21 julio 2016

LOS DONES MINISTERIALES

















     Para facilitar el estudio de los dones, hemos dividido este tema en tres partes, Dones del Padre, Dones del Hijo y Dones del Espíritu Santo. Respecto a los dones del Padre, Vemos como cada persona desde el momento de su nacimiento ha sido dotado con talentos, aptitudes innatas que se manifiestan durante toda su vida y tienen un propósito; servir al prójimo. Los dones del Espíritu Santo son dados al creyente por el Espíritu  en el momento de su nacimiento como hijo de Dios; entre tanto que los dones del Hijo, tema que trataremos en esta ocasión son personas con determinados dones dadas por Cristo a la iglesia para cumplir un propósito; edificar al cuerpo de Cristo, el cual es su iglesia. Recordemos que Jesucristo es la cabeza de la iglesia y nosotros somos su cuerpo aquí en la tierra. Somos los medios por los cuales Él manifiesta su gloria y poder a las naciones. En este tratado tendremos como base la cita que se encuentra en Efesios 4:10-16   

  "El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo  todo. Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos  para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su    crecimiento para ir edificándose en amor."                                                Efesios 4. 10-16


  Introducción 

    Nos llama la atención la importancia que Jesucristo da a los dones del ministerio, personas que él mismo escoge dentro del cuerpo para desarrollar el propósito de edificar al mismo, hasta alcanzar la plenitud que Él se ha propuesto.   Si Jesucristo le ha dado importancia a este tema; porqué nosotros como iglesia no habremos también de darle el lugar que le corresponde? Cuando la palabra de Dios dice: “Él que descendió es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.”  Está hablando de la persona de JesucristoQuien fue el que descendió y luego subió; esto nos ayuda a entender que Cristo mismo está en el asunto.Luego continúa la escritura  mencionando  que fue  Él mismo, el que constituyó y nombra la lista de a quienes constituyó y con qué fin los constituyó. Estando claros de lo anterior,  podemos edificar y servir como lo hizo Cristo; sin enseñorearnos de la iglesia.  Jesucristo es nuestra medida, nuestro modelo a seguir. 

    “el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.”  Filp. 2:7   

    Estos dones del Ministerio no son títulos como en muchos casos la iglesia los ha entendido. Más bien son un llamado a servirnos en amor los unos a los otros y edificar en su nombre, teniendo el mismo sentir que Él tiene.


Propósitos de los Dones Ministeriales



1.    Perfeccionar a los santos para la obra del ministerio.


 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del        conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina… sino que siguiendo la verdad en amor,  crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es; Cristo" (Efesios 4:12,15)



A través de la predicación, de la enseñanza, y  del consejo, cada creyente  va creciendo hasta alcanzar una madurez y tomar una posición activa de compromiso dentro del cuerpo de Cristo; de tal manera que su vida refleje ese caminar en Él. Este mismo crecimiento lo llevará a tomar parte activa como familia de Dios en la congregación local, sirviendo conforme al don que de Dios ha recibido.



Claramente nos expresa el versículo anteriormente escrito, que el deseo del Señor no es que nos quedemos como niños y que seamos movidos para un lado o para otro sin discernir las escrituras; sino que crezcamos hasta esa plenitud que Él tiene preparada para nosotros.

Esta obra de perfeccionamiento es continua e involucra a todos los creyentes desde aquel que recién nace espiritualmente hasta el pastor o apóstol, todos necesitamos ser perfeccionados continuamente, hasta que lleguemos a la unidad de la fe que es en Jesucristo.


  2.    Edificar el Cuerpo de Cristo


“de quien todo el cuerpo (estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen), conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor. Ef.4:16” 

Todo creyente desde su mismo nacimiento espiritual es una piedra viva, que hace parte de un edificio vivo funcional como es la iglesia de Jesucristo. Esta edificación tiene como propósito que la iglesia crezca y madure espiritualmente hasta llegar a la unidad de la fe  y tomar su plaza visiblemente en medio de nuestra sociedad, siendo luz del mundo, dando el amor que viene de Dios, trayendo paz donde hay conflicto, sanando al herido, liberando al cautivo espiritual, restaurando lo destruido por Satanás, perdonando y enseñando a perdonar así como Cristo nos perdonó. Nosotros todos somos apenas obreros, siervos colaboradores del Señor, quien es el perito arquitecto y jefe, Él es el edificador de su iglesia. Es un honor  ser parte de su cuadrilla y de poderle servir con toda nuestra vida y nuestras fuerzas.


Quien es él que llama y constituye?


El llamado a este servicio es exclusivo de Jesucristo, el mismo lo hace al corazón de  aquellos que él ha escogido con este propósito, este trabajo no se lo  delegó a nadie sobre la tierra. El mismo es el que escoge, el que llama y el que constituye. Esto quiere decir que ninguno de nosotros podemos constituir o nombrar a ningún apóstol, profeta,  pastor, evangelista o maestro ya que esto lo hace solamente el Señor.
No encontramos enseñanza en los cuatro evangelios, ni en el nuevo testamento, con instrucción del Señor para que alguno de sus apóstoles en vida o  quienes posteriormente continuaron con la edificación de la iglesia, constituyera (nombrará o menos destituir) a ninguno de estos 5 dones dentro de su iglesia. Lo que si encontramos es la instrucción de nombrar o establecer ancianos en las iglesias. Entendemos claramente que no es lo mismo nombrar ancianos en medio de la iglesia que nombrar pastores o cualquier otro don ministerial; lo primero tenemos instrucción clara de hacerlo, más lo segundo es solo Jesucristo es quien lo hace con llamado personal al corazón, así mismo como Él llama, Él equipa y capacita.

Sin embargo lo que el apóstol o profeta realiza es una confirmación a la persona del llamado que ya le ha sido hecho por Jesucristo.

Veamos como en los Hechos 13:2 el Espíritu da orden de apartar a Bernabé y a Saulo para obra que él les ha llamado.  

“Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”. He. 13:2

Quién apartó a Bernabé y a Saulo? Aquellos que fueron indicados por el Espíritu para que lo hicieran. No que ellos colocaran el llamado o el don pero sí que los apartaran y confirmaran en ese llamado.

Ninguno de nosotros como creyentes podemos escoger que queremos ser o hacer;  es Cristo mismo quien escoge como lo hemos escrito anteriormente.

Es honroso el poder servir al Señor en este servicio, así que una vez tengamos claro a que nos ha llamado Dios entonces debemos hacerlo con humildad, con entrega, con amor y ante todo con mucha misericordia, ya que al ser constituidos siervos de Jesucristo, lo estamos representando en todos los aspectos de nuestra vida y en cualquier lugar donde nos encontremos,  Cristo y los primeros apóstoles nos dejaron mucho ejemplo en el comienzo de la iglesia

Los 5 Ministerios en la iglesia


Apóstoles
Los que son enviados por Dios a plantar y cubrir.
Luc. 11:49; 1 Co 12:28;  Ef. 2:20
Profetas
Los que traen un mensaje oportuno procedente del corazón y mente de Dios.
Hechos. 11:28; 13:1; 21:10-11
Evangelistas
Los que traen buenas noticias y con entusiasmo comparten el mensaje de salvación de Jesucristo
Hechos 8:5-40; 21:8.
Pastores
Los que apacientan (alimentar, guiar, cuidar) las ovejas del Señor.
Juan 10:11; 1ra Pedro 5:1-4
Maestros
Los que enseñan con sabiduría de Dios la verdad de su palabra.
Juan 13:15; Romanos 12:3-8

Características de cada Ministerio


Apóstoles:

Quién es un apóstol?: 

Este vocabulario está compuesto del griego “αποστολος” (apóstolos) compuesto del prefijo”απο” (apo) lejos y “στελλω” (stellō) que quiere decir enviar, del latín “apostōlus”.
En otras palabras es uno que ha sido enviado con un propósito; dar a conocer a Jesucristo. 

