24 octubre 2012

Que nuestros pensamientos sean los pensamientos de Dios.

Isaías 55: 9-13
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié. Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso.
En lugar de la zarza crecerá ciprés, y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será a Jehová por nombre, por señal eterna que nunca será raída.”

Introducción.
Nací de un par de campesinos, allí a 3000 metros de altura, en un lugar sobre los andes colombianos, lo que veía a mi alrededor eran cultivos, desde niños, trabajando hombro am hombro con lo peones de mi padre en las labores del campo. No teníamos los avances de las comunicaciones que tenemos hoy en día, lo máximo que podíamos llegar en comunicación a larga distancia, era una señal de humo a una distancia no mayor que la que podían dominar nuestra mirada natural, el radio apenas se conocía. Mi madre, una humilde campesina, a quien bendigo con toda bendición, como iluminada por El Señor recibió en su corazón creer que un día todos sus hijos no serían iguala los demás, que lo que ella nunca pudo recibir en educación, lo recibirían sus hijos. Con este firme propósito comenzó su vida de madre, en un medio difícil y humanamente imposible de conseguir su meta, más ella nunca se dio por vencida, sabia plenamente donde estaba la meta y allí puso su mirada. Para la gloria de Dios ella  pudo ver su sueño hecho realidad algunos años después.

Cosa contraria pasaba con nosotros sus pequeños hijos, recuerdo cuando aun era un niño de 8 años, veía su gran esfuerzo, mas no lo entendía, dentro de mi pensaba: como ella podía retirarnos de del calor de nuestro humilde hogar, junto a ellos, para llevarnos y meternos obligadamente e un salón de clases  en una escuela a muchos kilómetros de distancia, no entendía como nos sacaba de nuestro hábitat natural de niños del campo, para llevarnos a un lugar desconocido con gente que nos discriminaba y aceptaban como lo que éramos. Tampoco entendía porque tenia que aprender lo que en esa escuela enseñaban, no veía propósito alguno en esto. No alcanzaba a entender el plan que mi madre había trazado para nosotros. Esto lo puede entender unos años después cuando ya toda la familia nos trasladamos a la ciudad de Bogotá, Junto con mis hermanos ya mas adultos, entendimos que había otro mundo diferente, con otras posibilidades, con otra forma de vivir que la que teníamos en nuestro amado campo.

Estos recuerdos me han llevado a pensar en el propósito que Dios tiene con nosotros, Él como nuestro amado padre trazo un plan para nosotros desde antes de todos los tiempos, aun antes de que fuésemos engendrados por nuestros padres terrenales, y así que un día en el tiempo de Dios, nos llamaría con voz amorosa de padre a nuestro corazón, cambiaria nuestro corazón duro de piedra y egoísta por un corazón de carne y nos daría de su santo Espíritu.

Como hacer para que nuestros pensamientos sean los pensamientos de Dios y nuestros planes sean sus planes?

Solo hay una forma, y es que Jesucristo viva en nosotros y nosotros vivamos en Él.
Cuando Él vive en nosotros, entonces nuestros pensamientos cambian radicalmente, comenzamos a entender lo que antes no entendíamos, a conocer de sus planes para con nosotros. Cuando él vive en nosotros, entonces podemos perdonar como el perdona, servir como él sirve, caminar como el camina, obedecer como el obedece, En otras palabras Él vive en nosotros poniendo el querer como el hacer de su buena voluntad; también podemos entender del poderoso significado de su muerte en la cruz para redimirnos de todos nuestros pecados y de su resurrección posterior, entendemos, que en Él, nosotros resucitamos  espiritualmente ya que estábamos muertos en nuestros delitos y pecados y que  esperamos una resurrección corporal venidera.
Cuando nosotros vivimos en El comenzamos a disfrutar plenamente de sus bendiciones, de su vida abundante sobre la tierra, de sus planes, de las obras que Él mismo preparo de antemano para nosotros vivamos en ellas.  Comenzamos a interesarnos en su santa palabra y ella a su vez comienza a renovar diariamente nuestros pensamientos en Cristo Jesús. Como pensábamos antes, no pensamos ya mas, ya no vivimos de acuerdo a nuestros pensamientos y posibilidades sino de cuerdo a su palabra, a sus promesas, las cuales creemos  y vivimos por medio de la misma fe que Él mismo nos dio.
Sin embargo tanto para que Él viva en mostros como para que mostros vivamos en Él, es necesario nacer de nuevo, es necesario nacer del agua y del espíritu, sin este nuevo nacimiento es totalmente imposible. Solo así podremos ver que así como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

Cristo es especialista en cambiar los tiempos.
En la 2da. Corintios 5:16 dice la palabra de Dios: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Mediante su nacimiento, o primer venida o advenimiento para estar con nosotros, Jesucristo, el todo poderoso hijo de Dios, partió el tiempo en dos periodos, todo cambio, desde allí en nuestro calendario llamamos antes de Cristo y después de Cristo. De la misma forma Jesucristo cambia nuestra vida, no importando los años vividos, ni las experiencias adquiridas, el comenzó todo de nuevo, una vida nueva en Cristo comenzó, una nueva criatura macío, nuestro pasado quedo borrado, gloria a Dios, todo fue hecho nuevo.
Cuando Cristo llego a mi vida ya en una edad adulta, era una vida muerta, vana y bacía, no era una vida de acuerdo al propósito de Dios, por mas buena que pareciere algunas veces, no conocía sino el mundo natural en el que vivía, con sus gozos y placeres, que llenan mi alma. Tenía entonces mis propios planes y propósitos, satisfecho en medio de esto no deseaba jamás apartarme de él, allí estaba y allí vivía, lejano de la verdad, ajenos al propósito de Dios. Esta era mi vida antes de Cristo. Cuando El me busco, dando nacimiento a esta nueva criatura llena del engendro de Dios, comenzó mi vida después de Cristo. ¡Ho ¡ mis amados amigos y hermanos, esta nueva vida no la cambio por nada del mundo, ni por las riquezas mas abundantes de la tierra, ni por reinado o liderazgo que da fama y prestigio, no por nada podría cambiar este gozo de vivir en Cristo. Como el aposto Pablo dijo: En el estoy completo, no me falta nada mi gozo en el esta completo en Él.

Hoy los quiero invitar a los que son nuevas criaturas, los que han nacido de nuevo en Cristo, para que vivamos en Él, para que nos gocemos en El, también los invito para que le demos nuestra vida a El de tal forma que Él pueda de esta forma operar en nosotros su santísima voluntad.

Quiero también levantar oración delante de Dios y en el nombre de Jesús por el que no te conoce, por el que aun no ha nacido de nuevo. ¡Oh! Padre de amor y misericordia, trae vida, manifiesta en este tiempo tu salvación en tus escogidos, Padre, se tu mismo tocando los corazones, abrazando con tu brazo de amor, Señor ven ahora y cambia el tiempo de estas vidas, en vidas de luz, en vidas de paz y vidas llenas de tu gran amor. Amen.

3 comentarios:

  1. Gracias mensajero por este mensaje. Da un nuevo aliento que refresca y llama a tener los pensamientos de Dios. Me enriquece en el día de hoy.

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  2. Me alegra que así sea, este es el propósito del mensaje de gracia para nuestras vidas. Muchas bendiciones.

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  3. Si, nuestra vida tiene sentido por razón de la Gracia de Dios. "Por la Gracia somos lo que somos". Me gustó este artículo. Dios le bendiga y prospere en todos sus caminos.

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