con respecto a la creación y a Dios como su creador.
Génesis 2:15-17 “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”
La instrucción de Dios es bien clara con respecto a este árbol de la ciencia del bien y del mal: Sí desobedece a esta orden y come de este fruto, muere irremediablemente. Notemos que Adán esta hecho para administrar y para obedecer, es un ser perfecto y aún su cuerpo no esta contaminado por pecado alguno.
Si continuamos leyendo en el libro de Génesis notaremos las primeras obras de Adán en obediencia a Dios;
Génesis 2:19-20 “Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo.”
La escritura no informa cuanto tiempo paso desde la instrucción de Dios a Adán en el huerto hasta su caída, pero podemos concluir que fue un buen tiempo ya que no es tarea fácil para un hombre por perfecto que este sea, el colocar  nombre a tantos animales y a tantas plantas como lo creado por Dios. Podemos decir sin duda que durante este tiempo hubo armonía en la relación Dios con Adán y viceversa. Vemos también que Dios  en su sabiduría proveyó de ayuda idónea en la necesidad de Adán y creo a Eva de la misma carne y huso de Adán.

3.- Satanás en acción.

En el capitulo 3:1 leemos como la serpiente símbolo de Satanás entra en acción:
“Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”
Santanas el engañador ha venido el para robar, matar y destruir. Aquí lo vemos en plena acción:
-Robando, en cuanto toda bendición dada por Dios a esta pareja, su paz, su comunión con Dios, las ventajas de vivir en el huerto bajo la protección y cobertura de Dios son robadas.
-Matar, en cuanto como consecuencia de este engaño el hombre conoce muerte
-Destruir en cuanto a sus vidas y su futuro como personas es destruido.

Notemos como Satanás con mucha astucia se dirige a Eva con un texto muy parecido al mandamiento de Dios en el huerto: “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”. No sé que paso allí a Eva, pareciere ser que ella no tenia claro el primer mandamiento de Dios para ellos:
“De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.”
Si observamos bien estos dos textos podremos ver que en su escritura en algo se parecen pero su significado es totalmente opuesto, en esto es Satanás especialista, para engañar a los hijos de Dios que como Eva, al no estar claros del mensaje de Dios, podemos ser engañados para desobedecer la voluntad de Dios. Por esto es de vida o muerte que nosotros estemos claros del mensaje de la escritura, de la santa palabra de Dios, de sus mandamientos, de sus promesas, el enemigo no la quito de las manos en el tiempo del oscurantismo, pero hoy bendito sea El Señor, amados amigos y hermanos la tenemos al alcance de nuestras manos, para que usándola bien no seamos mas presa de Satanás y de sus engaños. Hagamos como Jesucristo cundo después de los 40 días de ayuno en el desierto fue tentado por Satanás: Mateo 4:4 “Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Así también podamos nosotros contestar
a Satanás y a sus falsos profetas: Escrito esta…. Y no como Eva que fue tentada y engañada.

4.- La caída y muerte del hombre.

Parece que Eva delante del embrujo de Satanás, hubiera olvidado el claro mandato de Dios en cuanto al árbol de la ciencia del bien y del mal o que, Adán no la hubiere instruido claramente sobre las consecuencias que ellos tendrían si desobedecían, o parece ser que Satanás la tomo por sorpresa  en la tentación de tal forma que ella no pudo reaccionar a tiempo para pararse firme  la orden de Dios y no obedecer el engaño de Satanás cuando este vino a ella con su plan para destruir lo Dios tenia para ellos. Fuere lo que hubiere sido, la verdad es que ella tomo del fruto, comió y le dio también a Adán, el cual también comió.  Génesis 3:6 “Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.” 
Sin leemos el siguiente verso textualmente y a la ligera parece ser que lo que Dios les dijo no se hubiere cumplido, ya que no leemos textualmente que murieron, sino que una vez comen del fruto prohibido siguen con vida y por primera vez se ven desnudos. Sería que Dios se hizo mentiroso y solo los amenazó?, sería que el tubo misericordia de ellos y no murieron ante el consumo de aquel fruto venenoso?. Que fue lo que pazo entonces? y porque ellos siguen con vida?
Para dar respuesta a esto  interrogantes los invito para que escudriñemos bien este texto que es de vital importancia en la historia del hombre, vemos:

1- Dios crea al hombre tripartito: Espíritu, alma y cuerpo como lo reseñe en el primer capitulo.