Existe un desacuerdo en cuanto a la existencia de este don en la iglesia de hoy. Algunos son del sentir que los apóstoles ya no existen en la iglesia hoy día. Esto se basa en la suposición de que el fundamento ya ha sido establecido (Efesios 2:20), ya no se necesita más construcción, también afirman que los únicos apóstoles son los que fueron testigos presenciales de la resurrección de Cristo.(Hechos 1:15-22).

El otro ángulo es que hay algunos que sin esfuerzo alguno adhieren el título de apóstol o profeta a sus nombres sin demostrar las características del ministerio. Ellos están fomentando nombres y buscando títulos. El mal uso de la función ministerial abunda. La respuesta apropiada para el mal uso no es la eliminación sino el uso propio y la educación suficiente.

Nosotros somos del creer de la verdad a la luz de su palabra: Que Cristo estableció, a quienes estableció, para que los estableció y hasta cuando los estableció.

La enseñanza en el pasaje de Efesios 4 es claro y contundente: "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles;… a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;..."

Posibles lugares de trabajo:


El apóstol funciona dentro de la iglesia local como parte de los ancianos y por esto cumple una función de liderazgo claro y definido en la iglesia. 

Administrar, Apacentar y alimentar al rebaño que el Señor les ha dado como grupo de ancianos.  

Fuera de la iglesia podemos ver que este apóstol establece iglesias, las guía, cubre y alimenta para que crezcan sanas.

Veamos: 

1. Participan del gobierno de la iglesia

2. Son pioneros con visión de Dios.

3. Progresan y avanzan hacia territorio nuevo.

4. Disfrutan estableciendo nuevas Iglesias mediante la predicación de las buenas nuevas.

5. Con valentía avanzan hacia zonas que no han sido alcanzadas y establecen iglesias.

6. Abren puertas de oportunidades para difundir el Evangelio.

7. Para ejercer en su llamado poseen los otros dones espirituales

8. Asientan el fundamento, juntamente con los profetas (Efesios 2:20).

9. Enviados por Dios con este propósito

10. Con humildad de siervos y mediante los dones espirituales recibidos, predican la palabra de Dios y ministran a las almas llevándolas a los pies de Cristo plantando iglesias donde no las hay.

Ellos no se detienen allí sino que continúan pendientes de estas nuevas iglesias, consolidándolas tanto en la palabra como en su forma de funcionar bíblico. Siempre están pendientes y tendrán el sentir de verdaderos padres para con aquellos, al establecer ancianos en cada iglesia, mantienen una relación continua con ellos, dándoles el consejo sabio de la palabra para que ellos puedan ejercer y crecer en el llamado que Jesucristo les dio. De esta forma las nuevas iglesias son consolidas y edificadas para la gloria de Dios.

Posibles peligros del llamado apostólico: 

1.   Aquellos que han sido llamados como apóstoles deben tener el cuidado de no tomar la gloria para si mismos; pues si tiene el llamado, éste es por causa de Cristo y para servirle a Él.
2.   Otro cuidado  es en la manera como ejerce autoridad sobre la iglesia, ya que la palabra exhorta a no enseñorearse de la grey del Señor. 
3.   Este es un don que ha sido mal usado por personas con intereses personales, que buscan su propio provecho. Es por esto que en muchas ocasiones el llamado apostólico no es aceptado. Sin embargo la Palabra lo enseña y establece. 

Diferimos y estamos en gran desacuerdo con aquellos que han tomado el nombre de apóstol como un título con el cual señorean y lo usan para su propio bien y provecho sin tener en cuenta el llamado de ser siervos como lo fue Cristo. En este tiempo somos testigos de cómo hay muchos que penetran en algunas ciudades y supuestamente levantan una obra pero lo hacen influenciando ovejas de otros rediles, ejerciendo autoridad férrea y señorío sobre ellos, esto no es apostolado.

Los creyentes que han recibido este don, no necesitan autonombrarse; Ellos como los otros dones ministeriales, son llamados y constituidos por Jesucristo mismo.

Con humildad de siervos y mediante los dones espirituales recibidos, predican la palabra de Dios y ministran a las almas llevándolos a los pies de Cristo plantando iglesias donde no las hay. Ellos no se detienen allí sino que continúan pendientes de estas nuevas iglesias, consolidándolas tanto en la palabra como en su forma de funcionar bíblico. Siempre están pendientes y tendrán el sentir de verdaderos padres para con aquellos, al establecer ancianos en cada iglesia, mantienen una relación continua con ellos, dándoles el consejo sabio de la palabra para que ellos puedan ejercer y crecer en el llamado que Jesucristo les dio. De esta forma las nuevas iglesias son consolidas y edificadas para la gloria de Dios.

Los verdaderos apóstoles nunca ejercerán señorío y dominio sobre ninguna iglesia, sino que están claros como Jesucristo lo hizo. El mandamiento es servir con humildad y entrega.

Como crecer en este llamado:
Si el Señor le está haciendo este llamando no se aferre a un solo don,  deje que el Espíritu le dirija conforme a su propósito.

- Recuerde que es El quien llama y escoge. Reconozca ese llamado.
- Recuerde que el trabajo en el Señor no es envano. 
- Crezca en la palabra constantemente y afirmese en la voluntad de Dios.
- Pida consejo y no se apoye en su propio entendimiento. 

Profetas

Quién es un profeta?

Es  una persona que sirve como intermediario  entre la humanidad, entre la iglesia y  Dios. Estrictamente hablando, un profeta es alguien que sostiene haber tenido una experiencia personal con Dios, recibiendo de él la misión de comunicar sus revelaciones y, como consecuencia de ello, habla en su nombre a los seres humanos. El profeta posee cualidades de intercesor por el pueblo ante Dios y a su vez es mensajero de su palabra. 

Los profetas hablan de parte de Dios al creyente, comunicando el sentir/pensamiento de Dios para el presente. Frecuentemente el profeta usará el pasado para tratar con el presente.
Los profetas en su mensaje traen  una operación del Espíritu en la iglesia para que esta sea ejercitada dentro de líneas y directrices divinas. 

No hay un solo versículo en la Escritura que diga que el ministerio de los profetas “no es para hoy” como algunos afirman al igual que con el don apostólico. Los profetas junto con los apóstoles, evangelistas, pastores y maestros son constituidos, dadosa la iglesia por Jesucristo, hasta que el cuerpo de Cristo llegue a la unidad de la fe y a un hombre maduro a la estatura de Cristo.

Si escudriñamos la palabra de Dios, en ella encontramos que en la iglesia primitiva hubo profetas reconocidos.
Judas y Silas eran profetas (Hechos 15:32)
Había profetas en Jerusalén (Hechos 11:27)
Había profetas y maestros en Antioquia (Hechos 13:1-4)
Había también profetas en Tiro (Hechos 21:3-4)
Agabo era un profeta probado (Hechos 11:28; 21:10-11)
La iglesia en Corinto tenía profetas (1º Corintios 14:27; 128-29)
Los profetas están incluidos en la lista de dones que Jesucristo constituyo. (Efe.4:9-11)
Hay mucha diferencia entre tener el don de profecía y el tener el don profético. La profecía es una manifestación del Espíritu Santo en cualquier creyente, según el mismo Espíritu Santo desee usarlo en un momento determinado para provecho de la iglesia o de un creyente en particular. En cambio el don profético es dado y constituido por Jesucristo, no es un don esporádico sino  un oficio permanente de una persona llamada por Dios para ejercer una misión determina en la edificación y perfeccionamiento de su iglesia.

Posibles lugares de trabajo: 


El profeta es una anciano en medio de la iglesia local y por tanto desempeña las funciones de un anciano administrando, apacentando y guiando la iglesia. 

Veamos:  

1. Participan del gobierno de la iglesia.

2. Tienen el don espiritual para mirar en voluntad de Dios para el futuro.

3. Poseen una capacidad para ver lo lo que está pasando en un momento determinado.

4. Tienen un entendimiento de los tiempos.

5. Proclaman e interpretan la revelación divina dada a ellos.

6. Revelan lo que está escondido.

7. Interpretan lo que se le está revelando a ellos.

8. Hablan por  el mensaje de Dios.

9. Emiten proclamaciones de acuerdo a la Palabra escrita.

10. Alertan a la iglesia de engaños y falsas profecías.

11. Son directivos o correctivos en su enfoque.

12. Exhortan, edifican, y consuelan mediante la profecía (1 Corintios 14:3).

Posibles peligros del llamado profético:

·   En momentos de flaqueza espiritual dar un mensaje como si fuera de Dios, debido a la presión que sobre este profeta se ejerce para entregar. 

·   Peligro en no reconocer los dones que tienen que lo ayudan como profeta. Sabiduría, don de ciencia y discernimiento de espíritus. 

·   Peligro en pensar que al dar una profecía significa que eres profeta
·   
    Peligro al descuidarse en su relación con Dios. 
·         
·  Encontrar su lugar en el ministerio y recibir confirmación de los anciano.

·  No dejar fluir al Espíritu Santo y  mostrar falta de profesionalismo y de orden.

·  Peligro en no enseñarle a la iglesia sobre este don.

·  Ser visto el primero y no Dios. No aceptar la crítica, considerándose único y que no falla. 

Como Crecer en el llamado: 

El profeta es un ministro de oración y palabra, por tanto esta debe ser su prioridad. 

Comparta con otros profetas y aprenda a usar los dones que de Dios le han sido entregados. 

    Evangelistas

    Quién es un evangelista:?


"anunciador de buenas noticias" (Hch. 21:8; Ef. 4:11; 2 Ti. 4:5). El don de la evangelización fue uno de los varios dones que Cristo dio a diversos miembros de su iglesia después de su ascensión (Ef. 4:8,11). Este don, junto con los otros, fue concedido para que la iglesia pudiera cumplir cada fase de su tarea y ser perfeccionada en Cristo (vs 11-16). Felipe, el diácono, fue llamado evangelista (Hch. 21:8; cf 6:5). Pablo animó al joven Timoteo a hacer la obra de un evangelista (2 Ti. 4:5).

Los primeros apóstoles tambíen fueron los primeros evangelistas.

Aunque toda la Iglesia esta llamada en la Gran Comisión a predicar el evangelio a toda criatura, quien ha sido llamado y constituido para este ministerio, lo hará con mayor pasión y eficacia y sus frutos de conversiones serán más visibles. Todos estamos llamados a hablar de Cristo, pero no todos por esta razón somos evangelistas constituidos por Jesucristo

Quienes tienen el don de evangelista sufren cuando no está predicando el mensaje de Dios; sienten en su interior así como Pablo: “¡Ay de mi si no anunciare el evangelio!” (1 Corintios 9:16).

Quienes tienen el don, hablan la palabra de Dios con pación y autoridad espiritual y fluyen con sabiduría de Dios para hablar con sencillez el mensaje de salvación; en algún momento se tendrá que dar una explicación de cómo puede un pecador llegar a tener buenas relaciones con Dios. El anuncio de las buenas nuevas de Cristo, su muerte redentora y su resurrección, tendrá que hacerse verbalmente. El evangelismo es uno de los dones que se ejercita hablando. La palabra Evangelio viene de dos palabras griegas que significan Buen Anuncio o Buenas Nuevas.

Este don le da al evangelio una gracia especial, tanto que la gente acepte la gracia de la salvación, da a la proclamación de las buenas nuevas un sabor de vida para vida o de muerte para muerte (2 Corintios 2:15-16). 

Posibles lugares de trabajo en la iglesia: 

1. Participan del gobierno de la iglesia.

2. Anuncian las buenas nuevas.

3. Hacen recordar a los demás cristianos que es necesario alcanzar a los perdidos.

4. Alcanzan a la gente con el mensaje de salvación

5. Saben cómo hacer la Palabra de Dios relevante a los que no son cristianos.

6. Atraen a otros a una discusión sobre Jesús por doquiera que van.

7. Tienen pasión para compartir el Evangelio.

8. Tienen valentía al compartir su fe.

9. Relatan los hechos de la redención.

10. Predican a Jesucristo y su obra salvífica.

11. Reconcilian a la gente con Dios.

12. Declaran las promesas de Dios.

13. Heraldos de salvación.

14. Saben que el evangelio es poder de Dios para salvación.

15. Ungidos para atraer a la gente.

16. Emplean la sabiduría para ganar a los perdidos.

17. Viajan de lugar en lugar.

18. Son la punta de lanza en la obra de la iglesia.

Posibles peligros en el llamado evangelístico:  

Uno de los peligros más usuales es que se ve a la persona o el don antes que a Dios y la persona puede llegar a permitir que se le de gloria por lo que Dios hace en la vida de aquellos que escuchan el mensaje o que reciben sanidad. 

La persona que funciona como evangelista se llega a considerar infalible es decir que no cae, lo cual entendemos y sabemos que es incorrecto. 

Peligro en pensar que por causa del evangelista es que una persona se salva o no. Cuando realmente el único que puede salvar es Cristo. 

Otro peligro es que el amor a la palabra y al evangelio olvidan el amor por la persona y la necesidad que tiene. 

Si bien el evangelista es la punta de lanza, quien va delante, él debe entender que es parte de un equipo establecido por Dios. La tendencia del evangelista es a funcionar de manera independiente y sola; sin estar cubierto. Esto es peligroso e iría contrario a la palabra. 

Cómo puede un evangelista crecer?

·   Junto con el evangelista vienen dones dados por el Espíritu Santo, aprende a conocerlos y saber como Dios te quiere utilizar. Comparte con otros evangelistas las experiencias. 
    Prepárate en la Palabra y pídele a Dios dirección de a donde El quiere llevarte y el mensaje que habrá de ser entregado. 
    Esfuérzate en la gracia que te ha sido dada.     

   Pastores


Quién es un pastor?:


Los pastores son los hombres capacitados por la gracia de Divina, que tienen el encargo de Dios de velar por la iglesia, ir en busca de la oveja perdida, proteger al rebaño contra los lobos, guían, protegen con amor y dedicación la "Iglesia del Señor" (1Pe.5:1-4; Hch.20:17,28; Jn.21:15-16)

Los pastores están constituidos por Cristo mismo, para que en su lugar apacienten su amado rebaño, es decir les den el mejor alimento, aquel alimento que les conviene y que las mantiene fuertes y sanas. También los pastores cuidan el rebaño así como Cristo, velando sobre ellos de día y de noche, en buenos tiempos y en malos tiempos. Ellos también guían al rebaño del Señor en medio de este mundo y mediante su consejo sabio les ayudan a tomar las decisiones correctas para que ellos vivan vidas agradables a Dios y victoriosas.

Los verdaderos pastores nunca se señorearan de una oveja, ni ejercerán dominio sobre ellas, ni las amenazaran, ya que saben que ellos también son ovejas y tienen un Pastor que es Cristo.

Los pastores bíblicamente están bajo la autoridad del cuerpo de ancianos, del cual son parte como los demás con dones ministeriales. De este cuepo de ancianos, ellos reciben la autoridad suficiente para poder liderar la iglesia de acuerdo a la visión recibida. 


Posibles lugares de trabajo: 

1. Participan del gobierno de la iglesia, presidiendo a los demás ancianos en la iglesia local.

2. Cuidan, protegen, alimentan el rebaño del Señor.

3. Pasan la mayoría de su tiempo con otros cristianos.

4. Con humildad sirven como supervisores espirituales.

5. Demuestran gran paciencia al tratar con problemas de otros, aconsejan bíblicamente.

6. Poseen la habilidad de hablar la verdad con amor.

7. Escuchan y hacen fácil que los demás compartan sus sentimientos.

8. Capaces de invertir a largo plazo en el bienestar espiritual de los creyentes.

9. Hacen lo que sea necesario para ver a la gente crecer en la fe y en sus vidas espirituales.

10. Conducen a las ovejas haciendo que estas se sientan seguras.

11. Se sacrifican por las ovejas, (Juan 10:11).

12. Nunca desechan a una oveja por difícil que esta sea.

13. Especialistas en sanidad interior

14. Están pendientes de cada creyente por pequeño e insignificante que este sea.

15. Capacitados por Dios para organizar la iglesia local de acuerdo a la visión que Dios da.

16. Ejercen su liderazgo como Cristo mismo lo hizo, como un servicio en amor alos demás, sabiendo claramente que ellos son tabién ovejas falibles



Entre las tareas primordiales de los pastores se destacan:

Alimentar al rebaño mediante la enseñanza de la Palabra de Dios.