2- El mandamiento de Dios es preciso y claro; Sí comes de este fruto, mueres sin remedio.

3- Este mandamiento sale directamente de la boca de Dios, el cual no es nada mentiroso, es fiel a su palabra, lo que Él dice es la única verdad.

4- Adán y Eva comen, aun sabiendo de la terrible consecuencia que los llevarían.

Que es lo que entonces muere del hombre al comer de este fruto venenoso y en cuanto la advertencia de Dios?
Lo que ellos mataron fue el espíritu que habían recibido de Dios, la parte de ellos que les serbia para comunicarse con Dios, es decir la muerte que ellos experimentaron fue una muerta espiritual, ya no habría mas relación de ellos para con Dios y a partir de allí solo quedarían siendo seres bipartitos, cuerpo y alma, repito, completamente muertos en su espíritu.
Vemos que como consecuencia de esta desobediencia, también sus cuerpos físicos conocen muerte. Adán vive cerca de 900 años y muere.

5.- Las consecuencias de la muerte del hombre.

Para poder estudiar minuciosamente acerca de este tema las clasificaremos en dos grupos:

a.  Naturales:

El hombre y su mujer son expulsados del Edén, perdiendo todas la bendiciones que habían recibido de Dios al estar bajo su cobertura.
El cuerpo natural del hombre, envejece y se deteriora hasta recibir muerte.

b.  Espirituales:

Para tratar estas consecuencias iremos a nuestro texto: Génesis 3:7-8  "Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos y conocieron que estaban desnudos": Hay entonces una pregunta. No habían estado sus ojos abiertos todo el tiempo?, porque no se habían visto desnudos aun estándolo desde su creación?. La respuesta es: Al ellos morir espiritualmente, quedaron viendo solo por medio de sus ojos naturales. En el mensaje bíblico antiguo testamentario Dios nos habla por medio de muchos símbolos y en este caso, desnudez es símbolo de pecado, en otras palabras ellos se vieron en su pecado, o conocieron que habían pecado, y esto por supuesto como consecuencia de lo que habían comido, el árbol del conocimiento del bien y del mal.

“entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”


La desnudez produce vergüenza y lo primero que hombre en su nueva naturaleza hace cunado no desea que los demás lo vean en su desnudez es cubrirse (desde allí comenzó). Aquí vemos al hombre y su mujer tratando de cubrir su desnudez, es decir su pecado, con obras de sus propias manos y de acuerdo a sus fuerzas y posibilidades, así es que ellos, cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales. Yo mi imagino que tiempo de duración tendían estos rudimentarios delantales, si ellos estaban escondiéndose entre árboles para no ser vistos. Esta misma costumbre la aprendimos de ellos y es así que hoy cubrimos nuestra desnudez física como tratamos también de cubrir nuestros pecados (desnudes espiritual) con obras de nosotros mismos. En cuanto a nuestra desnudez espiritual o pecado, pensamos que si hacemos obras buenas, Dios no vera nuestro pecado y por lo tanto no nos castigara por el. Es por esto que en tiempos especiales como el fin de año o en semana santa, vemos los locales de las iglesias llenas de gentes que al asistir allí tratan de lavar sus conciencias de sus pecados acumulados por medio de sacrificios propios. Algunos caminan de rodillas, otros dan mas diezmo y limosnas para los pobres, otros ocupan mas tiempo para leer la biblia, otros ayunan, en fin hay un sin número de formas de tratar de hacer algo para cubrir el pecado delante de Dios, seguimos cociendo nuestros propios delantales.

“Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto.”

Porque razón hicieron esto?. Para los que piensan que es el hombre que toma la iniciativa de buscar a Dios para que perdone sus pecados seria mejor que la escritura dijese así: “Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer corrieron a buscar su presencia para pedirle perdón por lo que habían hecho”.
Que fue lo que aconteció entonces en el hombre para que este no lo hiciera de esta forma? Al ya no estar en ellos la parte que producía este deseo, este sentir, es decir el espíritu con el cual Dios los había creado, y al tener conciencia de su pecado, y de que eran dignos de castigo, su determinación fue huir de la presencia de Dios. Esta es una de las mas terribles consecuencias de la muerte espiritual del hombre, este no tomará ninguna iniciativa propia por buscar a Dios, al contrario, el pecador siempre estará huyendo de Dios, nunca pero nunca el pecador tomara iniciativa para ir a buscar ya que perdió la esencia, el elemento, la parte del el que pudiera llevarlo a hacer esto ya no esta disponible. Ya su espíritu esta muerto indefectiblemente por la acción del veneno comido. A partir de allí quedamos totalmente depravados, completamente incapacitados de ir a buscar a Dios.
Amados amigos y hermanos desgraciadamente esta verdad bíblica es desconocida por muchos de los que enseñamos la palabra de Dios, o con suspicacia y astucia la ocultan para no enseñarla a los hijos de Dios, se enseña que el hombre en verdad no murió completamente y por lo cual él puede tomar decisión propia (Libre albedrio), de aceptar o no aceptar a Dios, de por iniciativa propia buscar a Dios para arrepentirse de sus faltas. Terrible mentira es esta, anatema se enseña al pobre pecador, al hijo de Dios extraviado  y perdido, en cambio de enseñarles que Cristo salva, Que es El Dios todo poderoso quien lleva la gloria al ir a buscar al pecador, se les enseña que la gloria es del hombre y que es este, quien toma la iniciativa de ir a buscar a Dios, se  les enseña que ellos se pueden salvar así mismos por sus obras, si hacen lo suficiente y si corren a Dios para pedirle perdón. Que terrible error es este. Los que tenemos la misión de entregar el evangelio de Jesucristo deberíamos ser claros con el pecador e informarlos la única verdad: En Adán hemos quedado muertos y no tenemos por nosotros mismos ninguna salida ni remedio para solucionar esta muerte, Es Dios que con su amor solucionará nuestro problema de muerte.

Génesis 3:9 “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?

Mi siguiente pregunta es cual fue la actitud que tomo Dios ante semejante conducta de Adán y Eva?, Que harías tu si estuvieras en la posición de Dios?, Que merecían ellos por su pecado?. La escritura nos describe como Dios toma la iniciativa en ir a buscar al hombre pecador, y lo llama…” ¿Dónde estás tú?”, que tremendo contraste vemos aquí, el ofendido buscando al ofensor, para escucharlo, sabiendo de lo que este había hecho. Vemos al Omnisapiente  y omnipresente Dios buscando al hombre como si el no supiera donde este se escondía, Dios sabía que pasaría con ellos, que conducta tendrían, donde estaban escondidos, e inclusive que ellos le faltarían. Sin embargo lo vemos buscándole y tomado tiempo y paciencia para escucharles las disculpas tontas de este. Que hermoso es ver como ante la incapacidad total del hombre por buscar a Dios, Dios toma la iniciativa de ir a buscarlo y a llamarlo. Hoy sigue pasando lo mismo, El pecador huyendo de Dios y Dios buscándolo para justificarlo, para perdonarlo. ¡Oh! cuanta misericordia tiene hay en el, y que amor tan inmenso nos muestra el como nuestro amado padre, que aun nosotros habiéndole faltado va a buscarnos para ofrecernos perdón.
! Oh! amigo, si tu estas leyendo este articulo y aun no has entregado tu corazón a Cristo, pueda ser que ahora mismo él te esté llamando con voz de padre a tu corazón de hijo, afina el oído de tu corazón, él puede en este momento estar llamándote por tu nombre y diciéndote: “…donde estas tu?”.

Las respuestas de Adán y Eva y sus disculpas delante de Dios.

Aquí podemos leer los inventores de la disculpa; Adán y Eva por causa del pecado.
Seria muy interesante ver la cara de inocencia de Adán cundo Dios le pregunto: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? . Notemos la respuesta que le da: “La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí”. Pobrecito Adán parece inocente, la culpa la tubo Eva dice el, como lavándose las manos de toda culpabilidad y responsabilidad delante de Dios. Posteriormente Eva al ser indagada por Dios hace lo mismo; la culpa la tubo la serpiente. Que fácil se hace echarle nuestras culpas a los demás de tal manera que ellos sean vistos culpables y nosotros salgamos bien librados de nuestros errores, Que fácil resulta aparentar inocencia y poner nuestra culpa en los demás incluyendo nuestros seres queridos, con tal de aparentar inocencia y salvar nuestro prestigio. Desde allí el ser humano viene arrastrando con esta abominable costumbre, siempre tenemos una disculpa para cada falta cometida, desde que tuvimos huso de razón comenzamos a utilizarla, primero con nuestros hermanos, compañeritos de estudio y así crecimos con ella como parte nuestra, a medida que crecimos corporalmente ella creció  con nosotros, ella es parte de nuestra naturaleza adámica, y solo será terminada parcialmente cunado Dios nos atrape y nos de nueva vida y cambie nuestra forma de pensar. Vemos como nuestro cerebro se hace como una fabrica de ellas, los grandes criminales cuando planean un delito, planean también una salida, una disculpa por si son sorprendidos en el delito.