En el gobierno de la iglesia, ejercen la autoridad delegada del cuerpo de ancianos, presidiendo a a este cuerpo y la iglesia en general, sin ejercer señorío, sino haciéndolo con entrega y amor.

Así como Jesucristo lo fue, ser ejemplo, que su vida sea el reflejo de su prédica.

Velar que todos los creyentes permanezcan en la gracia divina
Cuidar del rebaño, amándolo como Cristo mismo lo ama.

Posibles peligros que pueden presentarse en un llamado pastoral:

El peligro de no  contar con los demás miembros del cuerpo de ancianos y tomar control autoritario unilateralmente. Que el el pastor sea la única autoridad en la iglesia. 

El peligro de tomar demasiado trabajo y no saber delegar a los otros ancianos, diáconos e iglesia. 

El enfocar todo su tiempo en el ministerio y olvidar  su hogar. 

Uno de los riesgos del pastor es que se pueda quemar. 

Está tan ocupado en su trabajo que no prioriza el contacto con otras personas, perdiendo así la oportunidad de dar a conocer el nombre de Cristo. 

La falta de comunicación con los demas ancianos de la iglesia. El pastor es quien muestra el camino a las ovejas y las mantiene unidas; al faltar canales de comunicación, él permanecerá solo y   tratará de llevar la carga solo. 


Cómo crecer en el don pastoral?


Priorizar a Dios y su relación personal antes que el mismo ministerio.

Ocupar tiempo en el crecimiento de la palabra y la doctrina.

Crecer en la manera de ministrar la palabra y la forma de entregar el mensaje.

Tener contacto y compartir experiencias con otros pastores.

Permitir que el cuerpo de Ancianos le cubran y apoyen.

Maestros


Quién es un maestro?:

Los maestros son creyentes escogidos y constituidos por Jesucristo para enseñar e instruir a la iglesia de la sana doctrina. Su instrucción implica la exposición y explicación de la palabra de Dios.

El propósito de la enseñanza de los maestros, es llevar a la iglesia a la unidad, el crecimiento espiritual, y para que mediante la enseñanza de la sana doctrina, maduremos continuamente para tomar el lugar que nos corresponde y participar activamente como partes del mismo cuerpo.

Mediante la unción recibida del Espíritu Santo, los creyentes que tiene este don, tienen la habilidad y capacidad de espiritual para que por el poder de la palabra enseñada por ellos nuestras vidas sean cambiadas y que cada día seamos más como Cristo.

Posibles lugares de trabajo: 

Al igual que los otros dones, el de maestro también es uno de los dones que está capacitado para estar en el liderazgo de la iglesia y funcionar como anciano en medio de la grey. 

Veamos otros aspectos: 

1. Fundamentan a los creyentes en la doctrina apostólica.

2. Disfrutan leer y estudiar la Palabra de Dios.

3. Exponen la verdad de manera simple.

4. Se entusiasman al enseñar la Biblia a otros.

5. Poseen la habilidad de hacer clara o simple la Palabra de Dios a la gente en cualquier nivel de madurez o educación que se encuentren.

6. Explican las Escrituras de una manera fácil de entender para los oyentes.

7. Tienen la habilidad espiritual. Una persona tal vez tenga la habilidad natural, inclinación o entrenamiento para enseñar. Sin embargo, esto no significa necesariamente que él sea llamado al oficio o cargo espiritual de maestro.

8. Imparten la verdad usando ejemplos o cosas ordinarias y sencillas.

9. Instruyen a la gente en tener una relación con Dios en vez de solamente conocer a Dios.

10. Se reproducen en las vidas de otros (Lucas 6:40).

11. Entrenan y encargan la verdad a aquellos que serán capaces de enseñar a otros (2 Timoteo 2:2).

12. Encuentran un balance entre lo teórico y lo práctico.

Los maestros en la iglesia son de gran importancia ya que la palabra doctrinal es enseñada a toda la iglesia desde la escuela dominical hasta los mismos ancianos incluyendo dentro de ellos a los pastores para que todos crezcamos en unidad con conocimiento de Jesucristo. Mediante su instrucción puede llegar fácilmente para que todos desde los mismos niños hasta el más instruido podamos entender las verdades escritas en la santa palabra.

Posibles peligros que el maestro puede tener: 

Predicar sin vivir la palabra.
Mostrarse a si mismo antes que a Dios y su palabra. 
El pensar que todo lo sabe y que ya no necesita crecer más. 
Manipular la palabra a su favor para conseguir un objetivo, especialmente en momentos de debilidad. 
Todo está en la palabra, pero no se deja fluir al Espíritu Santo. 
Enseñar una doctrina mezclada, debido a que no dedica tiempo al estudio de la doctrina.

Como crecer en el don de maestro?:

El maestro debe estudiar la palabra continuamente. 
Debe aprender técnicas de pedagogía para enseñar la palabra.
Crecer en recibir confirmación de otros. 
Buscar oportunidades para enseñar la palabra.    






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19 julio 2016

Conocereis la verdad y ella os hará libres







Haz visto alguna vez la mirada de un niño que no tiene esperanza? el andar de una mujer que vestida de Negro camina sin rumbo y sin identidad? el desasosiego de una familia que se llama cristiana y dice adorar a Dios pero internamente el dolor y la desesperanza le consume?

Así fué aquella visión que recibí aquella mañana;  mi corazón se inquietó hasta lo sumo y entonces pregunté: Señor que me quieres entregar?

El pasaje que me fué entregado era el de Gálatas 4: “Decidme, los que queréis estar bajo la Ley: “No habéis oido la Ley?, pues está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de la esclava y el otro de la libre; pero el de la esclava nació según la carne; pero el de la libre, en virtud de la promesa.  Esas dos mujeres son los dos Pactos; el que proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; este es Agar, pues Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, ya que ésta, junto con sus hijos , está en esclavitud. Pero la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre

Y continúa el mensaje: Así que, hermanos, nosotros, Como Isaac somos hijos de la promesa. Pero Como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también es ahora.  Echa fuera la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava; De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre”.

Si pudieramos claramente observar Como el vivir bajo la Ley produce hijos de esclavitud, sometidos a parámetros, reglas y juicios, los cuales ponen peso, un yugo que ningún ser humano puede quitarse de sus hombros, ni cumplir. Si pudieramos ver Como esa esclavitud llega al punto de someter a las personas hasta impedirles ver quienes son en Cristo y lo que Dios ha hecho por ellas; Caminan Como vendados sus Ojos y su corazón en completa amargura.  Viven sin esperanza, Como si Cristo no hubiera hecho nada por ellos. Dependen de su efuerzo, y su propia decisión para recibir el amor de Dios. Atados a tradiciones y costumbres de los hombres; y esto es lo que enseñan a otros.

Es interesante experimentar que esta Ley es la que en muchos lugares se predica hoy en día a los creyentes. El cuerpo de Cristo, el cual está llamado a ser libre, ha sido cautivado en esclavitud por aquellos que diciendo conocer a Cristo realmente no le siguen ni le conocen. De ser así a Cristo predicarían.

Es para esto que nos ha salvado el Señor? Acaso no dice El  mismo en Juan 8:31 que conoceremos la Verdad y ella nos hará libres? Jesucristo mismo dice en Juan 14:6 “Yo soy el Camino, la verdad y la vida” es decir que si le conocieramos verdaderamente a El, estaríamos conociendo la Verdad, la cual nos hace libres y no esclavos.

Nos ha dado Vida, y no cualquiera, pues es vida en abundancia,  y vida eterna, para que vivamos para El, disfrutando de la libertad que es en Cristo.