La promesa de salvación dada por Dios en medio en medio de la maldición.

En los siguientes versos del capitulo 3 de Génesis, leemos como Dios maldice en su orden, a Adán, a Eva y a la serpiente. Notemos que en el verso ya Dios nos hace claridad de la existencia de dos mundos, de dos simientes; la simiente de la mujer y la simiente de la serpiente o Satanás. Notemos también como afirma lo que sucedería en el futuro  y que vendría a ser la salvación del pecador: “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” Jesucristo nacido de mujer, cundo murió en la cruz, Satanás pensó todo estaba terminado a su favor, lo que no se dio cuenta es que en la cruz fue derrotado, aplastada su cabeza, y la cruz recibimos victoria.

El principio del regamiento de sangre para cubrir el pecado.

Recordemos cunado Adán y Eva comieron del fruto prohibido, lo primero que pasó es que se vieron desnudos y que cocieron hojas de higuera y se hicieron delantales. Dios sabia que esto no era de ninguna forma valido delante de él ni duradero para el propósito que ellos las hicieron: cubrir pecados (desnudez), así que en el verso 21 vemos al mismo Dios misericordioso obrando a favor del hombre para cubrir su desnudez: “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.”
Las pieles con que fueron ellos vestidos hubieron de salir de algún animal inocente, hubo de haber derramamiento de sangre de estos animales, y por primera vez el pecado (desnudez) del hombre es cubierta por Dios por medio de derramamiento de sangre, mediante la muerte de un animal inocente, vemos que desde allí así opero Dios para tratar el problema del pecado del hombre (Léase el  libro de Levíticos  y las ofrendas por el pecado), hasta llegar  a Cristo Cordero de Dios que con su sangre santa quita el pecado del mundo.

La corrupción moral del hombre.


El hombre muerto espiritualmente queda en un estado lamentable de total depravación, imposibilitado completamente de buscar a Dios o tomar alguna iniciativa para solucionar su problema con Dios, todo lo contrario cada día que pasa su conducta es peor y peor, su vida se corrompe  de tal manera que llega al punto que todo lo que hace, lo que piensa es malo, veamos: Génesis 6:5-8 “Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal.
Y se arrepintió Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho.”
Que triste y duro es leer estos versos, que triste es ver a que terrible estado de muerte llego el hombre, que triste es ver a Dios arrepentirse de haberlo creado, como pudo haber sucedido esto?, que tremenda tragedia en la vida del hombre! No hay remedio que el hombre pueda encontrar, al contrario, su pecado lo lleva hasta su misma destrucción. Todos mueren ahogados en el diluvio universal.

La Gracia de Dios manifestada.

En el verso 9 leemos: “Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.”
Notemos esto: todos eran culpables y merecedores de muerte sin acepción alguna, pero por la puara misericordia  de Dios en una muestra de su gracia, y como una muestra también de su gran fidelidad en cuanto a su santo propósito en cuanto al mismo hombre, Dios no  mata a Noé y su familia, repito no porque estos fueran mejores que los demás sino por la pura misericordia de Dios, hallar gracia es que Dios los vio en misericordia, no que ellos por medio de sus obras buenas hubiesen merecido mejor trato, no, es por la pura gracia de Dios, en otras palabras Dios les perdono sus vidas y se las regalo para que continuaran viviendo para que por medio de esto Dios continuara con su plan inicial trazado en cuanto al hombre.


Conclusión primera parte.

Dios creador de todo, por medio de su sola y poderosa palabra crea todo lo existente, pero en el sexto día de acuerdo a su eterno propósito, con sus propias manos crea también al hombre, para que este se su representante y administre sabiamente su creación, le da vida del soplo des u aliento, es decir vida de su vida, lo crea tripartito: Espíritu, alma y cuerpo, santo y perfecto. Antes de ponerlo en su funcionar en el Edén Dios le da una instrucción concreta, clara y precisa: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.” Así mismo Dios le da una pareja ideal en Eva, carne de su propia carne. Vemos que el hombre hace su primer trabajo, pone nombre a toda la creación de Dios y que dios esta muy satisfecho. Pero vemos también que Satanás entra en acción para destruir lo que Dios ha construido y engaña a Eva  y a Adán, quienes sabedores de la orden de Dios, deciden por su propio riesgo desobedecer el mandamiento y como consecuencia de acuerdo a lo dicho por Dios “Ciertamente morirán”, mueren espiritualmente sin remedio. Hablamos también de las consecuencias que  esta muerte trajo en la vida del hombre, consecuencias que muchos arrastramos hoy como consecuencia de nuestra naturaleza natural adámica. En pocas palabras Dios le da vida al hombre y este decide perderla, de tal manera que todos los que venimos de Adán nacemos muertos espiritualmente más vivos naturalmente es decir solo con un cuerpo y un alma.

Les animo para que continuemos a seguir la segunda parte de este estudio, que indudablemente será mas de mucha enseñanza, seguiremos nuestro viaje paro ya desde el nuevo testamento y les bendigo con toda bendición desde los cielos declarándolos siempre vencedores y llenos de la vida de Dios.

31 octubre 2012

La elección de Dios

Primera parte.

Introducción.


He escogido estos tres pasajes bíblicos con el fin de escudriñar en la santa palabra de Dios en cuanto a este tema tan significativo, pero a la vez olvidado en la vida de la iglesia, sobre todo en estos tiempos, en los cuales el hombre desea ser tenido en cuenta en todo, tiempos en que la soberanía de Dios quiere ser puesta en duda ante la gloria y soberanía en el pensamiento del hombres. Es por esto muy importante que prestemos atención a lo que nos enseña su santa palabra y que tomemos una posición correcta delante de Dios, delante de la iglesia y delante de los falsos profetas de este tiempo que con sus fabulas y falsas doctrinas quieren engañar al creyente, quitándole la gloria  a Dios, para  tenerla ellos y de esta forma mantener  en oscuridad a los creyentes ingenuos para aprovecharse de ellos y sacar ganancias deshonestas en su provecho.

Dios escogió soberanamente desde el comienzo.

Jeremías 1:5, “Antes de formarte en el seno de tu madre, ya te conocía; antes de que tú nacieras, yo te consagré, y te destine a ser profeta de las naciones.”
Este pasaje nos muestra claramente como Dios habla al profeta Jeremías y le aclara acerca del su existencia y de los planes que Dios tenia en cuanto a él. De la misma forma Dios nos escogió a cada uno de nosotros con un propósito y esto aconteció no después de que naciéramos y hubiésemos hacho alguna obra o buena o mala, no, él nos acogió como lo veremos mas adelante antes de todos los tiempos antes que la misma fundación del mundo.

Nos escogío Dios o fuimos nosotros los que lo escogimos a El?

Esta es una pregunta que la humanidad siempre se ha hecho atreves de todos los tiempos, esta se hace cada vez mas insistente en estos tiempos modernos, en medio de grandes descubrimientos, en donde la lógica del pensamiento humano engrandecido desea quitarle la gloria a al Dios. El hombre se olvida que Dios es todo poderoso, que él es autónomo en sus decisiones, que no deja de ser Dios justo, porque al hombre le parezca que nos sea así, él es un Dios justo, y que el escoge y hace como a él le place, que hoy no necesita pedir consentimiento al hombre imperfecto y que tampoco lo hizo desde el comienzo.
Para muchos pensar que Dios nos escogió o eligió al hombre puede sonar ofensivo a sus razonamientos humanos,  estas personas por razón de la naturaleza de sus pensamientos, siempre se van a oponer, ya que ellos desean ser el centro y no Dios. Hay muchos que afirman que fue el hombre en su ignorancia que creo a Dios. Sin embargo Dios mismo se encarga que esta afirmación quede completamente anulada cuando el mismo mediante la boca de su amado hijo cuando aun estaba en medio de nosotros afirmo:
Juan 15:15 “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.” 
Si el mismo Jesucristo con su boca lo dice contundentemente, que podemos nosotros añadir a esto?. No queda nada por decir. Él nos eligió, no nosotros a El, él lo dice y su palabra es la verdad, lo demás queda sin piso, sin fundamento.
Él nos escogió también con un propósito, y nos puso en el mundo para que llevemos mocho fruto y para que este fruto permanezca para la gloria de Dios, él es Dios soberano y todo poderoso.