Entonces algunos dirán: Quiere decir esto que podemos andar de cualquier manera pues a libertad fuimos llamados? La respuesta está Clara en Romanos 6 donde se nos dice:  De ninguna manera, porque los que hemos muerto al pecado, Como viviremos aún en él? y continua la respuesta O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?; a fin  de que Como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Amados de Dios y nuestro no hay regalo más grande que Jesucristo mismo, el cual es la Gracia, la Verdad y a Vida. El es el autor y consumador de nuestra salvación. En El estamos libres de la ley del pecado, de la muerte y podemos disfrutar de su presencia para adorarle y estar en contínuo agradecimiento y entrega.

Hoy la invitación que quiero hacerle es que su corazón se regocije en El, que pueda vivir en el gozo permanente del Señor y que intensamente glorifiques su nombre. Pues no  esta bajo el gobierno de la carne, ni de la ley, sino de Cristo; la ley del Espíritu de Vida en Cristo.


Cuan delicioso es experimentar que somos hijos de luz, reflejamos la luz del dador de vida, la luz de nuestro Dios. Cristo mismo morando en nosotros y viviendo a través de su iglesia.

Sean todos bendecidos en ese precioso nombre Jesucristo el Hijo de Dios.


Jeanneth Sierva de Cristo y ministra del Nuevo Pacto


29 junio 2016

Id y haced dicipulos

Mateo 28:19 "Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,"

27 junio 2016

Gracias por tu Gracia



Me impresiona pensar que los profetas inquirieron diligentemente acerca de la Gracia que estaba destinada para nosotros.  ellos en su tiempo anhelaban ver y experimentar las cosas que nosotros experimentamos y vivimos hoy. No entendían aquellas cosas que ellos recibían en revelación de lo que habría de suceder en este tiempo. Escudriñaban a que personas y en que tiempo habría de manifestarse esa Gracia tan grande y completa. (1 Pedro 1:10-12)

Para ellos, los profetas, era algo tan grande, tan poderoso y salido de toda lógica, de todo entendimiento, de toda razón, ya que estaban acostumbrados a vivir y caminar bajo unos parámetros diferentes, una dispensación diferente y un pacto que no se parecía en nada al que les estaba siendo revelado; pues en este Nuevo Pacto la herencia o regalo de Dios no era por las obras, mas por la fe.
Tendría que ser un regalo extremadamente grande, pues se trataba de la venida del mismo hijo de Dios en persona a la tierra.

El Dios Todo Poderoso despojándose de si mismo, tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres, para levantarlos de la condición de muerte y perdición en la cual se encontraban, de tal manera que a ellos no se les contara como pecadores, sino fueran contados como hijos.
(Filipenses 2:7)

Cómo podrían en aquellos tiempos entender el sufrimiento de Cristo y las glorias que vendrían tras aquellos que son herederos de esta Gracia?  No era precisamente por la lógica de los profetas. Como podría alguien ser heredero de algo que nunca había participado o sembrado? Ser heredero de una Gracia que no merecía? ciertamente difícil de comprender.

Esos a los cuales los profetas buscaban y anunciaban somos nosotros, quienes por fe y por llamamiento santo, hemos sido escogidos por Dios, desde antes de la fundación del tiempo. Nosotros los que no merecíamos, pues no habíamos hecho ni bien ni mal, pero a El le plació darnos el regalo maravillo de su vida y hacernos parte de un reino celestial, llamándonos hijos e hijas del Altísimo.

Que privilegio, es tan grande que nuestra mente no lo puede entender, así como los profetas que lo anunciaron tampoco lo podían entender. Mas se ha manifestado  y somos herederos, si herederos como dice la escritura en Romanos 8:17 "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados"

Podemos nosotros entender como el Dios creador de todo cuanto existe, por quienes fueron hechos los cielos y la tierra y todo creado por El y para El, haya querido en su amor extender su misericordia y su regalo en Jesucristo para nosotros, un pueblo que no le conocía? un pueblo que tampoco deseaba saber de Él y no le buscaba? un pueblo que estaba muerto en delitos y pecados? Es algo incomprensible pero verdadero.

Nos llamó en un tiempo de Gracia sobre Gracia, derramó de su amor en nosotros y nos dio el privilegio de conocerle, experimentarle, amarle, adorarle y vivir para su gloria y honra.

Toda rodilla dice la escritura se dobla delante de El; Todo el universo reconoce Su Grandeza, las impetuosas aguas hablan de su majestad, los vientos llevan su voz y la dan conocer en toda la tierra, los gorriones alaban su nombre, pues su creador. Las flores con su colorido reflejan su alegría y dan gloria al que las creó. Los árboles doblan sus ramas delante de Él, la nieve anuncia la grandeza y majestad de su hermosura.

Nuestro Dios, es el Señor, es el Creador y nosotros sus hijos hoy le adoramos, reconocemos que somos por su Gracia, y le damos gracias por su infinito amor.

Jeanneth/ Ministra del Nuevo Pacto, hija de Dios.

16 junio 2016

Administración y direccion de la iglesia local

Administración y dirección de la iglesia local 
El cuerpo de ancianos y de diáconos.

Introducción:
Al escribir este tratado lo hemos hecho con la guía  del Espíritu Santo y su Santa Palabra, La  Biblia; Al tratar este tema tan importante en la vida de la iglesia, deseamos poder dar una guía y enseñanza a cada una de ellas y a quien desee conocer sobre esta área. 

El Señor fué muy claro en establecer la guía para la administración de la iglesia sobre la tierra. Cristo es la cabeza de la iglesia y su suprema autoridad como lo vemos en Efesios 1:22; Colosenses 1:18. La iglesia debe estar gobernada  por un liderazgo espiritual compuesto por dos ministerios; el de ancianos y diáconos. (Tito 1:5)

Veámos: 

Anciano: El Nuevo Testamento menciona en varias ocasiones a ancianos que asumian el liderazgo de la iglesia. (Hechos 14:23; 15:2; 20:17; Tito 1:5; Santiago 5:14) Mirando detenidamente podemos observar que en las iglesias siempre hay más de un anciano. Es un nombre que está en plural "ancianos"; En la iglesia de Jerusalén ellos formaban parte junto con los apóstoles del liderazgo de la iglesia. 

En los Hechos de los Apóstoles 20:28 encontramos que a los ancianos también se les llamó obispos "Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor; la cual él ganó por su propia sangre."

Entonces, cuando se menciona ancianos u obispos, se refiere al mismo oficio, usados de manera intercambiable. Los requisitos para ambos son los mismos. 

Como está escrito en el versículo anterior, la función que les fué entregada fue de "apacentar" la iglesia del Señor. Cuidarla como que darán cuenta al Señor; no enseñoreandose de ella o dirigiéndola como dueños del rebaño, ya que éste es del mismo Jesucristo. 

También es importante que veámos como estos ancianos han sido llamados a funcionar con dones ministeriales; los cuales según el don aportan hasta que todos lleguen a la unidad de la fe, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del Ministerio. 
En Efesios 4:11-16 encontramos que unos son apóstoles, otros son profetas, evangelistas, pastores y maestros.

En el transcurso de los tiempos, el hombre ha mal entendido y por tanto cambiado la manera original de liderar la iglesia de Jesucristo, formando cuatro grupos que veremos a continuación:  


1.     El episcopado.

En esta forma de gobierno sobresalen tres niveles de autoridad y de funcionamiento, lo nombrare en orden de autoridad de mayor a menor:
a.      Los obispos: Tienen a su cargo la supervisión de un número de parroquias. Todo el distrito sobre el cual el obispo preside es conocido como una diócesis.
b.     Los sacerdotes: Están a cargo de una parroquia y tienen autoridad sobre los creyentes en su dominio geográfico.
c.      Los diáconos: Generalmente son jóvenes que sirven en una especie de aprendizaje.

La Iglesia Anglicana, la Iglesia Católica Romana, y las Iglesias Católicas Griegas son ejemplos de esta forma de gobierno eclesiástico. Las iglesias Metodistas y Episcopales tienen una forma modificada del mismo.