Cuando nos escogió Dios?

Efesios 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.”
En nuestro hermoso texto la respuesta es precisa y contundente: “Nos escogió en el antes de la fundación del mundo”. Él nos escogió por anticipado, es decir antes de que fuéramos engendrados. Pensemos así: Antes que naciéramos ya todos nosotros eramos una realidad para el. Él no nos escogió después de nacer y menos como consecuencia de nuestra conducta buena. Es falso afirmar lo contrario ya que aquí dice él dice claro, antes de la fundación del mundo.

Dios nos escogió con un propósito.

Cuando en nuestro texto se encuentra la preposición, “para” significa con una meta, por un algo, con un propósito, y este propósito es: “que fuésemos santos y sin mancha delante de él”.
Nace entonces una tremenda pregunta delante de nosotros: Si estamos metidos en este cuerpo de pecado el cual nos lleva todo el tiempo a faltarle a Dios como conseguiremos nosotros mismos ser santos y sin mancha delante de él?. Aquí es donde todo argumento de la soberanía del hombre y de su santificación o escogencia por sus propios medios se queda totalmente sin piso, ya que quien osado podría llegar por sus propios medios delante de Dios santo y sin mancha?. La respuesta viene en el siguiente texto: “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,  en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,”.
Es por la iniciativa de él, es por su gran amor, que en su plan de salvación para sus extraviados y perdidos hijos, existiera su predestinación celestial.
Predestinar significa destinar por anticipado, o tener un destino previo para nosotros. Recuerdo bien cuando mu esposa Jeanneth y yo planeamos tener nuestro primer hijo, antes que el fuera engendrado ya teníamos un plan para él, teníamos un nombre, se llamaría Hernán Darío, planeamos todo, en que cama dormiría, que comida recibiría, nuestra protección todo el tiempo, nuestras vidas dispuestas para proveerle en todo, podría asegurar que hasta un sueño teníamos en cuanto a él. Antes que lo engendráramos todo estaba planeado, pensábamos que mediada que su edad crecía, le enseñaríamos a jugar al futbol, a montar en bicicleta, las artes musicales, hasta llegamos a planear su educación, cuando grande nuestro hijo será un ingeniero, gloria a Dios que en gran parte todo esto se cumplió, aun siendo nosotros solo unos padres terrenales imperfectos.
Dios trazo un plan divino para nosotros, este plan se llama predestinación. Así como en nuestro primer texto bíblico en donde Dios le habla al profeta Jeremías, dándole a conocer del propósito que Dios tenia para con él, así tiene él un plan trazado en cuanto a nuestra vida y destino, seremos lo que él ha dicho que seamos, para su gloria y su honra.

Para que nos predestino Dios?

1. Para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, no hay otra forma, nos es por nuestras obras, o por nuestra conducta, es por medio de la adopción como hijos por medio de Jesucristo. Recordemos en que estado quedamos después de la caída de Adán, recordemos también que el escogió a un hombre Abraham y por medio de este hombre un pueblo, su heredad, el pueblo judío. Nosotros como dice en mismo Efesios 2: 12-13 “En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.
Mostros necesitábamos de una adopción para ser llamados hijos de Dios y esta adopción se cumple mediante Jesucristo.

2. Para ser salvos, mediante el sacrificio de Cristo en la cruz, mediante la redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia. Sin este sacrificio, sin esta obra planeada de antemano por Dios, seguiríamos siendo ajenos y lejanos de Dios, seguiríamos en condenación, sin Cristo y sin ley.

3. Para darnos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.

Conclusión.

Concluimos pues que fue Dios quien nos escogió y no nosotros a él, que él nos escogió antes de la creación del mundo, que no nos escogió por nuestra obras o por nuestra conducta buena, que él nos escogió con un propósito, que ese propósito se llama predestinación de Dios, que fuimos predestinados para ser hechos hijos suyos por adopción mediante Jesucristo, que fuimos predestinados también para ser salvos por medio del sacrificio de Cristo  en la cruz y de su sangre por la cual recibimos perdón y redención de pecados, que también nos revelo el misterio de su voluntad, para que así pudiésemos entenderle y de esta forma poder vivir como hijos obedientes y victorioso sobre la tierra.