2.     Presbiterianismo.

Esta forma de gobierno de la iglesia es un intento de reproducir las prácticas de las iglesias del Nuevo Testamento, en ellas hay una pluralidad de ancianos. En esta forma de gobierno hace una distinción entre:

a.      Ancianos docentes: Son los  ancianos que enseñan.  Éstos,  generalmente han tomado estudios superiores o teológicos y son ordenados como ministros y predicadores;  son nombrados por la junta directiva de la iglesia y en si tienen un empleo con funciones definidas.  

b.     Ancianos gobernantes: Son laicos, seleccionados por su habilidad como líderes, ellos son nombrados de por vida y por lo tanto permanecen en sus iglesias, ellos forman la junta directiva de la iglesia escogen a los ancianos docentes y deciden los negocios de la iglesia. La iglesia presbiteriana es un ejemplo de esta forma de gobierno.

3.     Congregacional.

Esta forma de gobierno eclesiástico está basada en la teoría de que cada iglesia local es una institución con auto-gobierno. Todos los asuntos son resueltos por votación democrática de todos los miembros. Las iglesias están organizadas libremente en asociaciones, convenciones y congresos, pero las iglesias mismas conservan su independencia administrativa. Aunque las iglesias locales pueden estar sometidas en algún grado a cuerpos mayores, comités u oficiales, el concepto de una iglesia congregacional es que la iglesia local determina sus propios asuntos, elige y ordena sus ministros y dirige el uso de sus ingresos. La Iglesia Congregacional y la Iglesia Bautista son ejemplos de esta clase de gobierno.

4.     Las iglesias del Nuevo Testamento en su modelo original establecido. 

Toda la autoridad para gobernar la iglesia que Jesús dejó sobre esta tierra ha sido puesta sobre los ancianos de la iglesia, es sobre ellos en representación de Jesucristo como un cuerpo que la iglesia funciona tanto administrativa como en el discipularmente y enseñanza de la palabra.

El cuerpo de obispos o ancianos como lo vimos anteriormente, reunidos o convocados, administran y lideran  la Iglesia. Éstos deben ser capaces de tratar y juzgar todas las cosas que conciernen a la iglesia, no importando lo delicada o difícil que sea la situaciación o el tema. 

En 1 Pedro 5:1-4 encontramos al apóstol Pedro dando recomendaciones claras de como debe funcionar el llamado apostólico y pastoral en el cuerpo de Cristo:   " Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey.

Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.”


Notemos que el mismo Apóstol se incluye como un anciano más dentro de este cuerpo especialmente diseñado para servir (apacentar) a la iglesia.

Junto con el apóstol Pedro, encontramos al apóstol Pablo uniéndose en el mismo sentir.   

En Hechos 20:28 dice Pablo: “Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos,  para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”

Tanto en Hechos 20:28 como en  1 Pedro 5:1-2 , encontramos las mismas características, además vemos la pluralidad de ancianos que mensionamos anteriormente. Esto no niega que Dios dote a algunos ancianos en particular con  dones propios para las diferentes necesidades de la iglesia tanto en la enseñanza como en la administración de sus recursos, el gobierno de elle, etc. De esta manera, un anciano puede funcionar como “pastor,” apacentando, guiando y alimentando  las ovejas del Señor, otro puede hacer la mayoría de las visitas a los miembros, porque tiene el don de la compasión, otro puede gobernar en el sentido de manejar los detalles organizacionales, otro puede tomar la iniciativa en cuanto a la  gran comisión tanto local como externamente porque tiene o el don “evangelístico” o “apostólico” etc.

En la Escritura encontrarnos que también había mucha participación de la congregación en las decisiones de la iglesia y que el cuerpo de ancianos era quien estaba alfrente. No habia un liderazgo solitario de anciano, apostol u obispo. (Hechos 1:23,26; 6:3,5; 15:22,30; 2 Corintios 8:19). Esto solo apreció  al comienzo del segundo siglo.

Démonos cuenta que ninguno de los apóstoles establecidos por Jesucristo durante la primera iglesia  en Jerusalén, tomó señorío sobre los demás, ni sobre los nuevos creyentes, sino que trabajaron y funcionaron en completa unidad, soportándose los unos con los otros, corrigiéndose, exhortándose, fortaleciéndose, apoyándose mutuamente, a pesar de sus diferentes personalidades, diferencia cultural,  académica o capacidades personales, sino que más bien lo que se mostró fue el servicio y el compromiso para con el Señor y con la obra. Que buen ejemplo nos dejaron.!
La iglesia de Jerusalén fue la primera en ser organizada; la instrucción del Señor fue la de empezar desde Jerusalén. La primera mención que tenemos de ancianos en la iglesia, se encuentra en Hechos 11.30. Aquí se hace referencia a ancianos en tal manera que podemos pensar que ellos ya habían estado funcionando en la iglesia desde hacía algún tiempo.
En los comienzos de la iglesia no es notorio un liderazgo claro en cuanto a quien presidía la naciente congragación sino el grupo de los apóstoles juntos Administraban y dirigian el trabajo tanto de enseñanza como el administrativo y estaban de acuerdo en cómo llevar acabo la obra.

 A medida que la iglesia creció y las necesidades aparecieron ellos establecieron ancianos, y posteriormente diáconos en la iglesia de Jerusalén. Después de la muerte de Esteban, el primer apóstol muerto, (no le remplazaron por otro apóstol) y que comenzó la persecución y la dispersión de los apóstoles, fueron los ancianos los que gobernaron o lideraron la iglesia, así lo vemos que fue Santiago no el apóstol sino Santiago el menor uno de los hermanos de Jesús, quien como anciano instituido en la naciente iglesia, la lidera en comunión con los demás ancianos y algunos apóstoles, Pedro y Juan incluidos.
En resumen, la Biblia enseña un liderazgo consistente en una pluralidad de ancianos, junto con un grupo de diáconos quienes trabajan como siervos de la iglesia y ninguno en particular era designado con mayor autoridad sobre los demás.

En el ejemplo de las iglesias establecidas por Pablo como la iglesia de Filipos, no tenía un solo pastor u obispo, sino que en ella habían "obispos" (Filp.1:1). Si hubiera habido solo un pastor como autoridad máxima en aquella iglesia, que extraño resulta que Pablo no saludara a un funcionario tan importante. Es más, en ninguna de las epístolas encontramos una salutación al "ministro" o "pastor". Ni siquiera en los saludos al final de las epístolas como Romanos y Colosenses, donde se mencionan los nombres de muchos hermanos, tal omisión hubiera sido una imperdonable falta de cortesía de parte de Pablo.
La conclusión lógica es que "un pastor", semejante a los que vemos en las iglesias de hoy, no existieron en las iglesias del Nuevo Testamento. Había pastores, obispos, ancianos. Siempre se les menciona en plural y no como un título ni jerarquía, sino para describir su labor de servicio entre sus hermanos y no sobre sus hermanos, y era el Espíritu Santo quien los escogía, los capacitaba y los señalaba por medio de las cualidades que eran visibles para la iglesia, la cual solamente los reconocía como tales. Vemos que este modelo  jerárquico existente en el día de hoy en algunas denominaciones, donde uno es el que controla todo y los demás está sometidos a este señorío, no aprecio sino a finales del primer siglo.
Nótese que tanto Pablo, Juan o Pedro, en sus epístolas no hicieron diferencia de autoridad o de mando en medio de ellos sino que las cartas fueron dirigidas al grupo de ancianos en general, ellos no dirigen sus epístolas a ningún pastor de ninguna congregación en particular ya que como lo escribímos en el comienzo: El cuerpo de ancianos [obispos], reunidos o convocados, es el gobierno de la Iglesia, y esta llamado y debe ser capaz de tratar y juzgar todas las cosas que conciernen a la Iglesia, no importa lo delicado y difícil que sea.

Por otro lado vemos a Pablo no nombrando pastores en cada iglesia naciente sino que constituyo un cuerpo de ancianos quienes se encargaban de la enseñanza y gobierno de la iglesia. Hechos 14:23 “Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído.”
En Efesios 4:11-16, “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Este es el único pasaje nuevo testamentario que indica o se refiere a una persona determinada, constituida por el mismo Jesucristo mediante llamamiento santo a su interior, con un oficio o misión determinada para lograr un fin determinado; perfeccionar la iglesia, capacitar, enseñar a la iglesia, para que sus miembros crezcan y maduren en su conocimiento y vida en el Señor Jesucristo. Quien es quien los nombra y constituye? Es Cristo quien los constituye no el hombre, él no la delego a nadie en particular, ya que es una constitución respaldada con llamado interno al corazón del hijo de Dios y dones del mismo Espíritu Santo de Dios.

A medida que la iglesia crece y madura espiritualmente, en el cuerpo de ancianos de la iglesia, los cinco dones de Jesucristo establecidos por Él mismo para edificar su iglesia, deben estar bien representados para que así la iglesia tenga un crecimiento balanceado. Demonos cuenta que estos dones operan en el anciano u obispo, dando una capacidad de servicio y entrega ya que es el mismo Jesucristo quien  operara a través del baso llamado anciano: unos ministrando autoridad, administración, enseñanza, discipulado, amor, corrección, etc., todo como si fuera el mismo Señor, pues es bajo el gobierno del mismo Espíritu Santo.
Nunca leemos en la Biblia que una iglesia local llame o contrate a una persona para que sea su "ministro". Tampoco que un "misionero", envíen a sus hijos al extranjero para que regresen con el "título de misionero" y se hagan cargo de una iglesia o una misión en el extranjero.
Tampoco leemos en la biblia que Jesucristo a pesar de nuestra transgresiones y desobediencias nos amenazará como por ejemplo: “Si no me obedecen y hacen lo que yo les digo los abandono” o, “Me voy y los dejo y ustedes verán que hacen”, esto tampoco lo hiso ni Pedro ni Pablo ni ningún otro de sus apóstoles establecidos.
En la cita aludida anteriormente resulta muy evidente que son varios los hombres que el Espíritu Santo pone en cada iglesia local para alimentar, vigilar y cuidar del bienestar espiritual de la congregación. Sus vidas ante el mundo deben ser un testimonio de la presencia y del poder de Cristo (lTim.3:7).
Los dones nunca son dados todos a una sola persona, pues leemos de: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, es decir, hombres capacitados por el Espíritu Santo para predicar el evangelio, para exhortar, animar a los creyentes, enseñar y alimentar de la Palabra de Dios. Bienaventurada la iglesia que cuenta con estos dones y que pueden funcionar en unidad y armonía como estamos llamados; el apóstol apostolando, el pastor pastoreando, el profeta profetizando, el evangelista evangelizando y el maestro enseñando y todos a la vez en unidad como un cuerpo bajo el gobierno del Espíritu santo.

 l.Corintios.12:11 y 31 "el mismo Espíritu, repartiendo (dones) a cada uno en particular como él quiere...el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

II. Funciones y requisitos del cuerpo de ancianos


Los ancianos deben ser sobrios, dignos, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la perseverancia. Tito 2:2.
Pablo establece varios requisitos para llamar a un obrero a ocupar la función del anciano.Tito1:6-9.

1.     Irreprensibles: Sin ninguna acusación, irreprochable.
2.     Marido de una sola mujer, hijos creyentes: Es decir, que el apóstol Pablo pretendía que el anciano tuviera una vida familiar adecuada.
3.     No arrogante: En el griego esto se puede traducir como: que no se agrade a sí mismo, que no haga su propia voluntad.
4.     Ni de mal genio: Que no sea irascible, que no se enoja rápidamente, ni sea violento.
5.     Ni pendenciero: Contienda o riña de palabras o de obras.
6.     Ni ávido de ganancias deshonestas: no amador del dinero.
7.     Decoroso: Ordenado, el que se comporta con educación, con decencia, y con orden. Sin orden no se puede administrar bien la casa ni la iglesia.
8.     Apto para enseñar: Indica la suficiente competencia en el conocimiento de la palabra de Dios, así como la aptitud para enseñarla.
9.     Debe ser hospitalario: La hospitalidad era un mandato para todo cristiano en los inicios de la iglesia. Era extender la ayuda a la viuda, al huérfano y al extranjero.
10.  Prudente: Tener una mente sana, control de sí mismo.
11.  Justo: Recto en sus decisiones, equitativo.
12.  Santo y dueño de sí mismo.
13.  Que sepa retener la palabra fiel conforme a la doctrina.
14.  Sobrios: Es ser vigilante, ser discreto, un hombre alejado del vino.
15.  Dignos: Honorable, honesto.

Veamos pues algo de la escritura nueva testamentaria que nos habla acerca de los ancianos:

1 Tesalonicenses 5.12, 13, Pablo dice: "Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra".
1 Timoteo 5.17, también dice: "Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar».
Hebreos 13.7 y 17. El escritor de la epístola a los hebreos dice: "Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe... Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso".
Otras Escrituras pueden ser citadas para mostrar que la autoridad de gobernar al pueblo de Dios ha sido investida en los ancianos.
Más adelante leemos que después de haber llegado a una decisión, y estando listos para enviar el mensaje de regreso a Antioquía, "pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia" enviar una carta a la iglesia de Antioquía (versículo 22).
Hechos 16.4 se refiere a "los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén" y así demuestra que había una clase de personas conocida como "ancianos" en dicha iglesia. No tenemos ningunos datos de cuando éstos fueron nombrados, pero sabemos que cuando la persecución llegó en contra de la iglesia de allí, "todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y Samaria, salvo los apóstoles" (Hechos 8.1). Aunque los apóstoles residieron en Jerusalén por algún tiempo, los ancianos eran necesitados allí en la iglesia
Hechos 20.17 Pablo "enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Ellos debían apacentar el rebaño y cuidar del mismo. Los ancianos eran obispos en la iglesia y no señores sobre ella. La iglesia en Jerusalén y la iglesia en Éfeso eran dos de las congregaciones más grandes mencionadas en el Nuevo Testamento.
Filipenses 1.1 También leemos de los ancianos de la iglesia en Filipo, a quienes Pablo menciona en su carta a los Filipenses con especial atención.
Tito 1.5. Pablo dio instrucciones a Tito diciendo: "Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé". Debemos entender que estos eran ancianos de la iglesia, y que en cada ciudad donde hubiera una iglesia, él debía nombrar ancianos. Esto enfatiza el hecho de que todas las iglesias de Nuevo Testamento tenían ancianos.
Hechos 14.23. También leemos que, después de que Pablo y Bernabé habían predicado el evangelio y habían establecido iglesias en muchas ciudades, ellos volvieron a visitar esas iglesias. "Constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído".

Aquí tenemos una confirmación positiva de que Pablo y Bernabé "constituyeron ancianos en cada iglesia" donde quiera que estas habían sido establecidas. Estas Escrituras e incidentes nos muestran que las iglesias en Jerusalén, Judea, Éfeso y Filipo tenían ancianos todos; que Tito fue instruido a establecer "ancianos en cada ciudad" y que Pablo y Bernabé nombraron "ancianos en cada iglesia". La prueba de que las iglesias del Nuevo Testamento tenían ancianos es clara, simple, positiva, y acumulativa.

Cuando la palabra enseña que Pablo nombró y también instruyó en sus cartas para que se establecieran ancianos en cada iglesia, entendemos que la iglesia debe ser gobernada por un cuerpo de pluralidad de ancianos (diferente de un anciano gobernante y de un cuerpo de diáconos a su servicio), este es el modelo bíblico establecido. El cuerpo de ancianos, tiene autoridad de gobernarla, autoridad que le ha sido conferida por Cristo mismo, la cabeza de la iglesia y del Espíritu Santo (Hechos 20:28; Hebreos 13:17).
La palabra no instruye en que se debe establecer un pastor primero, sino que debía haber  ancianos (plural) establecidos primeramente.

Estoy muy de acuerdo con la apreciación que Wayne Grudem que en su teología sistemática dice: " En este sistema de gobierno siempre hay más de un anciano. En una congregación nuevo testamentaria contemporánea, como la nuestras, el pastor (o pastor principal), será uno entre los ancianos que conforman el cuerpo de ancianos. No tiene autoridad sobre ellos, ni tampoco trabaja para ellos como empleado. Tiene un papel de alguna manera distinto ya que él se dedica de tiempo completo al trabajo pastoral (Alimentar, guiar y cuidar del rebaño) y puede derivar todo o parte de sus ingresos  de este trabajo (1.Ti 5:17-18).
También puede frecuentemente asumir  un papel de liderazgo (presidiendo) entre los ancianos, lo que encajaría con su papel de liderazgo entre la congregación.
El pastor de ordinario tendrá autoridad considerable para tomar decisiones y proveer liderazgo en muchos aspectos de responsabilidad que le ha delegado la junta de ancianos como un todo. Este sistema permitirá al pastor ejercer fuerte liderazgo en la iglesia y seguir teniendo autoridad gobernante a la par de los demás ancianos.
El punto fuerte de este sistema de gobierno, se ve en el hecho de que el pastor no tiene autoridad propia sobre la congregación, sino que esta autoridad le pertenece colectivamente a todo el grupo de ancianos. Todavía más, el mismo pastor, como todo otro anciano, está sujeto a la autoridad de la junta de ancianos como un todo. Esto puede ser un gran beneficio, para evitar que el pastor cometa abusos de autoridad desmedidas y también para respaldarlo en las adversidades y protegerlo de ataque de oposición y división, ya que está respaldado completamente por el cuerpo de ancianos."


En mi parecer esta forma de gobierno, conlleva a una unidad más fuerte  en medio de  los ancianos y la congragación, ya que nos es una autoridad impuesta, sino delegada y respaldada por el cuerpo de ancianos como un todo, como nuestro pastor David Gómez afirma: "El cuerpo de obispos, reunidos o convocados, es el gobierno de la Iglesia, y esta llamado y debe ser capaz de tratar y juzgar todas las cosas que conciernen a la Iglesia, no importa lo delicado y difícil que sea."
Los diáconos:
Además de los ancianos u obispos, otros eran designados diáconos. En la iglesia primitiva se preocupaban en el cuidado de los necesitados y en ministrar a las necesidades físicas, aunque también podían tener dones espirituales (Hch. 6:1-6; 1 Ti. 3:8-13).

Como los ancianos, eran apartados para su oficio por los apóstoles (Hch. 6:6; 13:3; 2 Ti. 1:6) o podían ser nombrados por los ancianos (1 Ti. 4:14) en la iglesia primitiva.
Los diáconos son un grupo separados de siervos de la iglesia y tienen una lista de requisitos que son de muchas maneras similares a los del obispo o anciano (1 Timoteo 3:8-13). Ellos sirven a la iglesia en lo que se necesite, como en Hechos 6.

CONCLUCION:

Cuando el gobierno de las iglesias de hoy funcionen de acuerdo al modelo nuevo testamentario establecido, cuando estos hombres llamados ancianos hayan sido nombrados de acuerdo al Nuevo Testamento, y cuando ellos hayan sido honrados como el Nuevo Testamento enseña, cuando estos ancianos funcionemos de acuerdo y con el propósito del llamamiento a servir de acuerdo a los dones recibidos, entonces las iglesias de Cristo estarán en mejores condiciones para avanzar en el propósito de que fueron establecidas.
En consecuencia, si las iglesias de hoy día siguen este patrón, debe entonces haber ancianos sirviendo con sencillez de corazón, con sus vidas dispuestas como lo hiso Jesucristo, guiados por El Espíritu Santo, activos en sus funciones de servicio encomendadas en cada iglesia. Trabajando unánimes en unidad como un cuerpo, para llevar acabo la visión y misión de cada iglesia, es así que la biblia nos enseña a las iglesias de Nuevo Testamento.

Nuestra petición al Señor es para que cada iglesia guiada por Espíritu Santo establezca ancianos que administren la iglesia, que El cuerpo de obispos, reunidos o convocados sea verdaderamente el gobierno de la Iglesia, que está llamado y debe ser capaz de tratar y juzgar  y administrar todas las cosas que conciernen a la Iglesia, no importa lo delicado y difícil que sea.

Les bendecimos en el nombre de Jesucristo.










13 junio 2016

El Poder de la Gracia


EL PODER DE LA GRACIA
Hoy el Señor me despertó y el primer pensamiento que llegó a mi mente fue: “Señor gracias por tu gracia, pues no hay nada mas poderoso que tu misma presencia en nuestras vidas”
Dos montes que marcan la diferencia, dos pactos que claramente son definidos. Veamos:
Hebreos Capítulo 12: 18-29 ( Monte de Sinaí -Ley )“Vosotros no os habéis acercado al monte que se podía palpar y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido de la trompeta y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no les siguiera hablando, porque no podían soportar lo que se ordenaba: “Si aun una bestia toca el monte, será apedreada o asaetada”. Tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: “Estoy espantado y temblando”.
Vosotros, en cambio, os habéis acercado al monte de Sión, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos. Os habéis acercado a Dios, Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús, Mediador del Nuevo Pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel”.
Amados veamos el contraste que marcan estos dos montes:
1. Se podía palpar. 2 Arde en fuego que quema. 3. Oscuridad 4. Tinieblas 5. Tempestad. 7. Al escuchar la voz rogaron que no les siguiera hablando porque no podían soportarla. 8. El que tocara este monte tenía que morir. 9. Producía espanto y temblor.
No es coincidencia. Este monte representa claramente el monte de la Ley el cual lleva como resultados muerte, temblor, espanto, oscuridad, pues la Ley acusa y muestra el pecado pero no tiene poder para salvar. El vivir bajo esta Ley vive asustado y pensando de continuo en el ardor del fuego que les ha de quemar. Fuego del cual no se escapa ninguno.
2. Más este otro monte nos lleva a: 1. Compañía de millares de ángeles. 2. Congregación de los primogénitos. 3. Que están inscritos en los cielos. 4. Nos acerca a Dios. 5. A los espíritus de los justos. Los que han sido hechos perfectos por medio de Jesucristo. 6. A Jesús. 7. Nos da un Nuevo Pacto, con nuevas promesas que son realidad en nuestras vidas. 8. Con el poder de la sangre, la cual nos hace aceptos ante el Padre.
Un Pacto de Gracia, un monte como este, el cual trae paz al corazón, trae vida y no condenación. Trae fuego pero no para quemarnos y morir, pero si para limpiarnos y levantarnos a la medida del varón perfecto, Cristo Jesús.
Que regalo tan inmerecido es esta Gracia de la cual podemos disfrutar en este día. Gracias Jesús por permitirnos estar ya inscritos en los cielos y disfrutar de quien tu eres, de tu sangre y de tu presencia. Te amamos y queremos servirte por el mismo amor que has colocado en nuestros corazones.
Quisiera yo que todos pudiéramos conocer y vivir esta Gracia; que tu pueblo pueda disfrutar de la verdad que nos has dado en este Nuevo Pacto lleno de promesas y bendiciones y así vivir para ti y mostrar al mundo tu amor. Quisiera que la iglesia sobre la tierra pudiera entender que no es a la Ley a quien debemos rendirle adoración, sino al Señor del Nuevo Pacto.
A veces me pregunto porque la iglesia está empeñada en entregar un mensaje mezclado de Ley y Gracia, cuando a esta misma iglesia le ha sido dado lo mejor un Pacto de mejores y mayores promesas.
Cuántas vidas serían transformadas si tan sólo conocieran verdaderamente esta gracia?
Les bendigo en el nombre de Jesús y los declaro dispuestos a entender y vivir en el tiempo de Dios “Gracia sobre Gracia”.

Jeanneth Sierva de Jesucristo y ministra del Nuevo Pacto que es en Jesucristo.